Efectos del cambio climático a la avifauna canaria

Efectos del cambio climático a la avifauna canaria

Biodiversidad y Biogeografía

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INTRODUCCIÓN:

Factores como la temperatura, la humedad y las condiciones climatológicas en general, son variables que guardan una estrecha relación con la dinámica de poblaciones, por lo que resulta lógico pensar que las implicaciones del cambio climático pueden estar causando algún tipo de efecto sobre éstas. Se cree que los efectos más destacados se ven reflejados en sus hábitos de vida, así pues los tiempos de migración o la época de cría se ven alteradas por estas nuevas implicaciones climáticas.

En este trabajo nos centraremos en los cambios en la dinámica de poblaciones a mediana y larga escala de la avifauna procedente del archipiélago canario. Para ello se llevará a cabo una pequeña revisión bibliográfica sobre el tema con la que poder discernir si aceptar o no la hipótesis de que el cambio climático tiene un efecto notorio sobre la avifauna canaria.

Cabe destacar que lograr relacionar un cambio en los hábitos de vida de un ave con las variaciones climáticas achacadas al cambio climático es un tema bastante complicado. El cambio climático es un proceso "lento” como para poder establecer criterios rotundos sobre si es el causante de dichas variaciones en la dinámica poblacional. Aun así, contrastando datos publicados de varias especies a lo largo de numerosos años, es probable que se logre establecer algunos resultados concluyentes.

El estudio será dividido de forma muy general en dos grupos claramente diferenciados según los hábitos de vida; por un lado estarán las aves de medio marino y por otro las aves de medio terrestre, que a su vez se desglosarán en cuatro puntos más (nidificantes migratorias, nidificantes sedentarias, nuevos nidificantes y nuevos divagantes). Debido a que éste trabajo no puede extenderse demasiado, en cada apartado tan sólo se abordará una especie, la más representativa de su grupo y por tanto, cuyos resultados puedan extrapolarse (en la medida de lo posible) al resto de aves con sus mismas características. Para el medio marino se ha escogido la pardela cenicienta (Calonectris diomedea) y en el medio terrestre, para las nidificantes migratorias el halcón de eleonora (Falco eleonorae), para las sedentarias el camachuelo trompetero (Bucanetes githagineus), para las nuevas nidificantes la tórtola senegalesa (Spilopelia senegalensis), y para los nuevos divagantes el calamón de Allen (Porphyrio alleni).

EFECTOS DEL CAMBIO CLIMÁTICO EN LAS ISLAS CANARIAS:

Si bien es cierto que no se puede afirmar con rotundidad la existencia de una causa-efecto directa entre los nuevos fenómenos adversos que están aconteciendo en las islas y el cambio climático, sí que se recogen una serie de características que dan pie a pensar que dicha relación entre el proceso climático y el aumento en la asiduidad de dichos fenómenos exista. Hasta 2004 no se había registrado ninguna tormenta tropical en la zona que abarca la Península Ibérica, Azores y Canarias y a partir de ese año comienzan a aparecer estos fenómenos con relativa frecuencia. Por otro lado, desde 1974 hasta finales de los años 80, en el archipiélago canario no se había registrado ninguna ola de calor, y sin embargo en los últimos años la tónica ha sido de aparecer dos por año (mínimo), registrándose las doce más potentes en los últimos cinco años.

Por otro lado, se tienen suficientes datos y pruebas para aceptar de forma empírica la relación entre el cambio climático y las alteraciones en las temperaturas. La corriente fría marina que nutre al archipiélago de un clima templado, se está viendo afectada por el deshielo de Groenlandia, lo que influye de forma directa en que el clima moderado del archipiélago se esté viendo sustituido por un clima cada vez más tropical y que está provocando que las islas se vean inmersas en un proceso cada vez más acusado de desertización.  

La subida del nivel del mar se pronostica que será especialmente notoria en las Islas Canarias. Se cree que el nivel subirá en torno a 15cm para 2050, pudiendo llegar a los 35cm en el norte de las islas. Esto puede suponer una pérdida de terreno al mar de unos 15 metros, lo que puede implicar un desplazamiento de todos los pisos vegetativos de las islas.

Si bien es cierto que el efecto insular hace que los cambios no sean tan drásticos si los comparamos con otras zonas de la península, se proyecta un incremento de temperatura en Canarias de entre 2-4ºC en verano y de 1-2ºC en invierno para el último tercio del siglo XXI. En la figura 1 podemos apreciar la evolución de las temperaturas para zonas puntuales del archipiélago. Los datos van desde 1971 hasta 2007 y como vemos se intuye un claro aumento en las temperaturas, tan sólo disminuido en el momento de la erupción del volcán Pinatubo.

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Figura 1: Evolución de las temperaturas en las islas Canarias desde 1971 hasta fechas actuales.

Evidentemente, todos estos efectos producidos por el cambio climático afectarán de forma directa a la dinámica poblacional de la del archipiélago, siendo especialmente llamativo el caso de las aves ya que su elevada capacidad de movimiento hace que nos encontremos casos de antiguos nidificantes y sedentarios que están disminuyendo su presencia en las islas y casos de nuevos individuos registrados, que debido a la alteración climática están encontrando en el archipiélago un nuevo hábitat que ocupar.  

EFECTO EN AVES DE MEDIO MARINO

Para evaluar el efecto que el cambio climático podría tener sobre las aves marinas del archipiélago canario, se ha escogido a la pardela cenicienta (Calonectris domedea), una especie muy representativa que se encuentra repartida por todo el archipiélago y cuyos datos podrían extrapolarse al resto de aves marinas con hábitos similares.

La biología de la especie es muy similar a la del resto de aves marinas, presentando un ciclo de vida muy lento y con una alta supervivencia en adultos. Además, éste tipo de aves por lo general no pueden ajustar el tamaño de su puesta en función de la oferta de alimento, sino que tienen una flexibilidad reproductiva muy limitada para adaptarse a las fluctuaciones del medio ambiente; por lo que en años en los que los recursos alimenticios escasean, los progenitores reducen  el esfuerzo y la energía destinada a la alimentación del polluelo, retrasando así el crecimiento de este y anteponiendo la condición física de ellos mismos (progenitores) a la de su prole. Por lo tanto, la disponibilidad de presas es el factor más relevante en el éxito reproductivo, por lo que podríamos afirmar que los dos problemas principales a los que las pardelas se enfrentan en un escenario de cambio climático, son por un lado las condiciones meteorológicas adversas, y por el otro el efecto colateral que las variaciones ambientales pueden causar en la distribución de sus presas. [pic 3][pic 4]

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