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Ergonomia Computacioal


Enviado por   •  8 de Septiembre de 2013  •  1.188 Palabras (5 Páginas)  •  278 Visitas

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ARGUMENTO.

El objeto de este diálogo es el Amor. Hé aquí por de

pronto el preámbulo, ninguna de cuyas circunstancias es

indiferente. El ateniense A.polodoro cuenta á varias personas,

que no se citan, la historia de una comida dada

por Agaton á Sócrates, áFedro, al médico Eriximaco, al

poeta cómico Aristófanes y á otros, cuando alcanzó el

premio por su primera tragedia. Apolodoro no asistió á la

comida, pero supo los pormenores por un tal Aristodemo,

uno de los convidados, cuya veracidad está comprobada

con el testimonio de Sócrates. Estos pormenores están

tanto más presentes en su memoria, cuanto que de allí á

poco tuvo ocasión de referirlos. Hasta los más sencillos

tienen su importancia.—Ya tenemos los convidados reunidos

en casa de Agaton; sólo Sócrates se hace esperar.

Se le ve dirigirse pensativo á la casa de Agaton, detenerse

largo rato á la puerta, inmóvil y absorto, á pesar de las

repetidas veces que se le llama mientras se da principio á

la comida. ¿No es esto una imagen sensible de su frugalidad

proverbial, de su tendencia decidida á la meditación

más que á esa actividad exterior que distrae á los demás

hombres? Entra, por fin, en casa de Agaton al terminarse

la comida, y su llegada imprime á la reunión un carácter

de sobriedad y de gravedad desaco.stumbradas. Siguiendo

el consejo de Eriximaco, los convidados acuerdan beber

moderadamente, despedir á la tocadora de flauta y entablar

alguna conversación. ¿De qué se hablará? Del

Amor. Hé aquí á Platón en su elemento. jCon qué arte

Platón, Obras completas, edición de Patricio de Azcárate, tomo 5, Madrid 1871

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prepara al espíritu para oir la teoría que va á desenvolver

naturalmente, y al propio tiempo cou rigor lógico, en el

discurso que cada uno de los convidados debe pronunciar

sobre el Amor! ¡ Y qué esmero para evitar la monotonía,

conservando á estos sagaces contrincantes la manera de

pensar y de decir acomodada al carácter y profesión de,

cada imol Fedro habla como un joven, pero joven cuyas

pasiones se han purificado con el estudio de la filosofía;

Pausanias, como hombre maduro, á quien la edad y la

filosofía han enseñado lo que no sabe la juventud; Eriximaco

se explica como médico; Aristófanes tiene la elocuencia

del poeta cómico, ocultando bajo una forma festiva

pensamientos profundos; Agaton se expresa como

poeta. En fin, después de todos los demás y cuando la

teoría se ha elevado por grados, Sócrates la completa y

la expresa en un lenguaje maravilloso, propio de un sabio,

de un inspirado.

Fedro toma primero la palabra, para hacer del Amor un

elogio muy levantado. Este panegírico es el eco del sentimiento

de esos pocos hombres, á quienes una educación

liberal ha hecho capaces de juzgar al amor aparte de su

sensualidad grosera y en su acción moral. El Amor es un

dios, y un dios muy viejo, puesto que ni los prosistas, ni

los poetas, han podido nombrar ásu padre ni á su madre;

lo que significa, sin duda, que es muy difícil sin estudio

explicar su origen. Es el dios que hace más bienes á los

hombres, porque no consiente la cobardía á los amantes

y les inspira la abnegación. Es como un principio moral

que gobierna laí conducta, sugiriendo á todos la vergüenza

del mal y la pasión del bien. «De manera que si

por una especie de encantamiento, un Estado ó un ejército

sólo se compusiesen de amantes y amados, no habría

pueblo que sintiera más hondamente el horror al vicio

y la emulación por la virtud.» En fin, es un dios que

procura la felicidad al hombre, en cuanto le hace dichoso

Platón, Obras completas, edición de Patricio de Azcárate, tomo 5, Madrid 1871

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sobre la tierra y dichoso en el cielo, donde el que ha

obrado bien recibe su recompensa. «Concluyo, dice Fedro,

diciendo que, de todos los dioses, el amor es el más antiguo

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