La geografía histórica
mislaniResumen27 de Octubre de 2015
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Resumen: Geohistoria La geohistoria es una nueva ciencia geográfica e histórica que no subordina una de las ciencias a la otra sino que asume las peculiaridades de ambas. Las ciencias que se añaden el adjetivo de “históricas” suelen conformarse con dar explicaciones tomadas desde la historia a las realidades tangibles del presente. La geografía histórica lo mismo que el derecho histórico, no son verdaderas ciencias históricas, ya que estudian el presente y buscan en el pasado elementos de su explicación, raíces que aclaren la situación del presente. Pero no llegan a ser ni geografía integral del pasado ni historia total del derecho pasado. La geografía histórica lo mismo que el derecho histórico coinciden en la búsqueda en el pasado de elementos permanentes o al menos mudables a escala secular. Estos elementos permanentes son referentes que les sirven para la descripción del presente, de la geografía presente o del derecho actual. Pero esta búsqueda les imposibilita el hallazgo de la verdadera historia, es decir, la referencia temporal y cambiante de las realidades geográficas o jurídicas para el hombre contemporáneo y coetáneo de esos impactos. Por eso ni la geografía histórica ni el derecho histórico realizan una verdadera historia y tan sólo aportan un acarreo de materiales descontextualizados que les sirven para su construcción actual. Palabras clave: Geohistoria, Geografía, Historia. Abstract: Geohistory Geohistory and Historical Geography. Geohistory and Geopolitica. Geographical Factors and Tendencies in Geohistory: 1) Geographical Factors: a) Natural Factors: Climate, Relief, Rivers and Valleys, Ports, Communications, Forest and Steppe, Geohistorical Situation. b) Reactive Factors. 2) Geohistorical and Geopolitical Tendencies. The Historiography of Geohistory: Great Britain: H.C. Darby. France: Michelet, Vidal de la Blache, F. Braudel, Le Roy Ladurie, P. Gouron, the “Ruralists”, E. Juillard, the “Urbanists”, P. George. Spain: Jaime Vicens Vives; Territorial Organization: Carlos Estepa and I. Alvarez. Social Organization of the Territory: J. A. García de Cortazar; Legal Organization of the Territory. T. López Mata and G. Martinez Diez. Germany and Scandinavia. United States of America. Conclusions. Bibliography. Key words: Geohistoria, Braudel, geographical factors, natural factors. 234 Lurralde : inves. espac. 33 (2010), p. 233-310; ISSN 0211-5891 ISSN 1697-3070 (e) JOSÉ LUIS ORELLA UNZUÉ Laburpena: Geohistoria Geohistoria eta Geografia historikoa. Geohistoria eta Geopolitika. Eragile geografikoak eta joerak Geohistorian: 1) Eragile geografikoak: a) eragile naturalak: Eguraldia, Erliebea, Ibaiak eta Haranak, Portuak, Komunikabideak, Oihan eta Estepa, Kokaleku geohistorikoa. b) Eragile erreaktiboak. 2) Joera geohistorikoak eta geopolitikoak. Geohistoriaren Historiografia: Britania Handia: H. C. Darby. Frantzia: Michelet, Vidal de la Blache, F. Braudel, Le Roy Ladurie, P. Gouron, Landazaleak, E. Juillard, Hirigileak, P. George. Espainia: Jaime Vicens Vives; Gunearen lurralde eraketa: Carlos Estepa eta I. Alvarez. Gunearen gizarte eraketa: J. A. Garcia de Cortazar; Gunearen zuzenbidezko eraketa: T. Lopez Mata eta G. Martinez Diez. Alemania eta Eskandinaviar Herriak. Iparrameriketako Estatu Batuak. Gako hitzak: Geohistoria, Historia, Geografia, Braudel. 1 La Geografía regional. 1.1 El surgimiento de la Geografía regional moderna Es a finales del siglo XIX cuando nace la Geografía regional. Esta acepción de región nace de la combinación de una serie de referentes físicos y aun geológicos. Y por supuesto tiene interés específico el grupo humano que habita ese territorio. Geógrafos británicos como Mackinder y Herbertson o franceses como L.Gallois, son los que en un primer momento esbozaron este concepto. Paralelamente Elisée Reclus desarrolla entre 1875 y 1894 su gran Geografía Universal, obra maestra en su género. Se asienta en el siglo XX como parte de la ciencia la Geografía regional principalmente en Francia y Alemania. El cambio vino suscitado por la superación de una geografía centrada en la relación sociedad con el medio físico y se da paso a una geografía evolutiva. La evolución de la geografía regional fue variada. La corriente francesa de Vidal de la Blache tuvo un sentido práctico, con un estudio práctico de las regiones, comarcas y colonias. Lucien Febvre, fue el que asentó esta corriente. La corriente alemana encabezada por Alfred Tener se polarizó en la geografía regional. Para Hettner “únicamente cuando concibamos los fenómenos como propiedades de los espacios terrestres, estaremos haciendo geografía”. Dentro de Alemania aparecerá la geografía regional de Max. Sorre que concibe la región como “el área de extensión de un paisaje”. El paisaje se entendía sobre todo, no como el resultado de una serie de procesos naturales, sino como la expresión de una cultura. Esta vía será desarrollada especialmente por O. Slütter y S. Passarge. 