El Desafio De Ser Docente

SIGLO XXI: EL RETO DE SER DOCENTE

Cada docente se encuentra en el aula como miembro s de la sociedad civil: niños y jóvenes que ven la realidad desde la velocidad de lo cibernético, la angustia del desempleo y la necesidad de resolver problemas reales. Es urgente pasar de transmisor a formador. Ruta que pasa por el ejercicio autocrítico de la práctica docente centrada en la enseñanza y en la persona del docente a una propia del nuevo siglo con centro en el aprendizaje y en la persona del alumno. El proceso es semejante al de quien siembra: lo pequeño se deposita, cuidando con responsabilidad de los factores al alcance, desde fuera y en la confianza de que lo grande parezca a tiempo.

La práctica docente centrada en el aprendizaje y en el alumno arranca en la decisión del profesor para dejar la cátedra monolítica y acompañar el proceso de conocer en cada grupo. Una manera de personalizar el inicio del vínculo educativo es la identificación de las fortalezas personales de sí mismo y de cada alumno, para luego asumir la tarea de aprovechar los puntos fuertes y hacer crecer los débiles. Para identificar las prácticas docentes de facilitar el aprendizaje del alumno y enriquecer los procesos de formación del profesor debe desarrollar un proceso significativo y la integración de un desarrollo docente.

Educar para la equidad es para enfrentar los factores adversos de la globalización y aprovechar sus beneficios, la renovación y la identificación abren el camino para ofrecer la calidad que favorezcan un ejercicio competente que asegure el desarrollo del conocimiento y un servicio íntegro a la comunidad. SE trata de brindar lo mejor como factor de equidad, testimonio de posibilidad y esperanza para quienes menos tiene, impulso para reconocernos iguales y con necesidad del otro.

UN ACERCAMIENTO AL FENÓMENO DE LA IDEALIZACIÓN DOCENTE

El maestro debe ser un modelo de enseñanza, más que reconocer que es una persona que pretende educar. El reclamo está centrado en que el maestro no se propia del cambio, se deja llevar por las inercias, etc.

Pretender ver a la persona detrás del docente, es entrar en un mundo de satisfacciones y tensiones, de amores y desamores. Es necesario que el enseñante tome conciencia de las tensiones y conflictos que se viven en el campo escolar y tenga el coraje de reconocer la ansiedad que ello provoca para preservar su equilibrio psíquico. Son muchas las tensiones que envuelven el ser docente, desde las propias confrontaciones sociales y la devaluación de su práctica.

El maestro se convierte en un emisario que recibe la delegación social de aplicar dicha fuerza, junto con la responsabilidad de desarrollar una tarea integración civilizadora.

Otra tensión es que el maestro no ha sido reconocido desde el trabajo perspectivo del alumno con la teoría de los códigos lingüísticos de Bernstein, que ayuda a esclarecer algunos motivos de marginalidad sufridos por el alumno en el aula o en la institución en general.

Para comprender las tensiones y conflictos a los que se ve sometido el docente, una de las explicaciones dadas a este continuo pesimismo e insatisfacción, se relaciona con las imágenes idealizadas de la profesión docente, hacen el abismo y la frustración cada vez mayores entre lo que al maestro le refleja la realidad que es, y lo que debiera ser en el papel de este gran teatro. Frente a la actividad consolidadora o compensadora de los modelos mal o bien ofrecidos por parte de la familia, es el maestro el responsable de traducir, para el alumno, lo que la sociedad quiere de él: continuamente debe proclamar y encarnar ideales del superyó.

El maestro plantea dos caminos: la frustración permanente de ver que la realidad en su práctica es diferente a lo que debería ser, o bien la confusión o negación de su

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