Economía y el Cambio Climático

GRAU DE SOCIOLOGÍA

TREBALL INDIVIDUAL ECONOMIA

ALUMNE: Beatriz Serra López                                                                                          DNI:

En la actualidad, el mundo es desigual, y a su vez, el nivel de vida también lo es entre países y dentro de cada uno de los países. La buena noticia es que, los indicadores de vida, a largo plazo, han mejorado. Los Objetivos de Desarrollo del Milenio de las Naciones Unidas, conjunto de metas que tienen como objetivo reducir la pobreza y aumentar el nivel de vida, han tenido éxito en su mayor parte. El número de personas en situación de pobreza ha disminuido, la proporción de personas subalimentadas también y la tasa de matriculación en educación primaria ha aumentado. Estos resultados/estadísticas proporcionan esperanza a un mundo igualitario.

Por otra parte, el Cambio Climático es considerado una de las mayores amenazas para el siglo XXI, y amenaza con deshacer los avances en referencia a la igualdad y crear mayores desigualdades. En este siglo, el cambio climático es más que un problema, es el reto definitivo del siglo XXI. Se elude y evita hablar de ello en los debates políticos para abordar las desigualdades. Y si el cambio climático no se limita al 1,5ºC por encima del nivel preindustrial, podría anular todos los avances hacia la igualdad. El cambio climático ampliará la desigualdad actualmente existente, los países de bajo o mediano ingreso soportarán todo el peso de su impacto, los patrones de precipitaciones son al dia de hoy, más impredecibles y el nivel del mar se eleva y las tormentas son cada vez más intensas. Y se espera que los impactos en los países de bajo ingreso sean grandes.

Uno de los grandes problemas es que las sociedad actual cree que el cambio climático es un problema lejano y no una amenaza actual y urgente. El cambio climático es un ejemplo directo de desigualdad del siglo XXI. Estados Unidos es responsable del 26% de las emisiones de efecto invernadero mundiales en términos acomulados, Europa del 22% adicional, mientras que áfrica solamente contribuye con un 3,8%, y es el más afectado, los países de bajo ingreso son lo s que se enfrentan a las repercusiones, mientras que los países de alto ingreso son los responsables de la mayoría de emisiones.

Los países de bajo ingreso, que son mucho más vulnerables al aumento de temperaturas, perderán la totalidad de los sistemas agrícolas, donde numerosas zonas sufrirán hambrunas y se predice que muchas enfermedades serán mucho más generalizadas.

Por otra parte, la división no solamente existe entre países, sino que también se produce dentro de los mismo países. Quienes no puedan permitirse comprar su seguridad, se quedarán en las zonas de más riesgo, se crearán nuevos problemas para los países de bajo ingreso, el cambio climático agravará las desigualdades, ya que estos países no tienen la capacidad fiscal para enfrentarse a las grandes perturbaciones en las infraestructuras. El aumento de inundaciones provocará la propagación de enfermedades de transmisión hídrica a causa de los daños originados en los servicios de suministro de agua, los casos de malnutrición crecieron drásticamente debido al menor rendimiento de los cultivos, provocados por la sequía de las zonas tropicales. A causa de la compleja naturaleza de amplio alcance del cambio climático, los efectos indirectos para los países de bajo ingreso són mucho mayores: por lo que será más difícil recibir una educación de calidad, intensificará las desigualdades de género ya existentes, provocará conflictos, desestabilizará los gobiernos y forzará a las personas a abandonar los países natales, ya que estos países no disponen de fondos o apoyo para hacer frente a los problemas que el cambio climático provocará.

“Migrante climático” es un término que se escucha actualmente. El Banco Mundial prevé que 140 millones de dichos migrantes podrían existir en 2050. El 84% de los refugiados se encuentran en países de bajo ingreso y dichos países tienen una probabilidad cinco veces mayor de encontrarse desplazados por fenómenos climáticos. Incluso los países de alto riesgo están más preparados para poder hacer frente a sus consecuencias. Los países de bajo ingreso no cuentan con demasiado capital para invertir en esta problemática.

Es una gran lástima y una irresponsabilidad por parte de los responsables de las políticas económicas o haber realizado un trabajo minucioso para guiar y tener un rumbo de la economía en su conjunto. La excesiva atención los últimos años, incluso décadas, al producto interior bruto (PIB) como indicador de rendimiento económico no ha dejado reflejar el creciente degradación de los recursos naturales, o el trabajo inestimable pero remunerado, ni de las desigualdades salariales que condenan de por vida a la gente a la pobreza y a la exclusión social en todas las sociedades. El predominio del PIB ha perdido toda su legitimidad.

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