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Globalizacion


Enviado por   •  19 de Octubre de 2012  •  2.727 Palabras (11 Páginas)  •  502 Visitas

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GLOBALIZACION E IDENTIDAD CULTURAL

ESTHER KRAVZOV APPEL

La humanidad ha navegado diversos viajes intelectuales que le han dado forma al mundo en que vivimos. Nuestra historia y sus instituciones son simplemente manifestaciones del proceso, por medio del cual los sueños se van convirtiendo en realidad. Mas tanto lo que nos maravilla como lo que nos aterroriza ha sido producto de sueños. El hombre ha sido elegido para realizar sus sueños y al optar por hacer realidad sus pesadillas se ha condenado a vivir en el terror. Ya que los sueños son parte de la vigilia.Francisco de Quevedo soñaba con llenar los mares de esponjas para que éstas absorbieran el mar y así los continentes quedaran unidos. Los sueños han ido cambiando a medida que la concepción del hombre sobre el mundo que habita, se encuentra íntimamente vinculada al desarrollo de la tecnología, la cual ha permitido traspasar las fronteras naturales. Primero el mar, después los cielos, luego el espacio y ahora el ciberespacio.

Los acontecimientos en que se fundó el mundo moderno fueron devastadores. Occidente, sintiéndose sobrado de energía, consciente de su nueva fuerza, convencido de su superioridad, se lanzó a la conquista del mundo en todas las direcciones y en todos los ámbitos a la vez,extendiendo los efectos bienhechores de la medicina y las técnicas nuevas, así como enarbolando los ideales de la libertad, pero practicando al mismo tiempo la matanza, el saqueo y la esclavitud. Occidente descubrió América como resultado de una de las más grandes empresas que han existido en la historia de la humanidad. El sueño de recorrer el planeta y llegar a los confines más lejanos y remotos, para descubrir así la diversidad de personas, culturas y productos bajo el ímpetu de encontrar nuevas rutas comerciales hacia Oriente.

El sueño de cruzar la Mar-Océano, o lo que en la actualidad conocemos como el Atlántico, se convirtió en una realidad. Estimuló la codicia y la avaricia, pero más grave que eso, despertó el gran temor a lo desconocido, a la diversidad, en otras palabras, al otro. Ese gran temor no encontró formas de ser exorcizado y, créanme, no fue porfalta de curas.

El Nuevo Mundo se construyó a sangre y fuego, supuso la aniquilación de infinidad de pueblos, culturas, lenguas y poco a poco la diversidad de la jungla y del medio ambiente. La vía más rápida

y eficaz de imponerse ha sido la aniquilación del otro. Esto ha significado para los pueblos conquistados reconocer que sus técnicas estaban superadas, que sus saberes son considerados superchería, que su pasado y su cultura no significan nada para el resto del mundo. Mas la realidad se nos manifiesta de forma abrumadora y, como el agua, encuentra los resquicios más inesperados para hacerse presente. La identidad de nuestro continente americano tiene un componente indígena mucho más fuerte del que por lo general estamos dispuestos a reconocer.

La palabra identidad proviene del término “idéntico”, nos remite a la semejanza más que a la diferencia, a lo común más que a lo extraño, a lo homogéneo más que a lo diverso. la idea de que toda la sociedad debe tener una sola identidad, y ésta tiene que ser coherente y congruente, estos intentos han llevado a pretender reducir la identidad a una sola pertenencia. Amin Maalouf, que “mi identidad es precisamente lo que hace que yo no sea idéntico a otra persona” Esto significa quetodos los seres humanos son distintos de los demás, del otro. El deseo de encontrar las bases científicas para establecer una identidad basada en elementos como la raza se apoya hoy en día en la genética y, como en el pasado, se incurre en absurdos tales como: el Proyecto del Genoma Humano ha descubierto que los seres humanos y primates tenemos códigos genéticos similares en un 99%. Esta pretendida igualdad debería de ser evidencia de que el gene no es el único, ni siquiera el principal factor que determina las propiedades humanas, y mucho menos la identidad, dado que los seres humanos y los primates no somos 99% iguales. Como plantea el doctor Friedrich Cramer, esto es tan absurdo como suponer que, de acuerdo con la teoría de la secuencia de los genes, somos primos segundos de los plátanos, dado que compartimos el 30% de la secuencia genética con ellos. Todos nosotros tenemos pertenencias múltiples, o sea una identidad compleja, y permanentemente estamos enfrentados a pertenencias que se oponen entre sí y nos obligan a elegir. Como plantea Amin Maalouf, “la identidad no está hecha de compartimentos, no se divide en mitades, ni en tercios o en zonas estancas”. Esto no significa que uno tenga varias identidades, sino simplemente que la identidad es producto de todos los elementos que la han conformado mediante una dosificación singular que nunca es la misma en cada persona.

LA IDENTIDAD Y EL ESTADO-NACION

La construcción del Estado-nación significó la definición de fronteras, tanto en términos físicos y políticos, como ideológicos y culturales, de manera tal que se permitiera su permanencia y consolidación. La definición de la propia identidad a partir del otro permitió a los Estados el establecimiento de políticas de desarrollo, población y culturales, entre otras. Este proceso significó la supresión o avasallamiento de otras expresiones culturales que convivían en un mismo espacio geográfico, con el objetivo de crear a como diera lugar la identidad nacional. La disolución de las fronteras, producto de la globalización de los sistemas financieros, de la interconexión de fenómenos -el calentamiento global de la tierra y los derechos humanos, por sólo mencionar algunos- que reclaman políticas conjuntas de los países, ponen en crisis las identidades nacionales e incluso a los mismos Estados. En los inicios del siglo XXI, es indudable que las fronteras internacionales se encuentran en un proceso de redefinición y con ello el de la identidad determinada por el Estadonación.

Ha propiciado procesos de mestizaje más acelerados, se han exacerbado movimientos con importantes contenidos raciales, de rechazo, e incluso aniquilación del otro. En efecto, el racismo sigue acosando, aunque de manera soterrada, a nuestras sociedades. El racismo continúa siendo un mal que, a pesar de los avances científicos y las posibilidades que ofrece mundo más integrado, no logramos desterrar. Durante los años setenta y ochenta del siglo pasado se verificó una conexión directa entre lo cultural y lo social, que desencadenó el racismo; era común escuchar la expresión: “eres diferente por tu nombre, el color de tu piel, y por lo tanto tú y yo no podemos convivir en el empleo. lo que en ocasiones se opone a la sociedad, aunque en el fondo es para incluirse.

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