1.2 La Geografía regional en los Estados Unidos La geografía regional en Estados Unidos nació a principios de los años cuarenta cuando la geografía corológica se implanta de forma definitiva en las universidades estadounidenses. Los líderes de esta corriente son Carl Sauer desde 1925 siguiendo la corriente paisajística alemana y R. Hartshorne siguiendo el modelo Hettneriano. Para la escuela de Berkeley la región es un área cultural y como el paisaje cultural que ha desarrollado la cultura habitante. Para Hartshorne sin embargo, la región tendrá un carácter menos culturalista e historicista ya que se la considera como un instrumento intelectual para el análisis geográfico. 1.3 La crisis de la Geografía regional tras la Segunda guerra mundial Tras la segunda guerra mundial aparecen críticas a la Geografía regional Por un lado por su escaso contenido sintético y de interpretación. Y por otro lado por lo contrario JOSÉ LUIS ORELLA UNZUÉ Lurralde : inves. espac. 33 (2010), p. 233-310; ISSN 0211-5891 ISSN 1697-3070 (e) 235 por su carácter exclusivamente sintético y pedían un tratamiento temático. El concepto de región se cuestiona por formalista ya que se veía aplicable únicamente al espacio rural. El verdaderamente demoledor con estas críticas fue F. K. Schaefer con su artículo “Excepcionalismo en Geografía”. Se enfrentaba a la geografía tradicional por su carácter ideográfico e historicista, es decir, por estudiar lo único e irrepetible y por no concentrarse en la elaboración de teorías y leyes generales. 1.4 La búsqueda de alternativas. La región funcional y la región sistémica Se buscaron nuevas vías para una geografía que no apareciera como ciencia auxiliar de la economía ya que se consideraba a las regiones como espacios económicos. Se llegó a un nuevo concepto de región conocida como región funcional, polarizada o urbana. La región no deviene únicamente de una continuidad paisajística, sino de un sistema de relaciones funcionales que se establecen entre las diversas partes del conjunto. En 1962 Etienne Juillard publicó su artículo «La région, essai de definition». Según Juillard: “Existen dos principios de unidad regional. Uno se basa en un criterio de uniformidad, es el paisaje; el otro en un criterio de cohesión, en la acción coordinada de un centro. Los territorios individualizados según este último criterio se caracterizan menos por su fisonomía que por su función. Hablaremos de espacio funcional”. En esta misma línea se decantó B.Kayser cuando decía «Una región es un espacio limitado, inscrito en un marco natural dado, que responde a tres características esenciales: los vínculos entre sus habitantes, su organización en torno a un centro con cierta autonomía, y su integración funcional en una economía global». Finalmente se llegó al concepto de región sistémica, derivado de la Teoría de Sistemas de Ludwig von Bertalanffy. La región se conceptúa como un sistema regulado por los flujos materiales e inmateriales de bienes, personas, información. Además la concepción sistémica incorpora la visión dinámica del sistema. El sistema territorial evoluciona de acuerdo a los condicionamientos y contradicciones internas y externas. Se había dado una evolución en geografía regional desde un punto de vista paisajístico, a una geografía regional que incorpora las relaciones sociales y los flujos circulatorios de la región. Las regiones no son entes uniformes sino que su unidad depende de relaciones funcionales. En España, donde la geografía regional había sido tardía y fragmentaria y se deja
