La eutanasia existe desde la antigua Grecia
Espeon UmbreonInforme4 de Abril de 2019
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Introducción:
Las políticas públicas en materia de salud suelen tener la guía de visiones institucionales como códigos, normas, leyes y decretos, que permiten resolver las cuestiones que surgen en el proceso de su implementación. Sin embargo, al enfrentarnos a problemas que involucren la bioética debemos lidiar con diferencias morales y análisis complejos que varían de caso en caso. Así, en este informe desentrañaremos las diversas aristas que se desprenden del tópico “La eutanasia o suicidio asistido debería legalizarse”, que responde a la problemática a la que se ve expuesta el personal médico cuando un paciente bajo su cuidado ya no desea prolongar su vida. Dicha discusión es indispensable para delimitar hasta qué punto los derechos humanos involucrados en la relación médico-paciente dan a los actores la facultad de quitar a otro, en común acuerdo, la vida, o de exigir el término de esta. Además, define el futuro de la investigación de enfermedades no conocidas y métodos paliativos del dolor. Para esto, es indispensable definir los siguientes conceptos:
• Auxilio al Suicidio: Acción de quien con conocimiento de causa prestare auxilio a otro para que se suicide (Código Penal, 1874).
• Digno: Correspondiente, proporcionado al mérito y condición de alguien o algo, en este caso, a la vida humana (RAE, 2001).
• Enfermedades crónicas: Las enfermedades crónicas son enfermedades de larga duración y por lo general de progresión lenta (OMS, s.f).
• Eutanasia: Acción del médico que provoca deliberadamente la muerte del paciente (OMS, 2002).
• Ensañamiento terapéutico: Se considera una práctica médica basada en la aplicación de métodos extraordinarios y desproporcionados de soporte vital en enfermos terminales de las que, por el grado de deterioro órgano funcional no suministran beneficio alguno a los pacientes y simplemente prolongan innecesariamente su agonía (OMS, 2002).
• Ortotanasia: Muerte natural de un enfermo desahuciado sin someterlo a la extensión inútil de su agonía (RAE, 2001).
• Dolor: Una experiencia sensorial y emocional desagradable, asociada o no a daño tisular real o potencial de los tejidos o descrito en términos de dicho daño (Merskey, 1986).
• Paciente: Persona que padece física y corporalmente, (…) quien se halla bajo atención médica. (RAE 2001)
Es necesario aclarar algunas diferencias sutiles entre ciertos términos, que pueden alterar drásticamente su funcionamiento como figura jurídica. Por ejemplo, mientras que la asistencia al suicidio puede ser cometida por cualquier persona, la eutanasia implica necesariamente que haya una relación médico-paciente de por medio. Esta última, además, varía según el autor que la describa, distinguiéndose popularmente ciertas diferencias entre conceptos englobados en ella. El Dr. Armando Ortiz (2014), Magister en Bioética, Director del Diploma de Bioética de la U. de Chile, explica que: “A la palabra eutanasia se le ponen distintos adjetivos: activa, pasiva, directa, indirecta, voluntaria; y no sólo eso, sino que se han creado neologismos: distanasia, adistanasia, ortotanasia, etcétera”. Así, él concibe la eutanasia como tal solo cuando es “activa, directa y voluntaria”.
“Distingue cuatro escenarios: la limitación de la terapia, a su juicio mal llamada eutanasia pasiva. Un segundo escenario, vinculado al cuidado paliativo y a la sedación paliativa, que asegura no puede ser considerado eutanasia indirecta. En tercer lugar menciona el rechazo de tratamiento, vinculado al consentimiento informado (mal llamada eutanasia voluntaria). Finalmente, está la muerte medicamente asistida. “Esta sí es eutanasia”, asegura. “Por tanto, agrega, hay escenarios al final de la vida que son parte de la buena práctica clínica establecida que no pueden seguir llamándose eutanasia con adjetivos porque eso es un error conceptual muy grave”.
Origen de la problemática:
La eutanasia existe desde la antigua Grecia, donde se consideraba que las enfermedades extremadamente dolorosas eran un buen motivo para dejar de vivir (Pérez, 2006). Esto según los filósofos de la época y el mismo significado etimológico de eutanasia (buena muerte), quienes ocupaban este término para cualquier muerte ocurrida bajo buenas condiciones (Naranjo & Marko, 2016); un concepto no muy lejano a lo que hoy se entiende por eutanasia.
