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Evaluacion Ambiental

seralvaga16 de Mayo de 2013

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Economía y ambiente: Evaluación del impacto ambiental de las actividades humanas

Por Lic. Gabriel Leandro, MBA, Economista

Contenidos:

Economía y ambiente

Ambiente y conceptos asociados para la Gestión Ambiental

Evaluación del Impacto Ambiental

Marco legal e institucional de la evaluación del impacto ambiental

Intervención sobre el medio ambiente

Concepto y atributos del impacto ambiental

El ambiente y la previsibilidad de los cambios

El proyecto y sus efectos ambientales

Impactos y factores ambientales

Metodología general para la EIA

Economía y ambiente

Dado que prácticamente cualquier actividad económica puede tener algún costo ambiental, es necesario hacer la diferencia entre el concepto de ambiente y de medio ambiente. Al hablar de ambiente se hace referencia al todo, es decir el medio físico que permite la existencia de la vida incluida la vida misma y todas sus relaciones económicas, políticas, sociales, culturales, etc. Pero al hablar de medio ambiente generalmente se refiere a algo externo, y por tanto parcial y fragmentario.

En vista de que evaluar no es solo describir, sino que implica realizar una valoración y validación, entonces se puede concluir que existe una serie de implicaciones éticas al tratar de evaluar el impacto ambiental. En otras palabras, los actos económicos no son neutrales éticamente. Este problema ético-económico-ambiental se resume en una sola pregunta:

¿Cómo se podría conciliar un ambiente finito dadas necesidades humanas ilimitadas?

De la pregunta anterior se pueden ampliar los siguientes puntos:

El mundo es finito y de él deben proveerse los recursos para satisfacer las necesidades y deseos humanos y no humanos.

La economía se centra en cómo emplear distintos medios para lograr el sustento humano. Aunque generalmente se dice que la economía tratar de determinar el uso adecuado de los recursos para alcanzar fines ya dados, y en consecuencia sólo se ocupa de validar esos medios y no los fines. Sin embargo, dada la finitud de los recursos disponibles es necesario validar los fines también.

Desde cierta perspectiva las necesidades humanas no son ilimitadas, sino más bien los deseos son ilimitados.

La división tradicional entre recursos renovables y no renovables ha ido perdiendo validez, pues se ha observado como el aire, la tierra y el agua (tradicionalmente considerados como recursos renovables) podrían ser de muy difícil renovación en muchos casos.

Al buscar satisfacer sus necesidades presentes el ser humano modifica el ambiente, con lo cual podría comprometer las posibilidades de las generaciones futuras de poder satisfacer sus necesidades. Esto se da principalmente cuando se provocan daños irreversibles a los recursos disponibles actualmente, o bien cuando se reduce la disponibilidad futura de los mismos.

Además no existe garantía de que el avance científico sea capaz de neutralizar esos efectos en el futuro. Conviene señalar los siguientes aspectos:

El ser humano es parte del ambiente y sus acciones no son neutrales, y tienen un impacto tanto sobre las condiciones actuales de vida como sobre las futuras.

Sin duda el ser humano es un sujeto moral. El resto de los seres vivos son considerados por algunos también como sujetos morales, mientras que otros difieren en este sentido. Una posición aceptada puede ser el considerar la búsqueda de sustento y la satisfacción de deseos razonables por parte del ser humano, sin importar las consecuencias sobre el ambiente (que deberían ser las mínimas posibles) como una conducta éticamente válida.

Aunque es cierto que se ha dado un elevado desarrollo científico y tecnológico en los siglos recientes, éste ha tenido un elevado costo ambiental y el beneficio de ese progreso está restringido a una porción relativamente pequeña de la humanidad.

La actitud de las generaciones presentes hacia el ambiente con respecto a las generaciones futuras puede ser analizada desde tres contextos posibles:

Certeza: Cuando se conocen los efectos que generará cierta acción.

Riesgo: El efecto sobre la naturaleza y las generaciones futuras se conoce solo en términos de probabilidades.

Incertidumbre: Se desconocen los efectos futuros de las decisiones presentes.

En cualquiera de los tres casos existe un debate ético sobre el privilegiar o no los derechos de las generaciones futuras.

La problemática ambiental es transversal a un conjunto de políticas y áreas de conocimiento: economía, educación, salud, etc. En el abordaje de este problema se necesita una reunificación de la práctica y el saber.