1.5 Nueva Geografía regional. La impulsa Doreen Massey a través del concepto de lugar como la combinación de identidad, instituciones locales y vínculos globales. La geografía regional era la única capaz de unificar la gran multiplicidad de investigaciones temáticas de la Geografía general tanto física como humana. Se llegó a una diversa interpretación de la geografía regional. Una geografía regional tradicional que estudia los territorios administrativos en una suma de ámbitos temáticos sobre el medio ecológico, la población, la economía o las infraestructuras. También se produce una revalorización del concepto de región como paisaje. 236 Lurralde : inves. espac. 33 (2010), p. 233-310; ISSN 0211-5891 ISSN 1697-3070 (e) JOSÉ LUIS ORELLA UNZUÉ Desde la geografía humanista se concibe el marco local y regional como un ámbito de experiencia ligado al individuo. El lugar es el espacio vivido y el marco de identidad. Desde la geografía de corte marxista y estructural, los espacios locales, regionales y nacionales se conciben como estructuras sociales y ecológicas. Los individuos reproducen estas estructuras o las transforman, a la vez que su acción está condicionada por ellas. Esto quiere decir que los espacios geográficos no son inmutables o naturales, sino esencialmente una construcción social que se transforma continuamente en sus características (organización demográfica, económica, social, medio ecológico y construido etc). Aparece también una geografía regional novedosa en cuanto conjuga el acercamiento temático y especializado con el sintético, pero sin perder de vista el espacio geográfico complejo. En esta línea de renovación se podría señalar “La Ribera tudelana de Navarra” de Alfredo Floristán de 1952. Monografía regional que define a la Ribera de Navarra como una región humana con centro organizador en Tudela. 2 Conceptos y definiciones geográficas previas a la interpretación geohistórica. 2.1 Introducción. Tras la geografía regional y como antecedente de la Geohistoria los investigadores de la geografía y de la historia se han percatado de que las realidades espaciales son a un mismo tiempo universales y particulares, se reiteran en la sustancia, pero se diferencian en su presentación en cada país, región, lugar o paisaje. La Geografía como ciencia de los lugares y del mundo, permite visualizar la realidad espacial más allá de las apariencias, con lo cual contribuye a las transformaciones a favor del conjunto de la sociedad. Esta afirmación no significa confundir actividad científica con voluntad política, ni el análisis y las propuestas con la gestión de las mismas. 2.2 El Espacio como realidad en transformación permanente. El espacio es un producto de la sociedad en que se ha desarrollado, pero a la vez se inserta en un sistema global. Es un resultado en el que no sólo colaboraron los actuales actores sino también todos los que, a través de los tiempos, tuvieron posibilidades de decisión sobre ese mismo espacio. El espacio está compuesto de continuidades y de cambios, de transformaciones y de interrupciones, de correcciones y de creaciones. Según Milton Santos la estructura espacial, aparente producto inerte de la historia, se convierte en un elemento dinámico. Tomados aisladamente, el tiempo es sucesión mientras que el espacio es una acumulación de tiempos. El espacio, no es un únicamente un escenario, sino una variable decisiva de transformación de las sociedades actuales. La división social del trabajo atribuye a un área la condición de espacio productivo. Las ciudades, los grandes centros de producción y consumo, se convierten también en los grandes centros de distribución y circulación. Esas funciones las colocan en un destacado lugar en el conjunto del territorio. Aunque las ciudades no sólo se explican por su manera de producir, sino también por los aspectos sociales, políticos, culturales. Desde el punto de vista espacial, lo más resaltable es el desarrollo de las grandes redes internacionales. La existencia de las redes no es una novedad; sin embargo, en la actualidad, las empresas que más influyen en la economía mundial van extendiendo ese diseño espacial. JOSÉ LUIS ORELLA UNZUÉ Lurralde : inves. espac. 