Enfermeria Gral 1 Universidad De Maimonides
anahi201422 de Junio de 2014
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UNIDAD 2
DEFINICIÓN DE RECIÉN NACIDO O NEONATO
Se puede denominar recién nacido o neonato al niño proveniente de una gestación de 22 semanas o más; desde que es separado del organismo de la madre hasta que cumple 28 días de vida extrauterina.
ADAPTACION A LA VIDA EXTRAUTERINA
La transición del recién nacido desde la vida intrauterina a la vida extrauterina requiere muchos cambios bioquímicos y fisiológicos. Así cuando deja de depender de la circulación materna a través de la placenta se activa la función pulmonar del recién nacido para que se ponga en marcha el intercambio respiratorio, se activa la función gastrointestinal para la absorción de alimentos, la función renal para la excreción de los productos de desecho y para el mantenimiento de la hemostasis química, la función hepática para la neutralización y excreción se sustancias tóxicas y el sistema inmune para la protección contra infecciones. El sistema cardio-circulatorio y endocrino también tiene que adaptarse.
CIRCULACION FETAL
La circulación fetal normal difiere de la circulación neonatal por las siguientes características:
a) Existe una resistencia pulmonar elevada y resistencias vascular sistémica baja.
b) Ambos ventrículos, izquierdo y derecho, contribuyen a la perfusión y circulación sistémica; circulación en paralelo.
c) Circulación preferencial a través del foramen oval, ductus arterioso y ductus venoso.
d) Lugar de intercambio gaseoso fetal es en la placenta.
La oxigenación ocurre en la placenta, la sangre con alto contenido en oxígeno pasa de la placenta a la vena umbilical. La sangre de la vena umbilical se distribuye entre los 2 lóbulos del hígado, la mitad de la sangre de la vena umbilical realiza bypass a la circulación del hígado a través del DUCTUS VENOSO llegando directamente a la vena cava inferior. Así la vena cava inferior (VCI) contiene alta concentración de oxígeno. En contraste con la vena cava superior (VCS) que contiene el retorno venoso del sector superior del cuerpo.
A pesar que tanto la VCS como la VCI arriban a la aurícula derecha se mantiene la separación según el contenido de oxígeno. La sangre que viene de la VCS (< tenor de 02) cruza preferentemente la válvula tricúspide y es enviada por el ventrículo derecho, a través del DUCTUS ARTERIOSO, hacia la Aorta descendente y placenta (donde se volverá a oxigenar).
La sangre de la VCI (> contenido de 02) cruza preferentemente el foramen oval hacia la aurícula izquierda, luego pasa al ventrículo izquierdo desde donde se envía preferentemente hacia el sector superior del cuerpo (cerebro y circulación coronaria) a través de la aorta ascendente.
(Se buscará una imagen adecuada)
TRANSICIÓN A LA VIDA EXTRAUTERINA
Al nacimiento ocurre un número de eventos que resultan en importantes cambios fisiológicos en la circulación del neonato. Estos cambios son:
a) Aumento de la resistencia vascular sistémica
b) Descenso de la resistencia vascular pulmonar
c) Cierre del ductus arterioso y ductus venoso
El clampeo del cordón umbilical remueve el lecho capilar de baja resistencia de la circulación sistémica y así se produce aumento de la resistencia vascular sistémica del neonato. El inicio de la respiración produce descenso de la resistencia vascular pulmonar. El aumento del flujo sanguino pulmonar lleva a mayor retorno sanguino de la aurícula izquierda (AI). Así el aumento del llenado de la AI limita y eventualmente elimina el flujo desde VCI a través del foramen oval.
El aumento de la saturación de 02 a nivel arterial lleva al cierre funcional del ductus arterioso y del ductus venoso. El cierre funcional del ductus arterial lleva aproximadamente 10 – 15 horas luego del nacimiento y el cierre anatómico ocurre entre días hasta 2 semanas.
El foramen oval puede permanecer abierto del punto de vista anatómico por semanas o meses o inclusive hasta la edad adulta sin generar repercusión hemodinámica.
RECEPCIÓN DEL RECIÉN NACIDO
A los pocos segundos del nacimiento, sea éste por vía vaginal o por cesárea, cuando disminuye la intensidad del latido del cordón umbilical, éste se secciona entre dos pinzas o clamps de plástico. Se produce casi sin darse cuenta la independización del bebé con respecto al cuerpo de la madre.
Este procedimiento es indoloro tanto para el bebé como para la mamá. Ahora podrás recibir a tu bebé, tocarlo, acariciarlo, mirarlo, y besarlo.
