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El Salvaje Metropolitano


Enviado por   •  22 de Octubre de 2014  •  2.195 Palabras (9 Páginas)  •  278 Visitas

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El trabajo de campo como instancia reflexiva del conocimiento

El trabajo de campo antropológico se fue definiendo como la presencia directa, generalmente individual y prolongada, del investigadoren el lugardonde se encuentran los actores/miembros de la unidad sociocultural que desea estudiar.

1. ¿Qué es el "campo"?

El campo de una investigación es su referente empírico, la porción de lo real que se desea conocer, el mundo natural y social en el cual se desenvuelven los grupos humanos que lo construyen.

El campo no es un espacio geográfico, un recinto que se autodefine desde sus límites naturales (mar, selva, calles, muros), sino una decisión del investigador que abarca ámbitos y actores; es continente de la materia prima, la información que el investigador transforma en material utilizable para la investigación.

Utilizaremos "campo" y "referente empírico" indistintamente.

El investigador accede, pues, a dos dominios diferenciales, aunque indisolublemente unidos: uno es el de las acciones y las prácticas; otro, el de las nociones y representaciones.

Lo real comprende hechos pasados y presentes, a los que pueden referirse representaciones y nociones. Por ejemplo, no sólo comprende la facticidad del movimiento hippie, sino también las ideasque se expresan al comparar a los jóvenes de antes con los de ahora.

Lo real abarca asimismo -aun cuando entren en contradicción prácticas, valores y normas formales- lo que la gente hace, lo que dice que hace y lo que se supone que debe hacer.

Contradicciones que el antropólogo no desecha sino que estudia: es bien sabido que el curanderismo está penado por ley como ejercicio ilegal de la medicina, aun cuando son pocos los que jamás han recurrido a este sistema médico.

Al considerar que el mundo social es un mundo preinterpretado por los actores, el investigador necesita desentrañar los sentidos y relaciones que construyen la objetividad social.

Cuando se dice que se "recolectan datos", se está diciendo que se releva información sobre hechos que recién en el proceso de recolección se transforman en datos.

2. Trabajo de campo y reflexividad

El antropólogo pone especial cuidado en que sus intereses y sus objetivos no diluyan incontroladamente la realidad social que quiere conocer, ya que pretende que ese conocimiento no sea ni etno ni sociocéntrico.

El propósito de una investigación antropológica es doble: por un lado, ampliar y profundizar el conocimiento teórico, extendiendo su campo explicativo; y por el otro, comprender la lógica que estructura la vida socialy que será la base para dar nuevo sentido a los conceptos teóricos.

El investigador interpreta el referente empírico a partir de prácticas o actividades concretas y de categorías que algunos han definido como "folk" (Ogbu, 1985: 41; Spradley, 1979). o como "emi" (Pike, 1967) y otros simplemente han llamado "sociales" (Rockwell, 1986).

No pierde de vista los conceptos teóricos (parentesco, plusvalía, lucha de clases, marginalidad, solidaridad social, función, etc.) en su etapa de campo, sino que aspira a reconocer dequé modo se especifican y resignifican en lo real concreto.

El objetivo del trabajo de campo consiste en recabar información y material empírico que permita especificar problemáticas teóricas, reconstruir la organización y la lógica propias de los grupos sociales y reformular el propio modelo teórico, a partir de la lógica reconstruida de lo social.

Estos objetivos no se concretan en etapas sucesivas sino a lo largo de un solo y mismo proceso. Prácticas teóricas, de campo y del sentido común se reúnen en un término que define al trabajo de campo: la reflexividad.

En su cotidianidad, la reflexividad indica que los individuos son los sujetos de una cultura y un sistema social: respetan determinadas normas y transgreden otras; se desempeñan en ciertas áreas de actividad, y estas acciones, aunque socialmente determinadas, las desarrollan conforme a su decisión y no por una imposición meramente externa. A partir de la iniciación de la relación de campo, la reflexividad de cada una de las partes deja de operar independientemente, y esto ocurre por más que cada uno lleve consigo su propio mundo social y su condicionamiento histórico.

En un segundo sentido, más específico, aludimos a la reflexividad desde un enfoque relacional, no ya como lo que el investigador y el informante realizan en sus respectivos mundos sociales, sino como las decisiones que toman en el encuentro, en la situación del trabajo de campo. De modo que, en la situación de campo, el investigador no es el único estratega, y las técnicas de obtención de información tienen como eje esta premisa.

La reflexividad en el trabajo de campo es el proceso de interacción, diferenciación y reciprocidad entre la reflexividad del sujeto cognoscente -sentido común, teoría, modelo explicativo de conexiones tendenciales— y la de los actores o sujetos/objetos de investigación.

En los hechos, la reflexividad ha quedado limitada a la de los informantes. La reflexividad del investigador no se ha tomado en cuenta, poniendo de manifiesto una concepción en la cual ella no desempeñaría ningún papel relevante para el conocimiento.

El trabajo de campo implica un pasaje de la reflexividad general, válida para todos los individuos en tanto seres sociales, hacia la reflexividad deaquellos que toman parte en la situación de trabajo de campo, desde sus roles de investigador o informantes. Este proceso está íntimamente ligado con el aprendizaje de perspectivas no sociocéntricas.

El antropólogo y la población provienen de dos universos de significación, de dos mundos sociales diferentes.

El investigador se encuentra con comportamientos y aseveraciones inexplicables que, a los fines de la exposición, distinguimos en dos órdenes: por una parte, el mundo social y cultural propio de los sujetos cuya lógica el investigador intenta dilucidar; por la otra, las reacciones y conductas de la situación de campo propiamente dicha.

La reflexividad adopta, sobre todo en esta primera etapa, la forma de la perplejidad. El investigadorno alcanza a dilucidar el sentido de las respuestas que recibe, ni las reacciones que despierta su presencia; puede sentirse incomprendido en sus propósitos, o que molesta y frecuentemente no sabe qué decir ni preguntar. Los informantes, por su parte, desconocen qué desea el investigador al instalarse en su vecindario, o cuando conversa con su

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