La Obesidad
javier215 de Noviembre de 2012
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SIGNIFICADO DE OBESIDAD
La obesidad es la enfermedad crónica de origen multifactorial prevenible que se caracteriza por acumulación excesiva de grasa o hipertrofia general del tejido adiposo en el cuerpo; es decir cuando la reserva natural de energía de los humanos y otros mamíferos, almacenada en forma de grasa corporal se incrementa hasta un punto donde está asociada con numerosas complicaciones como ciertas condiciones de salud o enfermedades y un incremento de la mortalidad. El sobrepeso y la obesidad son el quinto factor principal de riesgo de defunción en el mundo. Cada año fallecen por lo menos 2,8 millones de personas adultas como consecuencia del sobrepeso o la obesidad.
La OMS (Organización Mundial de la Salud) define como obesidad cuando el IMC o índice de masa corporal (cálculo entre la estatura y el peso del individuo) es igual o superior a 30 kg/m². También se considera signo de obesidad un perímetro abdominal aumentado en hombres mayor o igual a 102 cm y en mujeres mayor o igual a 88 cm
HISTORIA NATURAL DE LA OBESIDAD
Periodo Prepatogénico: El individuo está constantemente expuesto a alimentos con altos contenidos calóricos, además de que no realiza actividades físicas. También puede estar sometido a presiones emocionales y no comprende los perjuicios de una dieta desequilibrada.
Periodo Patogénico: El individuo empieza a acumular lípidos en los tejidos adiposos, pues el organismo automáticamente los guarda como reserva. Por esta acumulación el individuo aumenta de peso. También el sistema circulatorio puede obstruirse por grasas que bloquean la circulación. Se pierde resistencia física y el sistema pulmonar y el corazón tienen que esforzarse más. La obesidad esta íntimamente relacionada con problemas cardiovasculares y con diabetes.
Desenlace: Hay dos caminos, o el individuo elimina su exceso de grasa y regresa a un estado saludable mediante dietas adecuadas y ejercicio físico. El otro camino es poner la vida en riesgo por todas las complicaciones que la obesidad trae consigo, entre ellas las más comunes como la diabetes y problemas cardiovasculares.
CAUSAS
En las diversas etapas de su desarrollo, el organismo humano es el resultado de interacciones diversas entre su herencia genética (heredada de la familia), ambiente socioeconómico, cultural y educativo, así como su ambiente individual y familiar. Por lo tanto, cada individuo tiene un número de características peculiares que lo distingue, especialmente en su salud y nutrición.
Hay muchas causas implicadas en la aparición del problema. Aparte, de los malos hábitos de vida (mala alimentación y falta de ejercicio físico) también existen factores genéticos y orgánicos que inducen su aparición. Investigaciones recientes sugieren que, por término medio, la influencia genética contribuye en un 33 por ciento aproximadamente al peso del cuerpo, pero esta influencia puede ser mayor o menor en una persona en particular.
También pueden influir los factores socioeconómicos. Estos factores influyen fuertemente en la obesidad, sobre todo entre las mujeres. En algunos países desarrollados, la frecuencia de la obesidad es más del doble entre las mujeres de nivel socioeconómico bajo que entre las de nivel más alto. El motivo por el cual los factores socioeconómicos tienen una influencia tan poderosa sobre el peso de las mujeres no se entiende por completo, pero se sabe que las medidas contra la obesidad aumentan con el nivel social. Las mujeres que pertenecen a grupos de un nivel socioeconómico más alto tienen más tiempo y recursos para hacer dietas y ejercicios que les permiten adaptarse a estas exigencias sociales.
Y por último están los factores psicológicos, que durante un tiempo fueron considerados como una importante causa de la obesidad, se consideran actualmente como una reacción a los fuertes prejuicios y la discriminación contra las personas obesas. Uno de los tipos de trastorno emocional, la imagen negativa del cuerpo, es un problema grave para muchas mujeres jóvenes obesas. Ello conduce a una inseguridad extrema y malestar en ciertas situaciones sociales.
FACTORES DE RIESGO
Los factores de riesgo que aumentan los riesgos de padecer obesidad incluyen:
La falta de actividad: Con un estilo de vida sedentario es fácil consumir más calorías que las que se queman por medio del ejercicio o durante las actividades diarias normales.
Una dieta no saludable:
Una dieta alta en calorías, el consumir comida rápida, no desayunar, tomar bebidas con alto contenido calórico y comer porciones grande, todo eso contribuye al aumento de peso.
Genética: Los genes de una persona pueden afectar la cantidad de grasa que se almacena y cómo ésta se distribuye. La genética también juega un papel importante en cómo el cuerpo convierte eficientemente los alimentos en energía y en cómo el cuerpo quema calorías durante el ejercicio.
