EVALUACION GERIATRICA INTEGRAL
25260329 de Mayo de 2015
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EVALUACION GERIATRICA GLOBAL
Las características especiales del paciente anciano, en el que influyen tanto los aspectos intrínsecos propios del envejecimiento y la particular forma de presentación de la enfermedad, requieren la aplicación de un sistema de valoración especial.
La evaluación geriátrica se utiliza para describir las condiciones clínicas del paciente anciano, a través de una historia clínica tradicional y una evaluación física, que hace una diferencia estructural con otros modelos de atención.
Consiste en valorar la función física, mental y social del paciente, de su cuidador y de su entorno, con la finalidad de planear de manera adecuada los cuidados y evitar las complicaciones. La evaluación geriátrica puede mejorar la precisión diagnostica, permite planear los servicios médicos, terapéuticos y sociales de forma más eficaz, asegura el seguimiento del impacto del tratamiento médico y los servicios sociales, así como la precisión en la predicción del resultado.
El equipo en la evaluación geriátrica debe ser interdisciplinario donde el trabajador social, enfermeras, médicos, fisioterapeutas, psicólogos, terapistas ocupacionales, odontólogos y nutriólogos formen un equipo cordial, comunicativo e imparcial donde cada experto en su área participe en la meta diagnostica y terapéutica del paciente anciano.
Este capítulo tiene como finalidad explicar paso a paso como llevar a cabo la evaluación clínica en los pacientes ancianos, misma que podría aplicarse en un medio hospitalario, en la comunidad, asilos o en unidades de cuidados prolongados.
OBJETIVO
La valoración del anciano tiene como objetivo el proceso diagnóstico, cuantificar en términos funcionales las capacidades y los problemas médicos, mentales y sociales del anciano con la intención de elaborar un plan de promoción, prevención, atención, rehabilitación o ambos, según corresponda. La evaluación geriátrica deberá hacer énfasis en la búsqueda de:
1. Enfermedades relevantes.
2. Toda la medicación actual, efectos e indicaciones.
3. Síntomas actuales y su impacto en la funcionalidad.
4. Cambios de vida recientes y planeados.
5. Medición objetiva del estado funcional.
6. Medición objetiva del estado mental.
7. Estado emocional y motivación personal.
8. Medición objetiva de la marcha y el equilibrio.
9. Medición objetiva del estado nutricional y necesidades.
Además debe incluir información sobre:
10. Situación familiar y posibilidad de apoyo.
11. Situación actual del cuidador, su actividad y problemas.
12. Potencial de rehabilitación y pronóstico
13. Rastreo preventivo y mantenimiento de la salud.
14. Actividades que promuevan la salud.
15. Que profesionales de la salud deben involucrarse.
Los beneficios resultantes de la evaluación geriátrica son:
1. En el proceso de atención y cuidados: generar nuevos diagnósticos y reconocer problemas antes no reconocidos.
2. Al egreso de los pacientes hospitalizados: mejores resultados en la evaluación del estado funcional y evaluación cognitivo/afectiva.
3. En la utilización de instituciones: mejor ubicación en asilos y residencias, así como reducción en los días de estancia
4. En la utilización y costos de servicios de salud: mayor uso de atención en domicilio, reducción en la utilización de servicios hospitalarios y disminución en los costos de atención medica.
5. Mejorar la supervivencia del anciano.
6. Intentar reducir el número de medicamentos.
La geriatría pone más énfasis en la evaluación como precursora del tratamiento. En EUA, varias instituciones de salud han subrayado la importancia de determinar la situación médica, psicológica, social, económica, ambiental, así como el aspecto más importante conservar su independencia y estabilidad psicológica. La declinación funcional en los ancianos puede ser lenta, progresiva y también es posible que sea tan sutil que los familiares y médicos no detecten lo que está sucediendo.
Al efectuar una evaluación geriátrica se podrá obtener indicios útiles a partir de algunas circunstancias en la consulta:
a) .El paciente vino solo o con un miembro de su familia?
A menudo, los miembros de la familia se muestran preocupados porque el paciente se ha vuelto olvidadizo, inactivo, deprimido o incapaz de vivir solo, conducir un automóvil o caminar fuera de casa.
b) .Por que acude al consultorio? Los parientes suelen responder a las preguntas por el paciente cuando consideran que este padece demencia o depresión. También es posible que el paciente y su familia proporcionen diferentes versiones del motivo de la consulta, y sus respuestas permiten ver como cada uno de ellos ve el problema y como se ven entre sí.
c) .Cual es el motivo de la consulta? Los padecimientos crónicos o las enfermedades no diagnosticadas pueden ser responsables de la declinación física o intelectual.
