El Principio De Precaución De Hans Jonas

Hans Jonas fue un filósofo alemán, conocido principalmente por su obra publicada en 1979 “El principio de responsabilidad”, donde trata temas como la responsabilidad, la naturaleza y cómo la ciencia y la tecnología van cambiando la relación del hombre con el mundo. Uno de sus principios más importantes es el principio de precaución, el cual analizaremos a continuación.

Según mi opinión, el principio de precaución debe ser el principio guía de la comunidad internacional en su lucha contra el cambio climático, ya que previene posibles daños en el medio ambiente ante incertidumbre científica de los efectos de nuevas tecnologías. A continuación analizaremos algunos de los beneficios del principio.

El principio de precaución evita la entrada de nuevas tecnologías cuando no existe el conocimiento necesario acerca de sus daños y de esta forma los evita. Hoy en día hay avances tecnológicos o nuevos productos que ingresan a nuestra sociedad como beneficios para nosotros en muchos ámbitos, sin embargo, no tenemos el completo conocimiento acerca de los efectos que pueden ocasionar, ya sea en nuestra salud, medio ambiente, comportamientos, etc. Debido a esto, el principio de precaución establece medidas, como barreras de entrada, para prevenir las posibles consecuencias dañinas de ciertas tecnologías, aún cuando no hay pruebas científicas que validen tal daño. En el caso del cambio climático, hay muchas actividades que han sido insertas en nuestra sociedad generando contaminación, efecto invernadero, tala de árboles, quema de combustibles, entre otras, sin preveer las consecuencias negativas que generan en la sociedad a corto y largo plazo, afectando nuestra forma de vivir y no cumpliendo el principio propuesto por Jonas. Actualmente podemos observar los efectos de todas estas actividades, que evidentemente no cumplieron con el principio, como el derretimiento de los glaciares, aumento de las temperaturas, olas de calor, sequías, etc. Una cita que Hans Jonas menciona en su texto y corrobora lo mencionado anteriormente es: “Obra de tal modo que los efectos de tu acción sean compatibles con la permanencia de una vida humana auténtica en la tierra” . Esta cita sigue la forma del imperativo práctico de Kant: “Obra de tal manera que uses la humanidad, tanto en tu persona como en la persona de cualquier otro, siempre como un fin al mismo tiempo y nunca solamente como un medio”. Ambas se relacionan al principio de precaución, ya que el fin es crear un mejor entorno para la humanidad a través de ella misma, siendo responsable de nuestras acciones y cuidando el planeta.

El principio de precaución debe guiar nuestro actuar, ya que si comenzamos a llevarlo a la práctica constantemente, el cambio climático tendrá un crecimiento más lento que el actual. El aumento de la temperatura en la Tierra ha sido de forma exponencial en el último siglo, afectando nuestra calidad de vida significativamente. El Protocolo de Kioto, es un acuerdo internacional que compromete a varios países a cumplir metas con el fin de disminuir sus emisiones de gases de efecto invernadero y de otros factores contaminantes. Si más países redujeran sus emisiones de sustancias contaminantes, siguiendo el principio de precaución, el aumento de las temperaturas desaceleraría, pero no se detendría. Aunque no existieran causas humanas que contribuyan con el cambio climático, existen causas naturales que no podemos controlar y no permiten utilizar el principio de precaución, por lo que las temperaturas continuarían aumentando, pero a una rapidez menor que la actual. Por ejemplo la actividad volcánica, cambios en la órbita terrestre, cambios en la actividad solar, entre otras, son causas naturales del cambio climático. Es por esto que si utilizáramos el principio de precaución ante toda nueva tecnología, el cambio climático sería más lento, contribuyendo con él sólo

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