INVESTIGACION DOCUMENTAL. Necesidades Carcelarias

Régimen Carcelario en el Territorio Norte 1911-1954

Jessica Pacheco Solis

Introducción
        

El presente documento tiene por objeto reflejar un poco de mi trabajo realizado en  el Archivo Histórico del Estado de Baja California (ahebc), donde aprendí a relacionarme con el quehacer histórico  revisando documentos con información sobre el régimen carcelario en Baja California, un tema que me agradó para trabajar en él. Me enfoqué en buscar información un poco específica  sobre las necesidades de los reos y insuficiencias de las cárceles, durante los años de 1911 a 1954.

Dicha información la encontré en los fondos siguientes; Distrito Norte, Gobierno del Estado y Pablo L. Martínez.

En este trabajo se dan a conocer importantes acontecimientos que aquejaron a los reos bajacalifornianos durante casi 50 años, sus principales problemas eran la sobrepoblación dentro de los penales, la falta de higiene, falta de presupuesto para apoyarles, enfermedades contagiosas como la tuberculosis y lo que más les afectaba, una burocracia tremenda.

Investigación

Durante la realización del trabajo perteneciente a la materia Investigación Documental, asistí al acervo del Archivo Histórico del Estado de Baja California, como mi primer tarea de estudiante de historia, ya que como señala Manuel Miño Grijalva, “los archivos constituyen la fuente básica y fundamental de nuestro quehacer”. ^[1] Una vez en el archivo, aprendí a relacionarme con él y cómo es que debía trabajar.

Para fines del presente ensayo fueron consultados alrededor de quince expedientes de los diferentes fondos del Archivo Histórico del Estado, sin embargo, únicamente se utilizaron cuatro para su elaboración. Comencé revisando expedientes sobre la construcción de monumentos en Mexicali, pero no había suficiente información en los diferentes fondos, decidí buscar otro tema indagando de fondo en fondo, así fue como me encontré con documentos sobre el sistema carcelario en Baja California, supongo que  llamó mi atención porque durante mi infancia tuve que ir a visitar a mi padre a la Cárcel de San Luis Potosí algunas dos veces, ya que sólo estuvo ahí 2 años, yo lo recuerdo vagamente, pero sé que estuve ahí.

A partir de que encontré un tema interesante y que me convenciera para trabajar en ello, revise lo siguiente: 

         En Distrito Norte, revisé un expediente con el nombre de “Cárcel Municipal de Mexicali. El subprefecto político consulta el aumento de $1.00 diarios a los policías de la cárcel”^[2], en esta carpeta había documentos en manuscrito, su contenido principalmente se trataba sobre necesidades carcelarias, se requería de aumento de sueldos para los policías y aumento de la cantidad de dinero que recibían los presos, la insuficiencia del espacio en la cárcel y problemáticas de vigilancia.

         En Gobierno del Estado consulté  tres expedientes; “Régimen y Generalidades de Cárceles en el Estado”^[3], “Cárceles Públicas. Generalidades”^[4] dentro de estos encontré muchos documentos sobre problemáticas que aquejaban a los reos de las cárceles municipales, como la necesidad de una mayor higiene, mayores y mejores espacios, falta de atención médica hacia los enfermos, escases de dinero para sus alimentos, entre otras situaciones tristes y desagradables por las que debían pasar estos individuos. 

En Pablo L. Martínez, el expediente utilizado fue “Las Cinco Cárceles de Mexicali”^[5], finalmente aquí encontré una hoja del periódico La Voz, que incluye un artículo sobre las cárceles de Mexicali, donde se habla de la ubicación de dichas cárceles y además algunas de las situaciones por las que debieron pasar los reos.

No fue ninguna sorpresa descubrir la  miserable situación en la que vivían los presos del Territorio Norte hace un siglo, incluso, podría ser que en la actualidad subsisten bajo similares situaciones.

Necesidades Carcelarias

Entrando en detalles de estas grandes insuficiencias con que contaban las cárceles de Baja California, tenemos que el 8 de Septiembre 1911 el Señor Subprefecto Político de Mexicali, pide un aumento económico tanto para los presos como para su planta de policías. ^[6]

Posteriormente el 7 de Octubre de 1911, se manda un comunicado al Jefe Político del Territorio Norte, donde se exige "un edificio que sirva de cárcel en el pueblo de Mexicali, por las malas condiciones en que se encuentra el destinado á este objeto, y el aumento de los haberes de los presos del mismo pueblo por la imposibilidad que hay de que subsistan con veinte y cinco centavos que reciben todos los días"^[7] lo que lleva a interpretar, que la petición hecha un mes antes, no fue resuelta.