Reconozca las prioridades del paciente, puede ser importante tratar el dolor de las articulaciones antes de iniciar el tratamiento de otras alteraciones.
d) .El paciente ha perdido peso o parece estar desnutrido?
Pregunte: “.Que comió ayer?” “.Ha perdido peso en el ultimo ano?” revise la cavidad bucal porque la falta de dientes o el mal estado de ellos, las enfermedades de las encías o de las dentaduras postizas mal ajustadas dificultan la alimentación adecuada.
e) .El anciano puede caminar solo o necesita ayuda? El hecho de observar al paciente caminar, sentarse, levantarse de una silla, subir o bajar de la mesa de exploración o utilizar escaleras puede señalar problemas ortopédicos o neurológicos obvios. Esto puede ser indicio de perdida de la condición física.
f) .Que tipo de medicamentos está tomando el paciente?
Para permanecer al tanto de los fármacos que los pacientes ancianos toman, pida que lleven al consultorio una bolsa que contenga todos los medicamentos que estén tomando. Algunos médicos consideran que esto debe repetirse en cada consulta. Formule preguntas acerca del consumo de bebidas alcohólicas, tabaco o toxicomanías.
Estado funcional
“El punto central” en la evaluación geriátrica. El estado funcional se encuentra por lo común afectado en el paciente anciano, donde causas potenciales incluyendo los cambios relacionados con la edad, factores sociales y la propia enfermedad podrían contribuir a su deterioro.
La observación directa de la funcionalidad es el método más exacto para la evaluación funcional; sin embargo, suele ser impráctico para los modelos de atención médica, por lo tanto, es poco utilizado. En la actualidad el autoinforme de las actividades básicas de la vida diaria (ABVD) y las actividades instrumentadas de la vida diaria (AIVD) se utiliza para observar funcionalidad, no es tan exacto comparado con la observación directa y debe corroborarse si es posible por un informante, acompañante o cuidador. El objetivo de obtener información específica sobre la declinación funcional puede orientar a determinar las necesidades, cuidados de salud médicos o quirúrgicos (p. ej., reemplazo quirúrgico de rodilla o terapia de rehabilitación) especiales para el anciano.
El decline funcional en AIVD por ejemplo, podría ser un signo temprano de depresión, demencia, riesgo de caídas, incontinencia, deterioro visual y otras enfermedades como arterial coronaria, si no se encuentra una causa reversible para este deterioro funcional. La pérdida de la funcionalidad en ABVD es signo frecuente de empeoramiento de una enfermedad o combinado al impacto de la comorbilidad o un estado terminal; sin embargo, muchas personas ancianas con deterioro funcional para ABVD pueden estar en casa con servicios apropiados, o en asilos donde se pueda ofrecer asistencia de acuerdo a las necesidades de estos.
La evaluación funcional incluye tres dominios:
• Actividades básicas de la vida diaria ABVD.
• Actividades instrumentadas de la vida diaria AIVD.
• Movilidad.
Existen algunos aspectos a tomarse en cuenta; la evaluación funcional no es solo dominio de los profesionales de salud, es decir, antes de evaluarlo se deberá interrogar sobre lo normal o anormal para él o ella en cuanto a su función social, ya que algunas familias encuentran discrepancias entre lo normal o anormal en el envejecimiento o en el sujeto y se podrían ocultar problemas médicos.
¿QUÉ ES EVALUACIÓN FUNCIONAL?
La valoración funcional es el proceso que se utiliza para recoger información sobre la capacidad del anciano de llevar acabo sus actividades habituales de manera independiente; es la evaluación de como el anciano se maneja día a día y quizás el desarrollo de estrategias para conservar su calidad de vida.
Una valoración funcional adecuada debe incluir ABVD (bañarse, vestirse, alimentarse, trasladarse, continencia-aseo); y AIVD (labores del hogar como cocinar, lavar ropa y limpieza; actividades relacionadas con la utilización de transporte y compras; y actividades cognoscitivas que incluyen manejo del dinero, cuentas, uso del teléfono, administración de medicamentos); las cuales son necesarias para la supervivencia de un individuo solo, en la comunidad y en su medio. El tercer dominio incluye la capacidad de movilidad, y se refiere a la funcionalidad de las extremidades inferiores para moverse, en esta área se evalúan: marcha, paso, balance de pie y sentado, así como la habilidad para trasladarse y subir escalones, esta parte de la evaluación puede incluir la fuerza y resistencia muscular,
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