Historia De La Farmacologia
lopez.fernandez13 de Febrero de 2014
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APUNTES PARA LA HISTORIA DE LOS MEDICAMENTOS Y LA FARMACIA.
Del libro Medicamentos Dinero y Salud© de Rogelio Fernández Argüelles
I. Algo de la historia de los medicamentos y la Farmacia.
Los primeros pasos.
Desde comienzos de la civilización humana y hasta varios milenios después, la Farmacia como disciplina práctica y social estuvo completamente unida a la Medicina, a la Enfermería y a la dirigencia espiritual. Se reunían en una sola persona las hoy conocidas tareas de diagnóstico, prescripción, preparación de medicamentos, dispensación, atención al enfermo y la eterna mediación con las fuerzas sobrenaturales. La superstición y la fábula atribuían (y gran parte de la humanidad lo sigue atribuyendo) a las enfermedades y su curación causas y efectos divinos . Toda civilización primitiva tenía en su panteón mitológico uno o varios dioses dedicados al arte de curar y elaborar pociones medicamentosas.
En el antiguo Egipto, Isis, Osiris y Tot eran los dioses dedicados a controlar la salud. En Grecia, cuna de la más famosos mitos, Baco, Apolo, Hefaistos y el centauro Quirón tenían responsabilidades similares, aunque el personaje griego más conocido en occidente es Esculapio, hijo de Apolo y discípulo de Quirón. A Esculapio estaba consagrada la serpiente, emblema de la prudencia, por tal motivo en las antiguas representaciones del dios de la Medicina, figuraba una serpiente enrollada en una vara, llamada vara de Esculapio o caduceo, que aún se usa como emblema internacional de la Medicina.(fig 1) El emblema universal de la farmacia muestra a la serpiente rodeando una copa de preparaciones medicamentosas, sabio recordatorio de la dualidad veneno-remedio(fig2)(1)
Fig 1. Caduceos de una y dos serpientes
Fig 2. Emblema de la Farmacia
De la antigüedad latina nos llega el símbolo de la farmacia ℞ que se empleaba en las recetas antiguamente y que hoy se considera una abreviatura de la palabra “recipe” (tómese) pero que en sus orígenes era una invocación a Júpiter, dios supremo de la mitología latina y protector de los enfermos.
Si bien cada civilización antigua tuvo como punto común el dedicar dioses a labores médico-farmacéuticas, todas matizaron diferencias apreciables.
Una de las regiones donde floreció más el conocimiento sobre medicamentos fue la antigua China. Se cree que la obra más antigua de farmacología china es el Pentsao, atribuida a los trabajos ordenados por el emperador Shemmeng 2697 años a. C.. La materia médica de este tratado era variadísima; codificó más de 350 hierbas que comprendían plantas medicinales como jengibre, acónito, raíz de granado, ruibarbo y opio y minerales como mercurio, azufre y arsénico. Las plantas estaban clasificadas como: magníficas, medianas e inferiores. Entre las magníficas había un arbusto hoy clasificado como Ephedra sínica, fuente de la efedrina y muchos otros alcaloides. En este tratado también se describen varias formas farmacéuticas, exceptuando los jarabes y mieles que aparecerían muchos siglos después en otras regiones del planeta(2).
Otro de los documentos más antiguos e importantes en la historia de la Farmacia es el papiro de Ebers que data del año 1500 a. C., y debe su nombre al egiptólogo que lo descubrió y tradujo en parte. Es un manuscrito en forma de rollo de unos 30 cm de ancho y más de 75 m de largo; en él se describen sustancias medicinales y métodos para componerlas, así como conjuros contra las enfermedades; se mencionan drogas que aún se utilizan como cólchico, escila, genciana y sales de plomo y cobre. También se citan algunas formas farmacéuticas y materias primas ya en desuso como los cataplasmas de harina de dátiles, trigo y salvado; ungüentos con grasa de león, hipopótamo y serpientes; complejos polifármacos de más de 50 componentes, muchos de ellos curalotodos inútiles(1).
El Papiro de Ebers puede considerarse el primer formulario, pues incluye fórmulas con medidas y cantidades y comentarios acerca de la eficacia de cada preparado así como primitivas normas para el control de la calidad de dichas preparaciones(2).
Tanto o más antiguos que los egipcios, los asirios conocieron más de 100 remedios que clasificaron en orgánicos e inorgánicos según su origen.