Mientras esto ocurre, el pediatra ya le ha efectuado el primer examen clínico que le permite determinar el score de Apgar (sistema de puntaje por el cual se valora el estado de salud del bebé al minuto del nacimiento). Para ello valoró la frecuencia cardíaca, el esfuerzo respiratorio, el tono muscular y el color de la piel.
Pocas veces nace el bebé con color rosado. Este se alcanza luego de algunos minutos de vida. La piel viene cubierta por una sustancia blanquecina, grasosa, llamada vermix caseoso, que la protege.
Manos y pies suelen estar azulados. Pueden permanecer de ese color varios días. Esto es normal.
Cuando ya has tenido tiempo de acariciar y hablar con tu hijo todo lo necesario, el neonatólogo necesita llevárselo para realizar un examen más detenido y minucioso en el "sector de recepción del recién nacido". Es un ambiente contiguo a la sala de partos que cuenta con todos los elementos necesarios para examinar y asistir al neonato.
Allí lo secaremos, especialmente en los pliegues cutáneos. Estamos en un ambiente cálido que nos permite examinar al bebé totalmente desnudo.
En ese momento completamos la aspiración de las secreciones con una sonda de tamaño adecuado a la contextura física de cada bebé. Es costumbre de muchos neonatólogos realizar una primera aspiración apenas se produce el nacimiento, aun antes de cortar el cordón umbilical.
Esta operación es indispensable cuando el liquido amniótico tiene meconio (material eliminado por el intestino fetal), pues esa sustancia extraña podría producir dificultades respiratorias si llegara a los pulmones.
La sonda de la sala de recepción está conectada a un sistema denominado Yanson, que facilita la aspiración. Esta se realiza en forma intermitente para evitar estímulos reflejos.
Actuando así no se corre el riesgo de producir una bradicardia (disminución de la frecuencia cardiaca). Avanzamos con la sonda hasta el estómago para verificar la permeabilidad del esófago.
Se corrobora la edad gestacional (tiempo al nacimiento) para ver si coincide con la determinada por la fecha de la última menstruación. Es necesario saber si el niño ha nacido de término, pretermino o postérmino. Para ello utilizamos las siguientes pautas:
Textura de la piel (piel muy fina es indicación de prematuro)
Forma de la oreja
tamaño de las glándulas mamarias y formación del pezón
pliegues plantales.
Datos del examen neurológico nos advierten acerca del desarrollo neurológico madurativo del bebé.
UN BEBÉ DE TÉRMINO TIENE LAS SIGUIENTES CARACTERISTICAS:
Piel rosada, pies y manos ligeramente azuladas
Temperatura que irá variando de los 36 a los 36.9 grados
Acostado sobre una colchoneta se presenta ligeramente encogido, con las extremidades flexionadas y los puños apretados, o las manos muy abiertas con los deditos algo rígidos.
La cabeza del recién nacido es proporcionalmente muy grande en relación con el cuerpo. Mide 35 cm. de diámetro en promedio. Podría tener cefalohematomas como producto de un parto prolongado. Estos no requieren ningún tratamiento ni dejan secuelas.
La fontanela (mollera en términos populares) debe tener un tamaño y tensión adecuada. Puede haber cabalgamiento de los huesos del cráneo, debido a la adaptación sufrida en el canal del parto. Son pequeños sobrerrelieves que desaparecerán en poco tiempo.
Los ojos por lo general son de color grisáceo. Pueden tener manchitas rojas. Y aunque no lo creas, tu bebé ve. La distancia óptima para que vea con nitidez es de 36 cm.
El bebé también oye los sonidos (frente a ellos pestañea o mueve la cabeza). Luego examinamos el tronco, auscultamos los pulmones, controlando la frecuencia respiratoria. Ella oscila entre los 40 y 60 por minuto. La respiración es superficial y regular.
La auscultación cardíaca nos permite detectar alteraciones congénitas y corroborar si se lleva a cabo normalmente el proceso de adaptación extrauterina del aparato cardiorrespiratorio. El bebé tiene una frecuencia cardiaca de 100 a 140 latidos por minutos, que puede aumentar durante el llanto.
Luego examinamos la panza y el cordón umbilical.
Finalmente controlamos los genitales. A los varones les palpamos los testículos para determinar su correcta ubicación en las bolsas y si el prepucio del pene está normalmente adherido al glande. No es correcto retraerlo. Esa fimosis fisiológica dura hasta el año. La fuerza del chorro miccional nos garantiza la normalidad.
Los labios mayores
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