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INFLAMACION CRONICA

Roogeer16 de Septiembre de 2012

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INFLAMACIÓN CRÓNICA

La inflamación crónica es una inflamación de duración prolongada (semanas a meses y años) en la que la inflamación activa, la lesión tisular y la cicatrización se suceden simultáneamente.

La inflamación crónica se caracteriza por:

 Infiltración con células mononucleares, incluidos macrófagos, linfocitos y células plasmáticas.

 Destrucción tisular, en gran medida inducida por los productos de las células inflamatorias.

 Reparación, que implica la proliferación de nuevos vasos (angiogénesis) y fibrosis.

Causas de inflamación crónica: La inflamación crónica se observa en las siguientes situaciones:

 Infecciones persistentes por microorganismos difíciles de erradicar, como micobacterias, y algunos virus, hongos y parásitos. Estos gérmenes con frecuencia inducen una reacción inmunitaria llamada hipersensibilidad tardía. En ocasiones, se ve un patrón llamado reacción granulomatosa.

 Enfermedades inflamatorias de mecanismo inmunitario. La inflamación crónica desempeña un importante papel en un grupo de enfermedades que se deben a una activación excesiva e inapropiada del sistema inmunitario, (enfermedades autoinmunitarias).

También las respuestas inmunitarias frente a sustancias ambientales, son causa de las enfermedades alérgicas.

 Exposición prolongada a agentes con capacidad tóxica, exógenos o endógenos. Materiales exógenos, partículas de sílice inhaladas, (silicosis) y agentes endógenos, componentes lipídicos tóxicos elevados, que contribuyen a la (aterosclerosis).

Características morfológicas

La inflamación crónica se caracteriza por:

 Infiltración por células mononucleares, incluyen macrófagos, linfocitos y células plasmáticas.

 Destrucción tisular, inducida por la persistencia del agente agresor o por células inflamatorias.

 Intentos de curación mediante sustitución por tejido conjuntivo de los tejidos lesionados, que se consiguen mediante la proliferación de vasos pequeños (angiogenia) y, en particular mediante fibrosis.

Papel de los macrófagos en la inflamación crónica

El macrófago es la célula predominante dominantes en la inflamación crónica. Son un componente del sistema mononuclear fagocítico o también llamado (sistema retículo endotelial).

(fig. a la derecha)

Los macrófagos tisulares están dispersos de forma difusa por el tejido conjuntivo o localizados en órganos como el hígado (células de Kupffer), bazo y ganglios linfáticos (histiocitos sinusales), pulmones (macrófagos alveolares) y el sistema NC (microglía).

Los fagocitos mononucleares se originan a partir de un precursor medular común que da lugar a los monocitos sanguíneos. La semivida de éstos es de 1 día, mientras que los macrófagos tisulares puede llegar a varios meses o años.

Los monocitos migran precozmente en la inflamación aguda, y a las 48 horas pueden representar el tipo celular predominante. La extravasación de los monocitos es controlada por los mismos factores implicados en la emigración de los neutrófilos.

Los monocitos extravasculares, se transforman en macrófagos. Los macrófagos se pueden activar por diversos estímulos, incluidos los productos microbianos que se unen a los TLR y otros receptores celulares, citocinas (p.ej., IFN-γ) secretadas por los linfocitos T sensibilizados y por los linfocitos citolíticos naturales y otros mediadores químicos.

Los productos de los macrófagos activados sirven para eliminar agentes lesivos, como microbios, o para iniciar el proceso de reparación, y son responsables de gran parte de las lesiones tisulares en la inflamación crónica.

La activación de los macrófagos aumenta la concentración de enzimas lisosómicas y las especies reactivas del oxígeno y el nitrógeno, y la producción de citocinas, factores de crecimiento y otro mediadores de la inflamación.

Algunos de estos productos resultan tóxicos para los microbios y células del anfitrión (p. ej., especies reactivas de nitrógeno y el oxígeno) o de la matriz extracelular (proteasas).

Algunos determinan la entrada de otros tipos celulares (ej., citocinas, factores quimiotácticos); y aún otros producen una proliferación de los fibroblastos, con depósito de colágeno y angiogenia (p.ej., factores de crecimiento).

Este arsenal de mediadores, convierte a los macrófagos en poderosos aliados de las defensas corporales frente a los invasores no deseados, pero estas mismas armas pueden inducir una notable destrucción tisular cuando los macrófagos se activan de forma inadecuada.

