Ensayo #1: Concepto propio de Intervención Nutricional

Ensayo #1:
Concepto propio de
Intervención Nutricional.

A lo largo de mi preparación como profesionista en el campo de la Nutrición, fui aprendiendo varios conceptos que, sí bien eran algo nuevo y, de cierta manera extraños para mí, fueron formándome día con día en mi educación profesional, tanto como nutrióloga, como persona.  Todos los conocimientos llevaban a un mismo fin, mejorar la intervención nutricional. 

Existen muchas definiciones para explicar de que se trata, la definición del Tesauro 2013, en la Biblioteca Agrícola Nacional de los Estados Unidos menciona que la intervención nutricional son pruebas clínicas de dietas o suplementos dietarios a uno o más grupos específicos en riesgo, tales como pacientes con cáncer, mujeres embarazadas, niños con síndrome de Down, poblaciones con deficiencias nutricionales, etc.
Por otro lado, la Sociedad Cubana de Nutrición Clínica, la define literalmente, como un conjunto de las acciones alimentarias, nutrimentales y metabólicas que deben emprenderse en un individuo antes, después y de cualquier de algún proceso quirúrgico o de otro tipo en el campo de la salud. Y así podría escribir muchísimas más definiciones sobre este concepto, pero sin duda, la mejor manera en que aprendí y hice mi propio concepto de intervención nutricional, fue cuando empecé mi trabajo de campo, tanto en la universidad, como en el servicio social.  En mi universidad, el buen trato a las personas, era algo “extremadamente” practicado, y para ser sincera, fue algo que me tomó un poco de tiempo acostumbrarme a tantas sonrisas, tanta amabilidad, en aquella pequeña universidad en la Cuidad de Navojoa.

Durante toda mi carrera, tuve que tratar mucho con personas de diferentes estatus sociales, culturas, religiones, edades, capacidades especiales, etc., fue ahí cuando entendí, que para ser un profesionista competente y reconocido, no sólo basta con los conocimientos, también se debe de tener una actitud  empática, se tiene que tener la capacidad para dejar a un lado todos tus conocimientos teóricos, ya que en la práctica, trabajo de campo, son muchos conocimientos y conceptos, los que no se aplican.

Sin duda alguna, fue todo un reto poder llegar a sembrar la semilla del interés sobre la salud en algunas personas, y más aún, predicar con el ejemplo, porque nadie le hace caso a una persona que te dice que te cuides, que no fumes, que no comas grasas, cuando esa misma persona queriendo realizar una “intervención” lo hace. Realicé mis prácticas profesionales en 3 hospitales en la Cd. De Obregón, solo de recordar esos días, me llena de una nostalgia muy grande, fueron meses de arduo trabajo, de ver una gran cantidad de personas con diferentes problemas, y no solo relacionados con su salud. Me topé con grandes personas, que en verdad cumplían con todos los puntos para hacer de la mejor manera una intervención nutricional, pero también, me encontré con personas que no deberían de tener trato con otra persona hasta que aprendieran a ser respetuosos.

 Realizar una buena intervención no es solamente explicar y dar por hecho que la persona entendió, decirle buenas tardes, darle cita para dentro de un mes y pedir que le diga al siguiente paciente que pase, para que una intervención sea buena, de calidad e impacto, nos tenemos que poner a la altura de la otra persona, ser amables, empáticos, hacerla de psicólogos, ser compadres, comadres, mamá y papá, hermanos mayores para esa persona que esta pasando por muchos problemas y que el sobrepeso, obesidad u otro problema de salud, parecieran los menos importantes.

Una experiencia personal que me hizo entender todo lo que conlleva una buena intervención nutricional, fue un día que estaba en el departamento de consulta externa, era ayudante de la nutrióloga de planta, acabábamos de terminar con una consulta exageradamente rápido (10 minutos), afuera del consultorio se escucharon gritos, parecían ser de una niña pequeña haciendo un berrinche, note que la nutrióloga se puso nerviosa, me dijo que yo tenia que dar esa consulta sola, porque ella tenía que ir al baño y salió rápidamente del consultorio, aunque yo sabia exactamente lo que tenia que hacer, como darle el material nutricional a la persona, etc., tengo que admitir que estaba nerviosa, ya que, era la primera consulta que daba sola, sin supervisión,  pero no tuve mucho tiempo para tratar de quitarme los nervios, se abrió la puerta y vi entrar a una señora mayor, de aspecto humilde, de una estatura mediana con una joven alta, una “niña muy alta” (casi de mi estatura) agarrada de la mano, la joven parecía muy nerviosa, en ese momento entendí, ella era la que estaba gritando afuera.

...