En la India, los brahmanes primero y los sacerdotes de Buda después, ejercieron la medicina y la farmacia al unísono. Literaturas muy antiguas mencionan unas 760 plantas medicinales elaboradas como ungüentos, infusiones, maceratos y electuarios. Llegaron a usar el cáñamo de la India y el beleño en las operaciones quirúrgicas.
En la civilización helénica, aparecen las artes de curar encerradas en los templos. Las sectas filosóficas que precedieron a Sócrates ( Thales, Empedocles, Demócrito, Pitágoras) sacaron estas artes de los recintos hieráticos, preparando la llegada de Hipócrates. A través de su filosofía y práctica médica, Hipócrates ( Cos, 360 a.C.) separa la Medicina y la Farmacia de las creencias religiosas, confiriéndole a los fenómenos salud y enfermedad un carácter natural y humano. A tal grado de “naturalización” llegó este gran médico que intentó evaluar de forma práctica muchos medicamentos heredados ancestralmente y desechó muchos de ellos manteniendo unos 250 en su formulario.
En los escritos hipocráticos se mencionan unas 400 sustancias medicinales recomendadas en forma de cataplasmas, gargarismos, píldoras, pomadas, colirios e inhalaciones. También agrupó los medicamentos como: purgantes, narcóticos y febrífugos, lo que puede considerarse el primer intento de sistematización y racionalidad de la farmacoterapia,
De Roma a la alquimia
En la Roma antigua, la Medicina y la preparación de los medicamentos era ejercida por los esclavos, aunque los médicos más eminentes eran griegos salidos de su país en busca de mejor fortuna. Dos siglos antes de la era cristiana, dos tendencias se disputaban la hegemonía del arte de curar: la terapéutica violenta con polifármacos complejos sustentada por Archagatus y la de los sistemas suaves de Asclepiades.
Un hito importante en la historia de la medicina y la farmacia fue Dioscórides, griego de origen, sirvió en las legiones romanas durante el siglo I d.C. y recorrió el Imperio Romano de España a Asia ; a donde iba, investigaba las propiedades de las plantas que pudieran servir como remedios. Finalmente publicó toda su información en el texto De materia Medica, obra en cinco tomos que llegó a ser el catálogo básico de medicamentos y sus efectos en los siguientes 1500 años.
En la Roma de los césares, era cristiana, sobresale galeno ( 131 a 202 d.C. ) médico griego que obtuvo la ciudadanía romana. Se inaugura así la llamada Farmacia Galénica, en la que los medicamentos se obtenían como resultado exclusivo de las manipulaciones que se practicaban sobre las materias medicamentosas. Es considerada por muchos la verdadera Farmacia en contraposición a la obtención del fármaco por medio de reacciones químicas, que se enmarcaría mejor dentro de la Química. Muchas de las preparaciones de este médico han llegado hasta nuestros días como el Ungüento de Rosas o Cerato de Galeno conocido también en inglés como Cold Cream.
El arte de elaborar medicinas estuvo muy especializado en esa etapa de la historia romana pues intervenían varios grupos de profesionales: los herbarii recolectaban las materias vegetales; los splasiarri se dedicaban a la venta de sustancias para la elaboración de perfumes, pinturas y tintes; los farmacotribes mezclaban las sustancias pero no las aplicaban; los pharmacopolos vendedores de medicamentos preparados por otros. Existían , además, las apothecas o almacenes de medicamentos.
A la caída de Roma, la herencia de Dioscórides y Galeno se fue hacia Oriente, primero a Bizancio y luego al Cercano Oriente, donde traducida al árabe hizo de los médicos musulmanes los mejores de la Edad Media. Bagdad se convirtió en el centro médico y farmacéutico del mundo.
Se ha afirmado que el verdadero punto de partida de la Farmacia como disciplina autónoma fue entre los monjes nestorianos de reconocida competencia médica, quienes fundaron la Escuela Médica de Dzenoudisabur en el Kouzistan( actual Irán), donde el gobernante Sabur-Ebn Sabel ordenó la recopilación de las fórmulas más justamente famosas en un código que se llamó Krabadin, considerada la primera farmacopea oficial.
Los árabes continuaron esta obra, constituyendo la primera escuela de farmacia en Bagdad. Las enseñanzas versaban sobre Botánica y luego Química. En todo el califato se estableció una legislación para la profesión farmacéutica relacionada con la importancia dada a ésta por su misión y los estudios que era preciso aprobar para poder ejercerla.
Entre las innovaciones más importantes de esta época está el uso del azúcar para la elaboración de los jarabes. La farmacia musulmana se distinguió por su extraordinaria complicación en las fórmulas,
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