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El Proceso De La Civilizacion


Enviado por   •  28 de Febrero de 2013  •  2.501 Palabras (11 Páginas)  •  369 Visitas

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El autor, Norbert Elias (Breslau, 1897) estudió Medicina, Filosofía y Sociología en Breslau, Friburgo y Heidelberg. Entre sus compañeros y profesores se cuentan: Kart Manhein, Alfred Weber, Rickert Husserl, y Jaspers. Vivió en su propia carne el drama de la Iª Guerra Mundial como soldado y en 1933, ante las atrocidades que anunciaba el nazismo y las limitaciones al trabajo de los intelectuales judíos, emigró a Francia y posteriormente, en 1938, a Gran Bretaña. En 1941 su madre moría en el campo de concentración de Auschwitz.

Desde 1954 era catedrático de Sociología en Leicester y ha ejercido la docencia en universidades de varios países. En 1977 Elias recibió el prestigioso Premio Adorno en Frankfurt. Fue un decidido crítico de la sociología tradicional, inclinada a la elaboración de modelos estáticos, como el de Talcott Parsons, y tendencias de grupo. En 1939 publicó en Alemania El proceso de civilización sin que llegara ciertamente a la atención del público, en parte por su condición de judío y en parte por su renuncia a formar parte de grupos doctrinarios. En 1970 surge del anonimato con un monumental trabajo y con una reconocida voz que debía ser escuchada por las Ciencias Sociales, especialmente por la Historia, hasta ser considerado uno de los sociólogos más importantes del siglo XX, teniendo tiempo de ver reconocida su obra antes de su muerte acaecida en 1990 a los 93 años de edad.

Fue sobresaliente su excepcional interés en comprender por qué los humanos se comportan como lo hacen, lo cual se hace evidente en el conjunto de su obra con títulos como: La sociedad cortesana, La sociedad de los individuos o La soledad de los moribundos; de la cual es pieza maestra El proceso de civilización, en la que realiza un elaborado análisis del “desarrollo histórico a largo plazo” que da lugar a una teoría de la civilización o del desarrollo social.

En El proceso de civilización Elias parte de un problema presente, la orgullosa autoconciencia que tienen los occidentales de ser “civilizados”, para demostrar que las formas de comportamiento consideradas típicas del hombre “civilizado” occidental no han sido siempre igual, sino que son fruto de un complejo proceso histórico en el que interactúan factores de diversa índole que dan lugar a transformaciones en las estructuras sociales y políticas y también en la estructura psíquica y del comportamiento de los individuos, es decir, que a lo largo de muchos siglos se va produciendo una transformación paulatina hasta alcanzar la pauta de nuestro comportamiento actual, lo cual no quiere decir que el proceso civilizador haya culminado, para Elias no tiene un principio específico y continua en marcha, ni siquiera lo identifica con la idea de progreso señalando que no hay nada intrínsecamente bueno o malo en la civilización. Por otro lado tampoco lo considera como un proceso rectilíneo sino que más bien implica flujos y reflujos, movimientos hacia atrás y hacia delante, incluso desplazamientos laterales. El proceso de civilización supone una transformación del comportamiento y de la sensibilidad humanos en una dirección determinada, pero no de una forma consciente o racional, no es el resultado de una planificación que prevea el largo plazo ya que estas capacidades presuponen un largo proceso que se tratará de explicar más adelante.

Para acotar un tiempo de investigación el autor se remonta a la Edad Media en diferentes unidades políticas europeas: Alemania, Inglaterra y Francia principalmente, extendiéndose hasta los comienzos de la Edad Contemporánea. El concepto de civilización deriva de la noción de civilité que como los de cultivé o politissé trataban de caracterizar la especificidad del comportamiento cortesano del siglo XVI y lo elevado de sus costumbres sociales frente a la conducta de personas más primitivas y sencillas.

El proceso de constitución del concepto de civilización así como su función y significado son diferentes para Inglaterra, Francia y Alemania, así para las dos primeras civilización designó en términos genéricos una mejora en el trato y las costumbres; en cambio, en Alemania, por oposición, se concibió como “cultura”, en alusión al hombre cultivado.

Norbert Elias realiza su análisis de los cambios graduales que se dan en la conducta, las costumbres y el carácter psicológico de las personas a través de la literatura, los libros de consejos y los manuales de courtoise, donde se manifiesta la diversidad de códigos y reglas para la configuración de las “buenas costumbres”, es decir, el proceso de modelación de los comportamientos hacia costumbres menos rudas en situaciones como la compostura en la mesa, la realización de las necesidades fisiológicas, el modo de sonarse o de escupir, el comportamiento en el dormitorio, las relaciones sociales y en el manejo y represión de la agresividad.

De este modo demuestra que el comportamiento de los hombres medievales podría calificarse de infantil (desde un punto de vista actual) con escasa represión de los instintos y de las necesidades fisiológicas tan naturales para ellos que no veían la necesidad de reprimirlas o hacerlas en soledad. Era una sociedad en la que los sentimientos actuaban de una forma más libre o espontánea e intensa, con oscilaciones muy extremas.

En el siglo XVI la clase nobiliaria caballeresca-feudal está en decadencia mientras se está gestando una nueva clase cortesana-absolutista abriéndose las posibilidades de ascenso social, de modo que los manuales de conducta del momento respondían a las necesidades de una sociedad en transición y en ellos se recogían las formas de comportamiento que la sociedad esperaba de sus miembros anunciando una nueva relación entre los seres humanos que se observan y configuran a sí mismos con una conciencia más clara que en la Edad Media. Según Elias esta situación da lugar a que avance el umbral de la vergüenza y de los escrúpulos, de modo que aumenta la presión externa que unas personas ejercen sobre otras a la vez que crece la presión interna para conseguir el autocontrol o la autocoacción que opera incluso cuando el individuo está en soledad y en consecuencia comienzan las transformaciones en las pautas de comportamiento.

A partir de las fuentes mencionadas Elias nos muestra la manera como una costumbre, aceptada en un tiempo, posteriormente deja de serlo debido a su hipótesis de que los “umbrales de la vergüenza” avanzan gradualmente como parte del proceso civilizador. Puede observarse que muchas conductas eran frecuentes y no causaban vergüenza porque no se consideraban descorteses o simplemente porque no se estaba informado de su nuevo

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