Tratando de darle resolución a la petición de un edificio que sirviera de cárcel, el 11 de Diciembre de 1911, se envía la aprobación de un presupuesto para la construcción de dicho edificio, suponiendo que la obra se llevará a cabo en el 2012. ^[8]

A casi un año de los eventos anteriores, el 26 de Agosto de 1912, el Subprefecto Político de Mexicali, Ernesto Ferrer, envía un oficio explicando que todos los reos que tienen en prisión, habitan en un cuarto de 9 metros cuadrados, soportando el excesivo calor  de la región, tratando de este modo que las autoridades se dieran cuenta de la necesidad que se tenía de construir un edificio que reúna, aunque fuera medianamente, las condiciones adecuadas. En el mismo documento se le recuerda al Presidente del H. Ayuntamiento, que en Diciembre de 1911 se habían comprometido a llevar a cabo la construcción de un edificio que sirviera de cárcel. ^[9]

Pese a estas peticiones, el Ayuntamiento solo contesto diciéndoles que se hiciera un presupuesto para construir una o dos piezas anexas al cuarto ya existente, debido a la falta de fondos en la que se encontraban. ^[10]

No imagino lo que debió haber sido soportar calores extremos, pues bien sabemos que las temperaturas pueden alcanzar valores térmicos de hasta 46° centígrados o incluso más, y lo menciono por el hecho de tener que estar encerrados en un cuarto.

Encuentro en un artículo del periódico La Voz, la siguiente información sobre las cárceles de Mexicali:

No fue hasta  por el mes de Marzo de 1913, cuando se autorizó al subprefecto  don Ernesto Ferrer, para que rentara un local más grande, donde se acondicionó una alcaldía, una galería y un patio para presos, tanque o departamento para mujeres, cocina y cuarto para los vigilantes. Este edificio funcionó más o menos hasta el año de 1916, ya que por esos días se estaba terminando la construcción de lo que sería la tercera cárcel de Mexicali, hasta el año de 1925, siendo gobernador del aún Distrito el General Abelardo L. Rodríguez se dio comienzo a lo que originalmente se presupuestaron como obras de ampliación y reconstrucción y que al final resultó una nueva y cuarta cárcel. ^[11]  

A pesar de la construcción de cárceles para satisfacer las necesidades de los reos, estas no fueron compensadas por completo, pues en 1948, Agustín Villagomez le escribe al Gobernador del Territorio, en ese entonces Alfonso García González, lo siguiente:

Las condiciones de higiene en que se encuentra la  Cárcel Pública es lamentable, y dado la cantidad de reclusos que en la misma existen, constituyen un campo propicio para el desarrollo de cualquier mal, no llenando en consecuencia los requisitos de Salubridad; además los tanques o dormitorios son demasiado pequeños para alojar la cantidad de pesos que hay en dicho establecimiento penal. ^[12]

El 20 de Julio de 1950,  José Inés Oviedo, Comandante de Policía, escribe al Delegado de Gobierno:

Encontrándose actualmente, esta cárcel completamente llena, no habiendo cupo para más personas, toda vez que se encuentran hoy: 10 sentenciados, 55 procesados del fuero común, 5 procesos del fuero militar, 30 correccionales, haciendo un total de 100, entrando diariamente unos consignados y otros correccionales, siendo materialmente un problema para alojarlos. Esta cárcel cuenta con 14 celdas, en tres de ellas son alojados un solo hombre por cada celda, en las demás tiene cupo para dos hombres cada una, un tanque para correccionales ya calificados y tres tanques con cupo aproximadamente de diez hombres en cada uno, destinados para los procesados que a su sentencia será corta, por ser leve su delito.- Hace tiempo que viendo la necesidad de recluir mujeres procesadas se destinó y adecuó uno de los tanques para el objeto, pero actualmente como ha aumentado el número de procesados, se destinó este tanque para hombres, alojándose a las mujeres en un pequeño cuarto de 2 metros 30 centímetros cuadrados, en el que están alojadas 4 procesadas y una correccional y en ocasiones ingresan de 2 a 3 mujeres correccionales y forzosamente tienen que ser internadas en el mismo cuarto, por lo que debe suponerse la situación en que quedan estas reclusas.^[13]

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