FORMA ARQUITECTÓNICA

Forma arquitectónica

La arquitectura ha tenido numerosas definiciones desde las muy superficiales, que realmente no entran a la esencia de la arquitectura, hasta las muy particulares, planteadas por aquellos que han sido considerados como máximos exponentes de la arquitectura, las cuales tienden a ser definiciones más filosóficas.

Aunque debe quedar claro que la arquitectura busca satisfacer una necesidad humana, (y que por lo tanto debe cumplir con una función) vale tomar en cuenta que uno de los mayores aportes del arquitecto es el de fusionar lo funcional con lo formal, logrando así una estética visual agradable. Es por esto que la forma arquitectónica es tan importante. Un ingeniero es capaz de crear un edificio que sea funcional… incluso un albañil con suficiente experiencia; pero aunque ambos son capaces de crear espacios muy estéticos no es algo que se espere de sus profesiones, mientras que de un arquitecto casi que debe exigirse.

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Según el Diccionario de la Real Academia Española, la Forma es la “configuración externa de algo”.

Francis D.K. Ching define a la Forma en su libro Diccionario Visual de Arquitectura como la “manera de disponer y coordinar las partes de una composición para producir una imagen coherente”.

Aunque ambas definiciones quedan cortas ambas tienen mérito. El Diccionario de la Real Academia Española se basa en el exterior, pero se debe recordar que existen formas dentro de otras que podrían describirse como formas internas. Luego el Diccionario Visual de Arquitectura de Ching se basa en el diseño de algo visualmente “coherente”, pero quién decide qué es y qué no es coherente.

Es difícil poder decir que un edificio o una construcción es o no es arquitectura, ya que en el momento en que se diseña o se modifica un espacio para satisfacer una necesidad se obtiene arquitectura, dejando a un lado cuán eficiente éste satisfaga dicha necesidad.

Por lo tanto una vez algo califica como arquitectura, su contorno, su superficie visual y la manera en que interactúa el espacio negativo con el positivo, todo esto es la esencia de la Forma Arquitectónica.

A través de la historia, la forma arquitectónica se ha desarrollado empezando por formas de expresiones simples hasta llegar a expresiones altamente complejas.

Dinámica de la forma

La unidad más simple es el punto, puede ser un punto de origen o un punto referencial. La línea puede considerarse como una cadena de puntos, marca posición y dirección, encierra una cierta energía que anima a recorrerla en toda su longitud. Las líneas ortogonales y sus intersecciones en ángulos a 90° dan una sensación de estabilidad y estática mientras que el uso de ángulos agudos y obtusos o cóncavos da sensación de movimiento o dinámica al igual que las líneas curvas.

De la misma manera las superficies planas orientadas de manera ortogonal causan sensaciones estáticas mientras que las superficies planas orientadas en pendientes o las superficies curvas causan sensaciones dinámicas. Los volúmenes también causan sensaciones de estática y dinámica aunque la mayoría de veces depende de los ángulos que se forman entre el plano horizontal del solar donde se levanta la obra arquitectónica y los planos verticales de los perfiles de dichas obras. Por ejemplo, un cilindro no es tan dinámico si descansa sobre su cara circular co- mo lo es si descansa sobre su cara perimetral. De la misma manera los volúmenes cuyos perfiles se levantan del solar en ángulos rectos son estáticos y los que lo hacen en ángulos agudos y obtusos o cóncavos son dinámicos.

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