33 (2010), p. 233-310; ISSN 0211-5891 ISSN 1697-3070 (e) 237 2.3 El Territorio y el poder. El territorio puede presentar distintos tamaños e intensidades de relación que se vinculan con la manera en que el Estado se estructura. Por otra parte, lo territorial puede analizarse partiendo de diferentes escalas. En la fase globalizadora, mediante impresionantes medios técnicos y capacidad de poder, se realiza una gran transformación territorial, alterando el uso, la posesión y la gestión del territorio. Se produce entonces, una desintegración del territorio preexistente, que era el resultado de iniciativas con raíces culturales y políticas. A esta transformación se le ha denominado desterritorialización. Al mismo tiempo se produce un redespliegue del poder sobre las cosas y los procesos, que tiene principalmente un fundamento económico y que es calificado como reterritorialización. Los propios procesos de integración conllevan un cambio de las relaciones sociales y económicas en relación con el territorio. Por lo tanto controlar el territorio es una forma de control del poder. 2.4 Los lugares en un nuevo marco mundial. El lugar ha sido definido por Santos como “un cotidiano compartido entre las más diversas personas, empresas e instituciones y afianzado sobre la base de cooperación y conflictos que dan fundamento a la vida en común”. Del lugar se extraen datos que conforman una identidad individual y colectiva. Estos datos pueden proceder tanto de las condiciones físicas como de aquellas incorporadas por aplicaciones tecnológicas, pero que presentan en común la carga de significado que le asignan las personas. Los lugares son el fundamento de la identificación de las personas, en tanto en cuanto forman parte de los mismos lugares, como por su conocimiento y sus comportamientos espaciales. En geografía es preferible hablar de lugar en vez de recurrir al término local; porque éste último se refiere a políticas de gestión, a desarrollos coyunturales impulsados desde adentro hacia afuera y no a sitios vividos, interiorizados, con o sin crecimiento económico. La Geografía se ocupa de espacios concretos, poblados por hombres concretos que hacen cosas concretas. Al resultado de estas concreciones se le denomina lugar. ¿Están o no afectados los lugares por el proceso de globalización? ¿Pueden ellos defenderse de las influencias externas que amenazan homogeneizar usos y costumbres? La hipótesis de trabajo que aquí se sustenta es que asistimos a una revalorización de los lugares, como reacción a la homogeneización cultural. Es cierto que todos los lugares están relacionados hoy con un tiempo del mundo, pero se diferencian entre sí porque están afectados de manera diferente. Las empresas transnacionales los clasifican como lugares “luminosos” y lugares “opacos” en razón de sus prácticas de localización de inversiones financieras y productivas. Desde la óptica geográfica cada uno de los lugares del mundo posee cualidades intrínsecas para ser luminoso. Al menos con relación a la propia gente que los habita. Los lugares son los intermediarios insustituibles entre el mundo y el individuo. Constituyen el ámbito donde la política y la economía se territorializan. Y esto es así porque sólo en los lugares es factible establecer normas jurídicas que regulen un estilo de desarrollo no impuesto por los mecanismos de poder internacional. Se dan dos niveles conceptuales de lugar: a) el entorno inmediato, concreto, vivido cotidianamente por un grupo social que lo reconoce como tal y se reconoce en pertenencia; b) como sinónimo de cualquier porción territorial del planeta donde se produce un acontecimiento que provoca nuestra atención circunstancial. El primero forma parte de una extensión territorial apropiada por las personas que lo viven. El segundo participa del 238 Lurralde : inves. espac. 33 (2010), p. 233-310; ISSN 0211-5891 ISSN 1697-3070 (e) JOSÉ LUIS ORELLA UNZUÉ aluvión de información. El lugar vivido y apropiado forma parte de la identidad de grupos sociales, de tal forma que mantienen la voluntad de permanecer en ellos, aunque se les califique como de alto riesgo. 3 Geohistoria. 3.1 Definición: La geohistoria es una nueva ciencia que inaugura un nuevo método del que participan secundariamente y por partes iguales las metodologías geográficas y las históricas. El punto de partida de toda investigación geohistórica aunque se trate de una biografía no es el individuo aislado, el agricultor o el ciudadano, sino el grupo social del que forma parte el individuo, ya sea la tribu, el clan, la casta, la identidad. Este grupo social tiene unas exigencias espacio-temporales para su realización que condicionan el desarrollo y la vida de cada uno de sus miembros. Estas exigencias vendrán estudiadas por los métodos geográficos e históricos. En consecuencia el objetivo primario y principal