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La energía solar como sustituto de las energías no renovables


Enviado por   •  3 de Noviembre de 2017  •  Informes  •  2.415 Palabras (10 Páginas)  •  155 Visitas

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El crecimiento y desarrollo de las plantas se controla por las llamadas fitohormonas, que son compuestos orgánicos que funcionan como señales químicas entre las células de una planta.

Muchas plantas son sensibles a los cambios de luz y d durante todas las estaciones del año, y estas florecen en respuesta a dichos cambios.

Las condiciones internas de las plantas y las señales del ambiente en el que vive influyen en su crecimiento y desarrollo.

Una planta puede responder a un estimulo externo determinado, como la luz, la gravedad o RL tacto, mediante un crecimiento direccional o tropismo. El estudio de los tropismos ha ayudado a los biólogos a encontrar los vínculos entre el ambiente externo y las señales internas de la planta, como las fitohormonas.

Estas son señales químicas responsables de coordinar y regular diversos aspectos del desarrollo vegetal.

“Aunque existe un gran numero de , cinco se han caracterizado en detalle, auxinas, citocinas, estileno, y ácido abscísico.”[1]

Las plantas realizan movimientos en respuesta a estímulos ambientales como puede ser la luz, la gravedad o el tacto. Una planta puede reaccionar a un estímulo externo por crecimiento diferencial esto es, la dirección del crecimiento depende de la dirección del estimulo. Estas respuestas de la planta son llamados tropismos, que dan por resultado un cambio en la posición de una parte de la planta. Lo tropismos son irreversibles y pueden ser positivos o negativos, dependiendo si la planta crece hasta el estimulo o en la dirección opuesta. Los tropismos están bajo control hormonal.

“El fototropismo es el crecimiento direccional de una planta provocado por la luz”[2]

Para el desarrollo de las plantas, el tipo de suelo donde se planta debe tener minerales que ayuden a que la planta crezca mucho mejor.

Después de utilizar el mismo suelo para plantar, a largo  va perdiendo minerales, esto impide que una planta se desarrolle al cien por ciento, para que el suelo vuelva a darle los minerales necesarios a una planta se emplea el abono o fertilizante, esto puede ser muy beneficioso para una planta.

El abonado consiste en añadir a la tierra sustancias que aumentan su fertilidad, algunos nutrientes que producen los fertilizantes son sustancias químicas que ayudan a la planta a su alimentación y desarrollo.

Esto puede ser para los macronutrientes, estos se encuentran en la tierra, son para el desarrollo de la planta y para la floración de la misma.

También pueden ser utilizados para los micronutrientes, pero estos están presentes de forma natural, algunos de estos sirven para darle color a las hojas o para darle mas minerales a la plantas.

“Abona el jardinero y abona el agricultor con el mismo propósito: que las plantas crezcan más y mejor, y que su producción, ya sea de flores o de alimentos, también se incremente”[3]

La mejor época para la aplicación de los abonos orgánicos es antes del invierno, incorporándolos al terreno mediante el arado o una cava profunda. También se pueden añadir después, cuando pase el peligro de las heladas, aunque será menos efectivo. Entonces se hará con un cavado superficial y combinándolo con algún abono químico de liberación lenta.

Los abonos orgánicos son principalmente naturales, como desechos de mataderos, desechos de mismos animales, como puede ser el estiércol.

Los abonos orgánicos de origen animal aportan principalmente nitrógeno que es necesario para el crecimiento de una planta.

Los abonos de origen vegetal principalmente son residuos verdes, este también aporta muchos nutrientes que son los mas importantes para el buen desarrollo de una planta.

“Son interesantes por su aporte en nitrógeno de descomposición relativamente lenta, y por su acción favorecedora de la multiplicación rápida de la microflora del suelo.”[4]

Los abonos orgánicos más utilizados son:
Estiércol: de origen animal. Debe tener varios años para que esté bien maduro y encontrarse libre de semillas de malas hierbas.
Compost o mantillo: proviene del reciclaje de algunas basuras orgánicas. En ocasiones se utilizan lombrices para mejorar su composición. No llega a ser tan completo en nutrientes como el estiércol.
Productos animales: como harina de huesos, sangre seca, pezuñas y cuernos molidos, etc. Añaden muchos nutrientes útiles al suelo, pero son difíciles de encontrar y delicados de aplicar.
Abono verde: son plantas, como la colza o la mostaza, que se cultivan para enterrarlas y proporcionar materia orgánica al terrenos problemáticos como los arenosos o calizos.
El uso de este tipo de abono en las cosechas ha aumentado mucho debido a la demanda de alimentos frescos y sanos para el consumo humano.

“Para el efecto lento en una planta se puede utilizar el estiércol principalmente y para un efecto rápido puede utilizarse la orina o las cenizas.”[5]

Los abonos minerales o inorgánicos son sustancias que como su nombre lo dice son de origen , que son producidas por la industria química.  Interviene sobre todo en la producción de fertilizantes nitrogenados que ayuda al crecimiento de la planta, los abonos compuestos pueden ser simples mezclas, a veces están realizadas por los mismos distribuidores.

Aunque este tipo de fertilizante es muy efectivo también tienen algunos problemas si no se usan de forma adecuada por ejemplo degradan la vida del suelo y matan microorganismos o bacterias que ponen nutrientes a disposición de las plantas.

“Los abonos nitrogenados pasan por la síntesis del amoniaco a partir del nitrógeno del aire.”[6]

Abonos simples
El uso de los fertilizantes simples está indicado en los monocultivos, de una sola especie de planta, y lo normal es que los apliquen los profesionales o gente con experiencia. El mezclar abonos químicos incompatibles puede provocar reacciones químicas que disminuyen la fertilización y hasta pueden perjudicar a las plantas. Al jardinero aficionado le será más fácil y práctico utilizar los abonos compuestos ya elaborados, según las necesidades de su suelo y de sus plantas, con la única precaución de seguir las instrucciones del producto.

Abonos compuestos
Los abonos compuestos son los más convenientes para el jardinero aficionado. Los abonos compuestos pueden venir en forma líquida o granulada. El abono líquido sale más caro, pero resulta más fácil de guardar y manejar si no hay grandes necesidades, como cuando se trata de abonar los tiestos de una terraza. El abono granulado tiene mejor precio, viene en bolsas y sacos de distintos tamaños, y el problema con ellos es que nos duren demasiado tiempo, pues a la larga pierden efectividad. Como es lógico, cuanto más pequeño es el envase, más caro resulta. 
Al abono granulado se le añade en ocasiones un producto que retrasa su disolución, convirtiéndolo así en un abono de liberación lenta. Este abono actúa despacio y puede permanecer en la tierra durante meses alimentando a las plantas. Si el abono se incorpora enseguida al suelo es de liberación rápida, sus efectos se notan de forma inmediata pero también se agota antes y es necesario reponerlo a menudo.

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