Investigación En La Sociedad Del Conocimiento

La globalización dividió al mundo en dos grupos: los países ricos o desarrollados y los del tercer mundo, en este último se encuentran las sociedades latinoamericanas que enfrentan problemas de diversa índole como la pobreza, la baja calidad de la educación, servicios de salud insuficientes, etc. Para responder a la carrera de la globalización y dejar de ser parte de la periferia global las sociedades latinoamericanas necesitan tomar en serio la educación orientada a la investigación. La sociedad actual demanda más justicia y mejora de la calidad de vida… cómo lograrlo? Es la gran interrogante de hoy en día sobre todo en nuestras sociedades latinoamericanas.

La respuesta radica en la calidad de las instituciones académicas y de su sistema educativo, pues la sociedad espera que dicho sistema responda a sus demandas.

La deficiencia de los sectores productivos de los países en vías de desarrollo que afecta directamente a la economía y consecuentemente a la calidad de vida de la población, responde a la falta de investigación. Bernal (2010) afirma: “Los individuos, las organizaciones y las naciones que no inviertan en educación e investigación quedarán relegados, dependientes y marginados, y la educación dejará de cumplir su misión social”. Esta es razón fundamental para que las sociedades latinoamericanas despierten de su largo letargo y busquen el fortalecimiento de la educación superior y de la investigación.

Para cambiar la situación actual de las sociedades latinoamericanas Bernal (2010) señala que “…se requieren una nueva clase gobernante, una nueva dirigencia empresarial y una nueva comunidad académica que concuerden con una transformación humana y científica.” En este sentido, los retos que afronta actualmente la educación superior, y que son claves para que cumpla las expectativas cada vez más exigentes de la sociedad como son: el desarrollo del pensamiento, la comprensión básica del mundo, la capacitación para la autonomía, interés por el conocimiento y el promover la solidaridad, individualidad y la responsabilidad en las personas, con los cuales la sociedad alcanzará mejores niveles de conocimiento y formación.

Una sociedad formada académicamente con estas premisas y además con ética, contribuirá positivamente a la integración de las instituciones educativas, el sector empresarial y el Estado, para en conjunto, formar una fuerza que la impulse hacia el desarrollo. En este contexto el papel de la universidad es primordial, pues bajo su responsabilidad se encuentra despertar en los individuos el interés por una investigación seria y responsable.

Finalmente, los programas educativos necesitan adaptarse a la realidad del entorno, vinculando el saber científico general con proyectos investigativos propios, a fin de que puedan responder a la realidad

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