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La Felicidad


Enviado por   •  6 de Agosto de 2013  •  2.020 Palabras (9 Páginas)  •  300 Visitas

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LA FELICIDAD

La felicidad es un tema importante que a lo largo de la historia del ser humano ha causado controversia pues todo ser humano busca la felicidad y para saber más de este tema tenemos que estudiar a Aristóteles, ya que él es uno de los primeros filósofos que se cuestionó este tema, este tema lo aborda en uno de sus libros llamado “Ética Nicomaquea”

Históricamente, la Ética Nicomaquea es el primer tratado sistemático de ética en el mundo occidental. Pertenece a la tradición comenzada por Sócrates y continuada por Platón, que enfatiza la supremacía de nuestra naturaleza racional y la naturaleza teleológica del universo. Pero las ideas morales de Aristóteles difieren de las de Platón. La diferencia arranca de sus diferentes concepciones de la naturaleza última de los principios morales, lo cual es consecuencia de sus respectivas posiciones metafísicas. Aristóteles no está de acuerdo con Platón en que los objetos singulares son inteligibles sólo por participar de las formas o ideas inmutables que existen en sí mismas y fuera de las cosas. Según Aristóteles, las formas que hacen comprensibles las cosas no pueden existir separadas de ellas. Los objetos individuales, para Aristóteles, son una unidad de un principio universal (la forma) y de un principio de individuación (la materia): no hay forma sin materia ni materia sin forma. Consecuentemente, Aristóteles rechaza la concepción platónica según la cual los juicios morales de la vida diaria presuponen un “bien”, independiente de la experiencia, personalidad y circunstancias. Él insiste en que el principio moral básico es inseparable a las actividades de nuestra vida diaria, y que sólo puede ser descubierto mediante el estudio de esas actividades.

Aristóteles inicia la investigación cuestionándose qué es lo que la gente desea. Encuentra que los honores y las riquezas son inadecuados. Señala que el último fin buscado por la gente debe ser uno que es, en primer lugar, suficiente: aquello que en sí mismo hace la vida deseable y que no necesita nada más. En segundo lugar, debe ser final: esto es, deseable por sí mismo y no por otra cosa. En tercer lugar, alcanzable. Sólo la felicidad cumple con estos requisitos. Pero lo que queda por investigar es la naturaleza de la felicidad y cómo alcanzarla.

En seguida revisaremos textos del libro “Ética Nicomaquea” con la intensión de comprender mejor su doctrina.

1. “Todo arte y toda investigación científica parecen tender a algún bien; y por ello se concluye que el bien es todo aquellos hacia lo que las cosas tienden”

2. “Al haber muchas acciones, habrán muchos fines”.

3. “Toda acción tiende a un fin, hay unos que se quieren por sus consecuencias y otros por sí mismos”

4. La esencia de la felicidad es cuestión disputada”

De la lectura de los anteriores textos podemos comprender que la ética de Aristóteles es una ética de bienes porque él supone que cada vez que el hombre actúa lo hace en búsqueda de un determinado bien. Como son muchos los bienes que el hombre aspira alcanzar a lo largo de su existencia, puede darse perfecta cuenta que éstos no son todos de la misma jerarquía, esto es, que unos son más elevados que otros.

A los bienes que ordenamos para alcanzar otros, los llamó bienes medios. Al bien más elevado, al que no podemos convertir en medio para alcanzar otro bien, lo denominó bien final o bien supremo.

Al bien supremo lo identificó con la felicidad, por esta razón ubicamos su ética dentro de la corriente que se ha denominado eudemonismo, de eudaimonía, felicidad.

El Eudemonismo es la doctrina ética que considera la felicidad como el bien supremo al que debe aspirar el ser humano, moralmente está asociado al bien.

Una vez que Aristóteles dejó establecido que todos los hombres se proponen alcanzar la felicidad, se dedicó a indagar en qué consiste ésta, para lo cual examinó todas las opiniones emitidas por los pensadores que le precedieron.

Un examen minucioso de esas opiniones acerca de la felicidad, le permitió descartar esas mismas opiniones, y reforzar su propia tesis de que la felicidad consistía en la posesión de la sabiduría.

Partió de la tesis de que el bien y la felicidad son concebidos por los hombres a imagen del género de vida a que cada cual le es propio. La multitud y los más vulgares ponen el bien supremo en el placer, y por esto aman la vida voluptuosa.

El placer causa deleite corporal por medio de la percepción sensorial, y no es bien perfecto del hombre si se le compara con los bienes del alma. Otros hombres apuntan al honor, la felicidad es para ellos "el premio a la virtud". Y el honor parece ser sobre todo el premio a la virtud. Pero el honor depende más de quien lo da que de quien lo recibe, mientras que el fin de la vida debe ser alguna cosa que nos sea propia. El honor se otorga a alguien por alguna excelencia suya, y por ello es un signo y testimonio de la excelencia que tiene el honrado, por lo tanto el honor es una consecuencia de la felicidad, pero ésta no puede consistir principalmente en el honor.

La felicidad podría consistir en la fama o la gloria, porque por ella los hombres alcanzan en cierto modo la eternidad. Pero la fama o la gloria pueden ser falsas. La fama o la gloria, depende de los admiradores, por lo cual no tiene consistencia propia, luego la felicidad no puede consistir en la fama o la gloria.

La felicidad podría consistir en la posesión de riquezas. Las riquezas ejercen un fuerte domino sobre el afecto del hombre. Con el dinero se compran casi todas las cosas. Además, mientras más riquezas se poseen, más se desean. Pero si se examina más detenidamente, podemos distinguir que existen dos tipos de riquezas. Las naturales, que sirven para satisfacer las necesidades vitales como el alimento, la vivienda, los vestidos, los vehículos, etc. También existen las riquezas

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