Por otro lado, existe el suicidio asistido, tomando como ejemplo su significado considerado en las Jornadas Nacionales de Filosofía de Derecho de la Universidad Austral de Chile:
“Para los efectos del análisis que se realizará en este trabajo, el suicidio asistido comprende: (1) la acción de darse muerte a sí mismo, realizada por una persona que padece una enfermedad incurable, y que desea acabar con su propio sufrimiento; (2) la ayuda de un tercero que le proporciona los medios necesarios para ejecutar su acción” (Navarro, 2016).
Como concepto, la eutanasia existe desde los inicios de la civilización, y desde entonces se consideraba correcta. La controversia surgió durante la masificación de las religiones judeocristianas, ya que según éstas la eutanasia, al igual que el suicidio, está estrictamente prohibida, pues consideran que la vida es un regalo de Dios y ésta no puede ser tomada artificialmente (Goic. 2005).
El debate respecto a su legalidad tiene sus inicios internacionales en la creación de la organización Dignity in Dying por el doctor Killick Millard el año 1935, la cual hasta el día de hoy busca la legalización de la eutanasia en Inglaterra, declarando que “No respaldamos una ley que permita a cualquiera terminar con la vida de otro. Esta es una protección importante para asegurar que una muerte asistida sea completamente voluntaria”(Campaign for Dignity in Dying, s.f).
Chile, en el debate por la legalización de la eutanasia, fue influenciado por las distintas organizaciones mundiales a favor de esta causa, que impulsaron el movimiento a favor de la eutanasia en nuestro país, el cual tomaba en consideración casos de pacientes sufriendo de enfermedades terminales y que pedían la eutanasia para acabar con el sufrimiento que éstas les acarrean.
Antecedentes:
La eutanasia es legal dentro de los siguientes países en el mundo: Bélgica, Canadá, Colombia, Holanda y Luxemburgo; mientras que el suicidio asistido está legalizado en: Bélgica, Holanda, Luxemburgo, Suiza y algunos estados de Estados Unidos. A pesar de esto, la legislación de cada país varía en su definición de estos conceptos dentro de las leyes que se han creado respecto a la problemática. Por ejemplo, la legislación belga define la eutanasia como “(...) el acto, practicado por un tercero, que pone intencionalmente fin a la vida de una persona a petición suya” (Ley Relativa a la Eutanasia, 2002). Mientras que, en Holanda, se define como “Ayudar deliberadamente a una persona a suicidarse o facilitarle los medios necesarios a tal fin” (Ley N° 26691, 2001). Siendo esta definición más similar al concepto de suicidio asistido.
Considerando el suicidio asistido, este está penado bajo el Código Penal Chileno, y la definición entregada por este define este proceso como “acción de quien con conocimiento de causa prestare auxilio a otro para que se suicide” (Código Penal, 1874). En base a esto, podemos llegar a la conclusión de que su legalización consideraría además un cambio en el Código Penal establecido hasta ahora, y para permitirlo se deberá alterar también su definición dentro de este para poder regular correctamente su uso. En cambio la eutanasia no se encuentra definida bajo ninguna ley actualmente en nuestro país.
Durante la década de los 90, la historia del doctor Jack Kevorkian impulsó el debate respecto a la eutanasia, cuando el llamado Doctor Muerte asistió el deceso de al menos 130 pacientes en Estados Unidos, incluso luego de que se le haya revocado su licencia para ejercer. Además, desarrolló dos máquinas para ayudar en el suicidio asistido, Thanatron y Mercitron, con las cuales los pacientes podían acabar con su vida administrándose químicos y gases tóxicos, respectivamente (Cohen, Dragovic, Roscoe & Malphurs, 2000).
Esta historia es considerada la más relevante cuando se habla de eutanasia, al menos en el ámbito internacional, siendo recurrente en el debate dentro de los países en los que ya ha alcanzado la regulación, siendo Holanda el ejemplo más relevante. Respecto a lo anterior, se han encontrado casos de complicaciones al momento de realizar la eutanasia en hospitales holandeses durante los años 90, cuando en Holanda aún no existía una verdadera ley que
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