de la geohistoria no es el desarrollo de unos referentes geográficos ni la evolución de unas coordenadas históricas, sino que el intento principal de la geohistoria es la descripción del grupo social en el que se desarrolla la vida de los individuos. Todo formalismo geográfico o histórico queda condicionado a la descripción social. Por lo que no se puede hacer geohistoria de una biografía personal ni de una familia sin el obligado referente del grupo social. La Geohistoria como ciencia social que es, estudia la realidad espacial, aprehendiendo el “espacio Geohistórico”1 , como un producto social, dado por la interrelación poblamientoactividad económica en el territorio, en condiciones históricas determinadas. Como ya hemos descrito el espacio es una construcción social, dada en condiciones históricas determinadas las cuales se vinculan con lo antropológico, lo social, lo cultural y lo histórico. Según Ramón Tovar la geohistoria es una ciencia que diagnostica la totalidad, porque ella no se queda únicamente en las inquietudes intelectuales de definir o describir un espacio, sino que también busca comprender cómo es ese espacio y si se acepta su análisis, también puede proponer cómo remediar y cómo mejorar ese espacio. Ella nos marca las direcciones de actuación para conocer el espacio, evaluarlo y luego necesariamente hacer las recomendaciones de intervención, no aisladamente, sino con el concurso de otras ciencias, para estructurar así una política del espacio. En el estudio del espacio geohistórico la Geografía aporta su concepción global de la realidad social, en la definición del espacio como producto social. No hay sociedad sin espacio pero, a la vez, la sociedad se proyecta sobre el espacio. Son principios y vectores que reflejan la relación universal espacio-sociedad. La geografía se propone abordar la investigación y la enseñanza desde un enfoque inter y transdisciplinario que responda a las exigencias de la realidad social y a las necesidades de transformación de acuerdo a la dinámica social. Por otra parte si bien es cierto que existe una diversidad de enfoques epistemológicos o escuelas de pensamiento que interpretan la ciencia geográfica, es importante resaltar que de una manera u otra todos han nutrido el pensamiento geográfico a partir de un objetivo social. La complejidad del presente, en el contexto de un mundo globalizado y del imperio 1 Definido por Ramón Tovar, geógrafo venezolano (1986). JOSÉ LUIS ORELLA UNZUÉ Lurralde : inves. espac. 33 (2010), p. 233-310; ISSN 0211-5891 ISSN 1697-3070 (e) 239 de la tecnología, exige del saber geográfico el que pueda diagnosticar, explicar y reflexionar para lograr la transformación, el restablecimiento del equilibrio sociedad-naturaleza. La Geografía por lo tanto se convierte en una ciencia de vanguardia que debe priorizar a la sociedad y a su territorio. Por esto mismo la geografía es necesaria a la geohistoria porque ésta es una ciencia que no sólo diagnostica sino que implica un compromiso. Ella es fiel a la condición del pueblo que describe, como la solidaridad del grupo humano con su territorio, ya que el grupo social conforma una comunidad estable, históricamente integrada de lengua, de territorio y de vida económica, manifestados todos estos referentes en la cultura de esa comunidad. La geohistoria viene a sumar en un primer momento los métodos de reflexión y razonamiento y luego las metodologías de las dos ciencias: la geografía y la historia. En un segundo momento la geohistoria buscará modelos de actuación mixtos, fruto de una observación espaciotemporal y entrará en campos de investigación propios como son los medios y sistemas de producción dentro de su soporte espacial. Para la Geohistoria no le basta con marcar en un espacio y tiempo concretos, los cambios del medio natural en función de la actuación tecnológica humana. Un análisis geohistórico exigiría la combinación de los resultados que en un momento dado devienen de las opciones humanas y las determinaciones reales de la misma naturaleza. Es detectar que en cada época histórica existe un juego peculiar de opciones humanas y de determinismos naturales. Podemos concluir que la Geohistoria es la ciencia geográfica de las sociedades históricas organizadas sobre el espacio natural. Es base de la geohistoria caer en la cuenta de que la geografía está inserta en el tiempo natural de las cosas y también en el