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El concepto aristotélico de movimiento


Enviado por   •  21 de Octubre de 2014  •  Trabajos  •  2.997 Palabras (12 Páginas)  •  302 Visitas

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El movimiento es el CONTINUO. Todo absolutamente todo está en movimiento.

Tú te mueves cada día para ir de un lugar a otro, al mismo tiempo que estás girando a más de 1000 km/h con la Tierra, y moviéndote con ella alrededor del Sol a más de 100.000 km/h respecto a este.

A su vez que nos movemos con el Sistema Solar a 900.000 km/h alrededor del centro de nuestra Galaxia, la Vía Láctea.

El movimiento está presenta a cualquier escala, microscópica o macroscópica, por lo tanto, en nuestra vida cotidiana también.

Respecto a su importancia en la calidad de vida, aquí ya entraríamos, o podríamos entrar fácilmente a temas morales, pero en resumidas cuentas, la importancia en la calidad de vida también es absoluta. Estamos hechos para movernos. No estamos hechos para estar en una silla de ruedas, no?

Luego podemos decir que, entre otras cosas como tener una buena salud, no tener enfermedades, etc, el hecho de poder moverse sin limitaciones implica una buena calidad de vida.

El concepto aristotélico de movimiento

Para Aristóteles (s. IV a.C.), el estado natural de un cuerpo era el reposo. Aparte del mundo celeste donde el movimiento natural único sería el circular uniforme, en el mundo inferior (sublunar), debemos distinguir entre el movimiento rectilíneo vertical y los demás.

El movimiento vertical es un movimiento natural que viene determinado por la tendencia del elemento presente a volver a su lugar natural cuando se encuentre fuera de él. Así, cuando se calienta un vaso de agua, el vapor se eleva por la presencia del elemento fuego que tiende a llegar a la esfera de fuego. Al enfriarse, el vapor abandona el fuego, y el agua, que es ahora el elemento predominante, tiende a ocupar su lugar natural abajo. Como consecuencia, en el movimiento de caída libre de los cuerpos, la velocidad deber ser proporcional a la cantidad de su elemento constituyente, así, los cuerpos más pesados caerían más deprisa que los más ligeros.

Este pensamiento no era el resultado de experiencias mal realizadas o de errores de medidas, ya que los antiguos griegos no experimentaban, sólo especulaban, sino que era una consecuencia característica de un esquema global de pensamiento.

Todos los demás movimientos, los no verticales y los verticales en que un elemento se aleje de su lugar natural, son movimientos violentos que necesitan de una violencia exterior, sin la cual permanecerían continuamente en reposo. Es decir, la inercia natural de los cuerpos es permanecer en reposo, todo movimiento implica un motor, y como la inercia no se extiende para Aristóteles al movimiento, la acción del motor debe prolongarse tanto como el movimiento mismo: cessante causa, cessante effectus.

Otra de las aportaciones de Aristóteles fue su explicación del movimiento de proyectiles. Para Aristóteles, la causa del movimiento de un cuerpo separado de su motor es que produce un vacío en su desplazamiento que es ocupado por el aire de los alrededores, lo que provocaría la continuación del movimiento

Por otra parte, en el movimiento deben considerarse dos aspectos: la acción del motor y la resistencia del medio a través del que se mueve. Ésta frena el impulso del móvil y si llega a compensar la fuerza motriz, hace que el cuerpo vuelva a su estado de reposo. Para Aristóteles, la velocidad de un cuerpo es inversamente proporcional a la resistencia que ofrece el medio en que se mueve. Así, en el vacío, donde la resistencia es cero, la velocidad sería infinita, lo que le lleva a concluir que el vacío no existe (horror vacui).

De Aristóteles a Galileo. El concepto medieval de movimiento

En la medida en que reaccionan contra la física de Aristóteles, algunos maestros de la Baja Edad Media han sido calificados como los precursores de Galileo. Recientemente se ha demostrado que las propiedades fundamentales del movimiento uniformemente acelerado, atribuidas a Galileo, fueron descubiertas y demostradas entre 1328 y 1350 por los estudiosos del Merton College de Oxford.

En sus trabajos distinguieron entre cinemática, geometría del movimiento y dinámica, la teoría que estudia las causas del mismo. La naturaleza cualitativa de la física griega fue sustituida, al menos en el estudio del movimiento, por las magnitudes numéricas que han regido desde entonces la física occidental.

Otra gran aportación de la época procede de Jean Buridan (Universidad de París), que introduce el concepto de ímpetus en su crítica al estudio movimiento de proyectiles de Aristóteles, definiéndolo de modo muy similar a lo que hoy entendemos por cantidad de movimiento. Estas nuevas ideas del movimiento nacidas en Francia e Inglaterra renovaron la física aristotélica, pero incorporándose a ella, sin generar una verdadera revolución que no llegaría hasta el s. XVII.

Galileo y la caída libre de los cuerpos

Ya se sabía antes de Galileo que los aristotélicos estaban equivocados en sus teorías sobre la caída libre, pero fue el quien descubrió los detalles de la descripción correcta de este movimiento y lo incluyó como parte de un sistema más general de la mecánica.

En su libro Dos Nuevas Ciencias, discute las matemáticas del movimiento uniformemente acelerado y después identifica la caída libre con este tipo de movimiento. Aunque esto no era demostrable experimentalmente en su época, pudo demostrar analíticamente que una esfera rodando por un plano inclinado obedece a las mismas reglas que el movimiento de caída libre, tratándose de un caso diluido o menos rápido de dicho movimiento.

Los estudios experimentales de Galileo le permitieron establecer justificadamente las leyes del movimiento de caída de los cuerpos, que se pueden resumir de la siguiente forma:

1. Todos los cuerpos, independientemente de su peso, caen en el vacío a una distancia determinada en el mismo tiempo.

2. El movimiento de un cuerpo en caída libre o rodando por un plano inclinado, es uniformemente acelerado, es decir, se obtienen incrementos iguales de la velocidad en tiempos iguales.

Galileo afirma además, que un cuerpo en movimiento sobre un plano horizontal sin rozamiento que se extiende hasta el infinito continuará moviéndose indefinidamente con la misma velocidad (ley de la inercia). Otra de sus grandes aportaciones es la solución al movimiento de los proyectiles, demostrando que era una parábola; o el de caída parabólica, donde demuestra la existencia de dos movimientos compuestos que no se alteran al mezclarse, ni se ocultan, ni se impiden mutuamente.

Todos estos estudios del movimiento

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