Historial familiar: La obesidad tiende a ser parte de la familia; y eso no es sólo por la genética. Los miembros de la familia tienden a tener hábitos alimenticios similares, de estilo de vida y de actividades. Si uno o dos de los padres es obeso, el riesgo de que una persona sea obesa es más grande.
Condiciones sociales y económicas: Ciertas condiciones sociales y económicas pueden ligarse con la obesidad. Por ejemplo, el no tener acceso a áreas seguras para hacer ejercicio, el haber aprendido maneras poco saludables para cocinar, el no contar con suficiente dinero para comprar frutas y vegetales frescos, o alimentos que no han sido procesados y empaquetados.
Las personas con uno o más de estos factores de riesgo pueden contrarrestarlos con dieta, actividad física y cambios en el comportamiento.
COMO SE DIAGNOSTICA
En la práctica clínica el diagnóstico de obesidad se realiza utilizando métodos simples y mundialmente consensuados. Todo paciente debe medirse en peso y talla, valorándolos con respecto a las tablas de la población a la que pertenezca.
Se emplean, además, los siguientes índices para valorar grado y tipo de obesidad presente:
1. I.M.C (Índice de Masa Corporal o Índice de Quetelet): Se define como el peso en Kg. dividido por la talla en metros al cuadrado. Un aumento del mismo indica aumento en la masa grasa.
I.M.C. superiores a 25 hablan de sobrepeso y mayores a 30, de obesidad.
En pediatría se utilizan tablas para valorar I.M.C. desde los 2 hasta los 18 años.
2. Pliegues Cutáneos: La medición de los pliegues en la región bicipital, tricipital, subescapular y suprailíaca permite medir y cuantificar la grasa del tejido subcutáneo.
3. Índice Cintura/Cadera: Es el cociente entre el perímetro de la cintura y el de la cadera. Define la distribución de la obesidad. Índices mayores a 0.90 en las mujeres y mayores a 1 en los varones se correlacionan con mayor riesgo cardiovascular.
En pediatría, y hasta los 10 años de edad, se usa el Peso Relativo o porcentaje de adecuación del peso real con respecto al peso teórico para la talla.
TRATAMIENTO
La mejor forma de tratar la enfermedad es previniéndola, identificando precozmente a los pacientes en los que a partir de los 20-25 años comienza a cambiar el peso. Los médicos consideran que el obeso debe ser considerado como un enfermo crónico que requiere un tratamiento a largo plazo, con normas alimentarias, modificación de los hábitos de conducta, ejercicio físico y terapia farmacológica. Los nuevos enfoques terapéuticos están basados en promover una pérdida de peso con programas de control de las enfermedades y problemas asociados, que dan lugar a problemas vasculares, cardiacos y metabólicos.
El obeso no debe perder kilos sino masa grasa, con pérdidas pequeñas y duraderas que impliquen una rentabilidad metabólica. Es necesario consolidar la pérdida de peso a largo plazo, y además, reducir el riesgo de muerte prematura, de enfermedad cardiaca, metabólica y vascular. En ciertos casos, los médicos pueden decidir que, además de cambiar la dieta y realizar ejercicio físico, es necesario completar el tratamiento con fármacos, que deben ser administrados con una dieta moderadamente hipocalórica y equilibrada.
Tratamiento Dietético: Con dietas hipocalóricas equilibradas en cuanto a proteínas, grasas e hidratos de carbono.
Aumento del gasto energético: Un programa de ejercicio físico adaptado a las condiciones del enfermo.
Cambios en el Estilo de Vida: Para lo que se requiere de psicoterapia, junto con cambios en el hábito alimenticio
Agentes medicamentosos: El empleo de agentes depresores del apetito sólo se utiliza como complemento del tratamiento en un grupo limitado de personas obesas.
Psicoterapia: Es importante estimular la motivación de estos enfermos ayudándoles a seguir la dieta y a modificar su actitud respecto a las comidas.
El tratamiento también debe ser determinado por el tipo de obesidad que se padezca, que puede ser leve, moderada o severa o grave.
La obesidad leve, es la que presenta un exceso de peso, que va desde el 20% a 40%, sobre lo que se considera “ideal” y su tratamiento puede llevarse a cabo mediante la ayuda de un nutriólogo y solamente estableciendo una dieta adecuada y un programa de ejercicios físicos.
La obesidad moderada, es la que presenta un aumento de peso que oscila entre 40% a 100% respecto al peso normal y generalmente además de la dieta y el programa de ejercicios, requiere de algún medicamento inhibidor del apetito. En estos casos, la ayuda de un psiquiatra también puede ser de
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