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LA EDUCACION EN MEXICO


Enviado por   •  21 de Agosto de 2013  •  23.841 Palabras (96 Páginas)  •  367 Visitas

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PENSAIENTO CRITICO

El verbo latino pensare, que ejerce como sinónimo de “pensar”, y el verbo griego krienin, que puede traducirse como “decidir” o “separar”, son los dos vocablos que muestran el origen etimológico del término que ahora vamos a proceder a analizar de manera exhaustiva.

El pensamiento crítico consiste en analizar y evaluar la consistencia de los razonamientos, en especial aquellas afirmaciones que la sociedad acepta como verdaderas en el contexto de la vida cotidiana.

Dicha evaluación puede realizarse a través de la observación, la experiencia, el razonamiento o el método científico. El pensamiento crítico exige claridad, precisión, equidad y evidencias, ya que intenta evitar las impresiones particulares. En este sentido, se encuentra relacionado al escepticismo y a la detección de falacias.

En este sentido tenemos que dejar patente que las falacias son el conjunto de mentiras o engaños que alguien realiza, de manera frecuente o no, con el claro objetivo de conseguir hacer daño a otro individuo en concreto.

Mediante el proceso que implica el pensamiento crítico, se utiliza el conocimiento y la inteligencia para alcanzar una posición razonable y justificada sobre un tema. Entre los pasos a seguir, los especialistas señalan que hay adoptar la actitud de un pensador crítico; reconocer y evitar los prejuicios cognitivos; identificar y caracterizar argumentos; evaluar las fuentes de información; y, finalmente, evaluar los argumentos.

Además de todo lo expuesto para conseguir que alguien se convierta en experto pensador crítico es importante que posea o haya adquirido una serie de habilidades fundamentales para el desarrollo de dicho pensamiento. Entre ellas se encuentra, por ejemplo, la capacidad para interpretar tanto ideas como situaciones o datos de diversa índole.

No obstante, no es la única cualidad vital. Asimismo, también debe poseer una perfecta habilidad tanto para lo que es proceder al análisis de lo que tiene ante sí como para evaluar diversos parámetros, entre los que se encuentran las intenciones del autor o fuente pues sólo de esa manera se sabrá si se le otorga o le resta credibilidad.

A las cualidades citadas habría que añadir, de la misma forma, la necesidad de que pueda evaluar y analizar las interferencias que se pueden producir y la habilidad para explicar los argumentos que son fundamentales en sus conclusiones. Y todo ello sin olvidar la propia capacidad del pensador de autoanalizarse y examinarse a sí mismo como un método de enriquecimiento.

Cabe destacar que el pensamiento crítico no implica pensar de forma negativa o con predisposición a encontrar defectos y fallos. Tampoco intenta cambiar la forma de pensar de las personas o reemplazar los sentimientos y emociones.

El objetivo del pensamiento crítico es evitar las presiones sociales que llevan a la estandarización y al conformismo. El pensador crítico busca entender cómo reconocer y mitigar o evitar los distintos engaños a los que es sometido en la cotidianeidad. Por eso desconfía de las fuentes de información como los medios de comunicación, ya que tienden a distorsionar la realidad. La premisa del pensamiento crítico es dudar de todo lo que se lee o escucha, para acercarse con mayor precisión a los datos objetivos.

QUÉ ES EL PENSAMIENTO CRÍTICO?

Alejandro Herrera

Mientras en nuestras preparatorias y universidades se viene enseñando la lógica de manera tradicional, es decir, la lógica formal acompañada de tablas de verdad, de reglas de inferencia y de ejercicios abstractos de derivaciones, en Canadá, Estados Unidos e Inglaterra se empezó a generar -a mediados de los años 70- un movimiento que fue resultado de una sensación generalizada de insatisfacción con los cursos tradicionales de lógica formal, ya fuese ésta lógica simbólica, ya fuese la aún más tradicional (de raigambre escolástica) que sigue enseñándose en las preparatorias de nuestro país. Dicho movimiento promueve como alternativa la enseñanza del pensamiento crítico ("critical thinking"), expresión ésta que en la actualidad forma parte del título de una gran cantidad de libros de texto, muchos de los cuales se encuentran ya en la biblioteca del Instituto de Investigaciones Filosóficas de la UNAM. Uno de los primeros filósofos en usar la expresión "Critical Thinking" como título de un libro de lógica fue Max Black (1946). Otros autores prefirieron títulos como "El arte de razonar", "Lógica práctica", "Lógica aplicada" y muchos otros títulos, pero sobre todo usaron la expresión "lógica informal". Así, en 1978 surgió en Canadá la Informal Logic Newsletter, cuyos editores fueron J. Anthony Blair y Ralph H. Johnson. En el primer número caracterizaban la lógica informal, por vía negativa, como "todo lo que no puede aparecer en las páginas de The Journal of Symbolic Logic" y, por vía positiva, como "toda una gama de cuestiones teóricas y prácticas que surgen al examinar de cerca, y desde un punto de vista normativo, los razonamientos cotidianos de la gente".

Otras nociones estrechamente ligadas a esta corriente son las de argumento o argumentación, y la de retórica (esta última de alcurnia aristotélica). En esta dirección fueron precursores e iniciadores notables S. E. Toulmin con The Uses of Argument (1958), así como L. Olbrechts-Tyteka y Chaim Perelman con The New Rhetoric (originalmente en francés). Este último escribiría luego Le champ de l'argumentation, y Toulmin desarrollaría en 1978 un método para analizar argumentos. A grandes rasgos, la argumentación es caracterizada por algunos autores como el dar razones a favor de una afirmación.

El pensamiento crítico se propone examinar la estructura de los razonamientos sobre cuestiones de la vida diaria, y tiene una doble vertiente analítica y evaluativa. Intenta superar el aspecto mecánico del estudio de la lógica, así como entender y evaluar los argumentos en sus habitats naturales, por ejemplo, el jurídico, el estético y el ético.

Estrechamente ligado al pensamiento crítico y a la lógica informal, está el estudio de las falacias (o más precisamente, de las falacias informales). En los tratados comunes de lógica y en los programas de lógica de los planes de estudio vigentes, el capítulo de las falacias ocupa un espacio irrisorio. Por el contrario, en la actualidad hay libros dedicados totalmente a las falacias, o hay capítulos mucho más extensos en los que se pone énfasis en la importancia de la detección de falacias en el contexto de la vida cotidiana. Douglas Walton es uno de los estudiosos

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