Introduccion a la comunicación cientifica

INTRODUCCION A LA COMUNICACIÓN CIENTIFICA

TALLER

INTEGRANTES:

 Fernández Santiago

 Galarza Haylis

 Mancheno Xavier

 Neira Jorge

 Sariah Pincay

TEMA:

BOLETA DE CALIFICACIONES

Eran las 10 pm y Mateo estaba tratando de resolver los ejercicios de matemáticas que su profesor le había asignado para el día siguiente, cuando su padre llego a casa, cansado por su atareado día. Mateo muy emocionado fue a saludar a su padre con un abrazo, pero él lo saludo de forma fría y distante. Mateo pidió a su padre que le ayude a realizar su tarea, a lo que el padre le respondió:

–No, hijo estoy muy cansado, otro día.

Y se fue a su cuarto:

Lorena su madre, observo a su esposo y simplemente hizo un gesto de desaprobación. Luego, llamo a Mateo y le dijo:

-Hijo tu padre está muy cansado, yo te ayudare a hacer la tarea. Mateo muy triste fue a estudiar con su madre.

Era miércoles, 8:00 a.m., Timoteo llego puntual a la escuela de su hijo -“No olviden venir a la reunión de mañana, es obligatoria - fue lo que el maestro le había dicho un día antes.

-“¡Pues qué piensa este maestro! ¿Cree que podemos disponer fácilmente del tiempo a la hora que él diga?-Pensó Timoteo- Si supiera lo importante que era la reunión que tenía a las 8:30.

Ahí estaban todos, papás y mamás, el maestro empezó puntual, agradeció la presencia de los padres y empezó a hablar. Timoteo no recordaba qué dijo, su mente divagaba pensando cómo resolver ese negocio tan importante, y ya se imaginaba comprando esa nueva televisión con el dinero que recibiría.

Mateo Rodríguez!” –se escuchó a lo lejos -“¿No está el papá de Mateo Rodríguez?”-Dijo el maestro.

“Sí aquí estoy”- contesto Timoteo pasando al frente a recibir la boleta de su hijo.

Regreso a su lugar y se dispuso a verla. -“¿Para esto vine? ¿Qué es esto?”-se dijo- La boleta estaba llena de seises y sietes. Guardo las calificaciones inmediatamente, escondiéndolas para que ninguna persona viera las porquerías de calificaciones que había obtenido su hijo.

De regreso a casa aumentó más su coraje a la vez que pensaba:

“Pero ¡si le doy todo! ¡Nada le falta! ¡Ahora sí le va a ir muy mal!” Llego, entro a la casa, azoto la puerta y grito: -“¡Ven acá Mateo!” Mateo estaba en el patio y corrió

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