El océano y sus recursos

EL OCEANO Y SUS RECURSOS     I. PANORAMA OCEANICO

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Autores: Juan Luis Cifuentes Lemus / Pilar Torres García / Marcela Frías M.

Nombre de la materia: lectura, expresión oral y escrita

Nombre del alumno: Alejandro Contreras Torres

Nombre del maestro: Ereri Maliachi Villasana

Grado y grupo: 2AMRH

Ciencia: biología

Resumen del capítulo 2.

Un océano formado por grandes extensiones de agua salada cubre las tres cuartas partes de la superficie terrestre. Según la tradición bíblica, Dios usó arcilla para crear a la humanidad y se asume que, según esta creencia, el planeta en el que vivimos se llama Tierra. Por lo tanto, también comenzó a darse cuenta de la verdadera escala del océano y descubrió después de unos años que el océano ocupa un área más grande en la tierra que cualquier continente. Esto llevó a muchos pensadores a proponer cambiar el nombre de la tierra por agua, océano, planeta acuático u Oceanía.

Gracias a la tecnología moderna, estas proporciones de agua y tierra observadas desde satélites artificiales se pueden comprender mejor en nuestro planeta. Si el material de las montañas llena los valles y capas inferiores, los continentes solo alcanzarán una altura uniforme de 700 metros. Si lo mismo ocurre con la tierra sumergida, si toda la tierra está al mismo nivel, la profundidad del océano será de 3,5 kilómetros. Si la superficie de la tierra se vuelve plana y el hielo en los polos se licua en este momento, la tierra estará completamente cubierta por 2,4 kilómetros de agua, y se le llama "nivel medio de la tierra".

La distribución actual de tierra y mar es irregular, porque, aunque los continentes se adelgazan hacia el sur, los océanos se ensanchan en el mismo punto. Los continentes se extienden en dirección norte-sur, y la tierra y el mar están distribuidos de manera completamente irregular. En algunas zonas, el océano se mueve tierra adentro como un enorme laberinto; en otras zonas se forman islas de rosarios, algunos de los cuales han alcanzado un gran tamaño, formando un archipiélago. Como todo lo que usa, los humanos usan restricciones arbitrarias para clasificar el océano, lo que le permite establecer una jerarquía lógica para comprender y conquistar sus aguas.

Esto permite una primera distinción entre los océanos. Por lo tanto, se pierde el antiguo concepto de "siete océanos" Según los datos proporcionados por el Buró Hidrográfico Internacional, actualmente hay 54 océanos distribuidos entre los cinco océanos. Las costas suelen estar alejadas unas de otras y casi no hay islas. El océano también es muy ancho. Al igual que el Atlántico, forma una majestuosa avenida, de unos 13.500 kilómetros de largo y 1.080 kilómetros de ancho, que se extiende desde los mares polares del norte. a los mares polares. Sur. Aguas cerradas o interiores.

Están aislados del océano y otros océanos, por lo que están completamente desconectados de la vida marina. Sin embargo, debido a la naturaleza del agua salada, se consideran océanos. Algunos de estos océanos quedan aislados en altiplanicies continentales, como Salt Lake City en Utah y la isla Urmia dentro de los límites de Armenia, estos mares casi no tienen profundidad a los 100 metros sobre el nivel del mar a excepción de sus aguas. Aguas costeras.

Están aislados en el borde del océano, formando grandes abolladuras a ambos lados del continente. También se ven afectados por la tierra, que les trae tormentas y el caudal de los ríos. Estas áreas marinas son más abundantes en el hemisferio norte, como el Mar del Norte en Europa y el Mar de Siberia Oriental en la Unión Soviética. Mar continental.

Otros mares continentales más pequeños que el Mediterráneo son el Mar Rojo en la frontera de África y Asia y el Mar Negro en Europa y Asia, donde se encuentra el Mar Menor de Azov en Europa.

Resumen del capítulo 3.

El espacio vital en el océano es aproximadamente 300 veces mayor que el de todos los continentes e islas. Aquellos de nosotros que vivimos en él estamos restringidos por una fina capa de atmósfera que tiene solo unos pocos metros de espesor. Los científicos han estudiado la relación entre las distintas regiones que comienzan a descender desde la costa hasta las profundidades del océano. Por ejemplo, observaron que el descenso desde la playa fue lento para llegar al abismo, pero también encontraron que dentro de este rango de profundidad, el tipo y número de criaturas que habitaban en él cambiaba. Por ejemplo, cerca del delta del río Mississippi, la plataforma termina a una profundidad de 100 metros, y cerca de la costa de Florida, termina a 700 metros.

Por lo tanto, el valor medido de 200 metros no se puede utilizar como estándar para definir su límite. En algunas zonas, como las aguas de la costa de California o la escarpada costa cantábrica, casi no hay plataformas y la tierra desciende a las profundidades del océano a un ritmo alarmante. Sin embargo, en la mayoría de las costas, el ancho de la plataforma es de solo 60 a 80 kilómetros y, de hecho, puede alcanzar una profundidad de unos 200 metros. En la costa del Océano Ártico, la plataforma continental se extiende por 1.200 kilómetros y tiene casi el mismo tamaño en la costa de China y Siberia en el Océano Pacífico.

En la costa del desierto del Sahara, hay algunas zonas que requieren una navegación de más de 120 kilómetros para pasar de 50 metros a 100 metros de profundidad. Los cañones submarinos, que casi siempre son perpendiculares a la costa, varían mucho en profundidad de 80 a 90 metros, descendiendo a 1.500 o 2.000 metros. El área de la plataforma continental en todo el mundo es de unos 30 millones de kilómetros cuadrados, lo que representa del 7,6% al 8,3% del área total del lecho marino (352,7 millones de kilómetros cuadrados). Por ejemplo, el talud continental frente a la costa de Gibraltar se redujo drásticamente a 550, 700, 1.500 y 3.800 metros.

En la zona donde comienza el talud continental que constituye la Gran Muralla del Fondo Marino, la profundidad del agua es de solo 200 metros, mientras que a pocos kilómetros de la costa, aumenta a 3000 metros, 6000 metros, o incluso 9000 metros. En otros lugares, la velocidad del mar es de 1,5 kilómetros cada 6 a 8 kilómetros. A tan solo 200 kilómetros de la costa, la pendiente puede alcanzar una profundidad de más de 700 metros antes de llegar al abismo. Como se mencionó anteriormente, hay un enorme lecho marino al final del talud continental. Debido a que muchos científicos tienen datos relativamente escasos y aislados en estas profundidades, todavía hay muchas incógnitas alrededor.

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