Debido a estas actividades de los macrófagos, la destrucción es una característica de la inflamación crónica. La propia destrucción tisular constante puede activar la cascada inflamatoria, de manera que, pueden coexistir rasgos de inflamación aguda y crónica.

Otras células implicadas en la inflamación crónica

(Linfocitos, células plasmáticas, eosinófilos y los mastocitos ( células cebadas).

• Los linfocitos se movilizan en las reacciones inmunitarias mediadas por anticuerpos y por células.

Los linfocitos efectores y de memoria (T y B), estimulados por antígeno de distintos tipos; utilizan diversas parejas de moléculas de adherencia (selectinas, integrinas y sus ligandos) y quimiocinas para migrar hacia los focos de inflamación.

Las citocinas de los macrófagos activados, sobre todo TNF, IL-1 y quimiocinas, inducen el reclutamiento de los leucocitos. Los linfocitos y los macrófagos interactúan de forma bidireccional.

Los macrófagos muestran antígenos frente a los linfocitos T y producen moléculas de membrana (coestimuladores) y citocinas (notablemente IL-12), que estimulan las respuestas de los linfocitos T.

Los linfocitos T activados producen citocinas, una de las cuales, IFN-γ, es un potente activador de los macrófagos. Dadas las interacciones entre los linfocitos y macrófagos, en algunas ocasiones se denomina a la inflamación, respuesta de los linfocitos T y B (inflamación inmunitaria).

• Las células plasmáticas se desarrollan a partir de los linfocitos B activados y producen anticuerpos frente a los antígenos extraños persistentes o propios en el lugar de la inflamación o frente a componentes tisulares alterados.

• Los eosinófilos son abundantes en los sitios inflamatorios alrededor de las infecciones parasitarias o como parte de las reacciones inmunitarias mediadas por IgE, típicamente asociadas con alergias.

El reclutamiento de los eosinófilos está accionado por moléculas de adhesión y por quimiocinas específicas (por ej., eotaxina) derivada de los leucocitos o de las células epiteliales.

Los eosinófilos contienen gránulos con proteína básica principal, una proteína muy catiónica que resulta tóxica para los parásitos, pero que también determina la lisis de las células epiteliales de los mamíferos.

• Los mastocitos se distribuyen ampliamente por los tejidos conjuntivos y participan en las reacciones inflamatorias agudas y crónicas. Los mastocitos expresan en su superficie el receptor (FcεRI), que se une a la porción Fc del anticuerpo IgE.

En las reacciones de hipersensibilidad inmediata, los anticuerpos IgE ligados a los receptores para Fc de las células reconocen de manera específica un antígeno, y las células se desgranulan y liberan mediadores, como histamina y prostaglandinas.

Este tipo de respuesta se produce durante las reacciones alérgicas frente a alimentos, venenos de insectos o fármacos, en ocasiones con resultados catastróficos (p. ej., shock anafiláctico.

Los neutrófilos se consideran característicos de la inflamación aguda, sin embargo, en algunos tipos de inflamación crónica, se les puede observar de manera importante, y esto se debe a la persistencia de microbios o por mediadores elaborados en los macrófagos activados y los linfocitos T. (osteomielitis, lesiones por tabaco..).

El incremento de vasos sanguíneos y linfáticos suele ser prominente en las inflamaciones crónicas. Este crecimiento es estimulado por factores de crecimiento, como VEGF, que son producidos por los macrófagos y las células endoteliales.

Inflamación Granulomatosa

La inflamación granulomatosa es un patrón distintivo de la inflamación crónica que se encuentra en una serie limitada de procesos infecciosos y no infecciosos. Las reacciones inmunitarias suelen estar implicadas en el desarrollo de granulomas.

Se puede decir, que un granuloma representa un intento celular de contener a un agente lesivo difícil de erradicar. En este intento se suelen activar los linfocitos T de forma intensa, y esto activa a los macrófagos, que pueden ocasionar lesiones en los tejidos normales.

La tuberculosis es el prototipo de enfermedad granulomatosa, pero la sarcoidosis, la enfermedad por arañazo de gato, el linfogranuloma inguinal, la lepra, la brucelosis, la sífilis, algunas infecciones micóticas, la beriliosis, las reacciones frente a lípidos irritantes y algunas enfermedades autoinmunitarias también se incluyen.

Un granuloma es un foco de inflamación crónica que consiste en una agregación de macrófagos, que se transforman en células epitelioides rodeadas por un collar de leucocitos mononucleares, principalmente linfocitos y ocasionalmente células plasmáticas.

Es frecuente que las células epitelioides se fusionen para crear las células gigantes. Estas células pueden

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