Tanto en las economías de corte capitalista como socialista se observa un elevado deterioro ambiental, por lo que el modelo de organización económica no parece ser determinante de una mejor o peor situación ambiental.

Para exigir un mayor cuidado ambiental a favor de las generaciones futuras es necesario proporcionar los medios para lograrlo, en caso contrario no tendría sentido.

Se debe aplicar una racionalidad evaluativo en la elección de los fines y los medios, al evaluar el efecto de las acciones económicos que afecten el ambiente.

Ambiente y conceptos asociados para la Gestión Ambiental

La evaluación del impacto ambiental requiere de alguna manera anticipar las consecuencias de una acción y poder así buscar las alternativas que minimicen los efectos sobre el ambiente. Para esto es necesaria una clara comprensión de distintos procesos tecnológicos, económicos y sociales. En otras palabras la evaluación del impacto ambiental consiste en un método de estudio y un proceso para identificar, predecir, interpretar y comunicar información relacionada con las consecuencias de una acción sobre medio ambiente (ecosistemas y relaciones sociales).

Desarrollo sostenible. El concepto de desarrollo sostenible posee tres dimensiones: económica, social y ambiental, de modo que se reconceptualiza la relación entre la sociedad y la naturaleza y se postulan algunos cambios en varias categorías económicas y en la formación económica y social.

Es necesario superar la visión de corto plazo que ha prevalecido por mucho tiempo y que ha dejado de lado el impacto a largo plazo sobre el medio social y ecológico. Tampoco se debe adoptar la posición totalmente opuesta de un conservacionismo que olvida las relaciones que el deterioro ambiental tiene con la producción. Es imperativo diseñar un modelo de crecimiento de la producción que garantice el costo de reposición de los recursos naturales, que privilegie los sectores que satisfacen necesidades esenciales, que promueva tecnologías compatibles con los objetivos del desarrollo sustentable, que impulse una industrialización con oportunidades a nivel internacional, un uso racional de la energía y que incremente y emplee el potencial de los ecosistemas naturales.

Uno de los principales problemas que se presentan al tratar de plantear estos objetivos en forma operativa es el problema de la medición, pues tanto los indicadores económicos, como los sociales y los ambientales no son comparables entre sí. Esto da como resultado que haya que plantear la cuestión del desarrollo sostenible en tres planos diferentes: económico, social y físico. A su vez este planteamiento da como resultado un proceso de transacciones entre actores sociales, teniendo presente que el avance en una de las tres áreas tendrá costos en las otras.

Sistemas complejos. Las problemáticas ambientales funcionan como un sistema complejo, o sea una totalidad organizada que se caracteriza por la confluencia de procesos de diversas índoles: físicos, biológicos, productivos, tecnológicos, sociales y económicos, todos interrelacionados entre sí. Todos estos elementos son muy heterogéneos y mutuamente dependientes, dando en consecuencia la imposibilidad de analizar el sistema por la simple agregación de estudios sectoriales sobre cada uno de sus componentes. Así una alteración en cualquiera de los elementos del sistema afectará sus relaciones con todos los demás.

Problemática ambiental. Al hablar de problemática ambiental se está haciendo referencia a una deficiencia de racionalidad ambiental, es decir un desajuste en la lógica de uso o apropiación de los servicios que se pueden obtener de la naturaleza. Esta racionalidad se ve afectada por variables de tipo territorial, temporal, políticos, tecnológicos, sociales, culturales, etc. Es importante recalcar que un problema ambiental no es simplemente un problema de la naturaleza, sino que involucra a una sociedad.

Los problemas ambientales son un síntoma, pueden aparecer lejos de su origen, lo cual implica que las escalas de los problemas y sus soluciones puedan ser diferentes. Así es importante en las evaluaciones de impacto ambiental la participación de todos los actores involucrados en alguna manera en el asunto. Sin embargo la mayoría de las veces no se lleva a cabo una verdadera participación social, sino que son los expertos quienes interpretan los intereses de esos mismos actores. Poco a poco los procesos de evaluación ambiental han ido convirtiéndose en instrumentos más participativos.

Escenarios de la realidad. Se podrían señalar tres componentes básicos de la gestión ambiental: objetivos, racionalidad y acción. Estos componentes están completamente articulados entre sí. Estos escenarios de transformación de la realidad constituyen espacios para que los

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