El diagnóstico médico, Historia y teoría. Pedro Lain Entralgo

UNIVERSIDAD NACIONAL DE COLOMBIA

FACULTAD DE ODONTOLOGÍA

Cristian La Loquita Pastusa

Reflexión sobre el texto: El diagnóstico médico, Historia y teoría. Pedro Lain Entralgo.

El presente es un pequeño esfuerzo por destacar algunas reflexiones breves en torno al texto de Lain Entralgo, lo que implica que no se pretende acá hacer un listado de las ideas destacadas del documento, sino esbozar algunas anotaciones que me surgen a raíz de la lectura del mismo, en concordancia con el contenido de la asignatura y en coherencia con mis intereses e inclinaciones académicas.

La medicina requiere del diagnóstico para poder dar inicio al proceso de atención de la enfermedad pues los esfuerzos deben enfocarse a la atención de las manifestaciones del padecimiento, así como es indispensable contrarrestar desde las causas de la misma, permitiendo que esta cese. Esto ratifica que en el ejercicio de la atención médica debe partirse del reconocimiento del padecimiento y de las características del mismo.

El diagnóstico es pues el primer paso a la hora de aprehender la enfermedad y tratarla, debido a lo cual es indispensable que los profesionales de la salud y quienes se encargan de la reflexión en torno al ejercicio de esta ciencia dediquen esfuerzos y atención para entender lo, para saber su proceso histórico y el porqué de la condición y concepciones que rigen en la actualidad.

El texto sobre el cual versa la presente reflexión es una vívida manifestación de tal preocupación, el autor entiende que la medicina es una ciencia, lo cual le otorga una condición de producto social, esto le reviste de un carácter histórico, pues toda acción social depende de su contexto histórico.

Así, como ciencia la medicina evoluciona gracias a los avances técnicos y del conocimiento especializado, como descubrimientos en métodos, nuevos medicamentos o invenciones tecnológicas. De otro lado, también avanza o, simplemente, cambia adaptándose a los requerimientos de la sociedad o de las clases que detenten el poder, es decir que es también una herramienta de ejercicio de poder y de control (muy al estilo de Foucault). Sin embargo, su “adaptación social” obedece no solamente a la instrumentalización de la medicina como herramienta de control, existen otros cambios que van de la mano con los paradigmas científicos, de concepción de la naturaleza, de las necesidades de ciertos grupos sociales, principios éticos, etcétera.

Puede citarse para ilustrar esta idea en la fase temprana del método anatomoclínico el paso de la autopsia como método para corroborar post-mortem un diagnóstico dictado en vida por el médico, para pasar al uso de la autopsia como método para encontrar un diagnóstico (p.p. 58). O el proceso de transición de la Medicina a ciencia formalmente reconocida por el canon institucionalmente establecido, mediante la intervención de Laplace quien sugirió que los practicantes de esta debían formar parte de la Academia de Ciencias, como reflejo de su búsqueda de equiparar la medicina como una ciencia exacta, pues esta era tenida como imprecisa debido a la incapacidad de diagnosticar con exactitud (p.p. 61).

En estos procesos el papel de quienes se dedican a pensar la ciencia, a innovar y a intentar construir herramientas para el progreso del conocimiento y del ejercicio de una profesión, es trascendental. El avance de la medicina depende en gran medida del avance de la concepción del diagnóstico, intentando construir un conducto lógica de entendimiento de la enfermedad y de su reconocimiento.  El signo físico como manifestación que puede conducir al entendimiento de la naturaleza y de la génesis de la enfermedad es fundamental en dicho proceso, la razón radica en que el cuerpo mismo debe estar en un estado de normalidad para denotarse como sano, cualquier alteración en presencia de un estado negativo debe ser asociada como posible causa de la enfermedad.

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