La fragilidad en el anciano

La fragilidad en el anciano es un fenómeno biológico que está relacionado a la perdida de la reserva funcional, provocando con esto que el anciano sea más vulnerable o susceptible ante situaciones de estrés o casos en los que se ve de por medio la salud. Esto es considerado como un síndrome geriátrico que se valora por 5 criterios que son: la pérdida de peso no intencional, la debilidad medida a través de presión, la baja de energía y resistencia, la lentitud de los movimientos, la marcha y el nivel de actividad física. Al cual el anciano se considera frágil si tiene 3 o más de estos factores y pre frágil si tiene uno o 2.

Para valorar correctamente al anciano es necesario realizarle un plan de valoración geriátrica integral para poder conocer que tan vulnerable es, valorando sus factores de riesgo que lo predisponen a que vaya perdiendo esa funcionalidad, esos factores son: la edad muy avanzada, las caídas, la alteración de la movilidad y el equilibrio, la debilidad muscular, el sedentarismo, la hospitalización, las condicionantes sociales y la plurifarmacia.

Estos se manifiestan en unos “signos biológicos” los cuales el anciano se ve afectado, dando esos signos de fragilidad que lo llevan a estar muy cerca de romper ese equilibrio y convertirse en anciano enfermo o patológico. Estos signos pueden ser: la sarcopenia, disfunción de las fibras musculares, el descontrol de hormonas, estrés, daños cromosómicos, etc.

Principalmente la sarcopenia que es la más notable ya que con el mismo sedentarismo empeora cada vez más, sus principales consecuencias en la funcionalidad del anciano es en la marcha lo cual aunado a esto vienen las caídas, las cuales se pueden repetir continuamente, trayendo consigo mayor dependencia, alguna discapacidad o incluyo llegar a matarlos. Si el anciano ya ha sufrido caídas previas o tiene problemas del equilibrio es por que padece el síndrome de caída. A estos ancianos se les debe de valorar la hipotensión ortostatica junto con la VGI y si se encuentran hospitalizados o son pacientes institucionalizados se les debe de valorar si hay aparición de delirio.

Una buena intervención que se puede llevar a cabo en los ancianos frágiles, es el ejercicio ya que los ayuda a fortalecerse y disminuir con esto el riesgo de caída y la fragilidad, así como aumentar el equilibrio. Ya que principalmente los anciano que sufren caídas, lo hacen por que pierden el equilibrio realizando actividades básicas de la vida diaria, si se da el caso de que no tengan buen equilibrio es recomendable que usen protectores de cadera, con el fin de protegerse previniendo con esto una fractura de cadera.

Los ancianos que desarrollan síndrome post caída son considerados mucho más frágiles que los que aunque se caen, no desarrollan este miedo. Ya que al desarrollar el síndrome postcaida, disminuye su actividad física y su independencia funcional provocando con esto una disminución de su calidad de vida, lo cual lo pueden llevar a desarrollar depresión, ansiedad, etc.

Se conoce que la actividad física es una terapia de las más ideales para el tratamiento de la fragilidad en el anciano ya

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