tiempo de los hombres. Por lo tanto si la geohistoria pretende hacer una historia total tiene que tener asumida la necesidad de una geografía total. Y esta geografía total echa mano de las técnicas arqueológicas, de la sucesión de hábitats, del perfil de las herramientas y de los utensilios de la época, de los cultivos y de las etapas de domesticación de las plantas, de los cambios de uso del suelo, de la relación del lugar de trabajo con el asentamiento de las unidades familiares y sociales, etc. De esta yuxtaposición de visiones interdisciplinares se llega a una elaboración integrada en la que la utilización y organización del espacio se describen en una trama temporal y cronológica. Pero la presentación de los acontecimientos históricos en un marco espacial, no es aún suficiente para afirmar que se han asumido las técnicas geográficas. El método geohistórico obliga a que queden compensadas las variaciones espaciales con los ritmos cronológicos. Pero es que además de la necesaria interacción entre la historia y la geografía, es imprescindible el deshacer la dicotomía existente de que el espacio es el objeto de la geografía, mientras que el tiempo lo es de la historia. Tanto el espacio como el tiempo son instrumentos necesarios de percepción de la geografía y de la historia. Tanto la historia como la geografía ocupan el tiempo humano y la totalidad de la superficie terrestre. El ideal sería presentar un marco global, fruto interdisciplinar de las ciencias. Pero ante la imposibilidad de hacerlo se opta por presentar de forma yuxtapuesta los planos geográficos e históricos. Y aun éstos como la suma de los niveles demográficos, económicos, institucionales, políticos, de comportamientos y aun jurídicos. Por lo tanto la Geohistoria no prescinde de los planos o niveles propiamente históricos como son la demografía, la economía, la política, o las clases sociales. Así una Geohistoria demográfica pretende describir no tanto una demografía cuantitativa, que no la desdeña, sino la captación de un proceso de conquista del espacio o la descripción de una gradación de los desolados. Por eso llega un momento en que por el hecho de la interdisciplinariedad 240 Lurralde : inves. espac. 33 (2010), p. 233-310; ISSN 0211-5891 ISSN 1697-3070 (e) JOSÉ LUIS ORELLA UNZUÉ de las ciencias es muy difícil distinguir los productos de la historia social y de la geografía humana, por citar un ejemplo. A estas alturas de la descripción entendemos por Geohistoria la ciencia esbozada por el historiador francés Fernand Braudel, que tiene por objeto el estudio dinámico entre una sociedad del pasado y la estructura geográfica que la sustenta. Es decir que asume la geografía como sostén en los diferentes momentos históricos, que influye en las sociedades pero no determinándolas, porque las mismas sociedades con su tecnología puede llegar a cambiar la misma geografía en la que se asientan. La Geohistoria dentro del estudio de la historia es capaz de dar explicaciones diacrónicas de los períodos históricos de larga duración, de las crisis o de los cambios de coyuntura. Y al mismo tiempo esclarece sincrónicamente los niveles de una sociedad en economía, demografía, cambio de mentalidad o de costumbres. Algunos autores marcan como específico de la Geohistoria su capacidad teórica y metodológica de estudiar la geografía desde una perspectiva interdisciplinaria, entendiendo al espacio como producto social, síntesis de la acción de los grupos humanos y consecuencia de una realidad histórica. Sin embargo la Geohistoria es algo más, es un estudio de la relación entre la geografía y la historia porque la geografía forma parte del proceso histórico y necesita de la historia para ser explicada socialmente. Más aún la Geohistoria estudia puntualmente la relación entre una sociedad del pasado y la geografía en la que se desarrolló porque existe una mutua interacción entre la sociedad y la geografía que mutuamente se interfieren y se modifican. Pedro además la Geohistoria explica los comportamientos sociales de larga duración en los ámbitos de la economía, demografía y comportamientos sociales. La Geohistoria al tener por objeto de estudio los fenómenos sociales en su dimensión tempoespacial, utiliza la unidad dialéctica tiempo-espacio. Es decir la Historia (el tiempo, lo diacrónico) que permite seguir la pista a las relaciones y contribuye a descubrir cómo se produce el fenómeno y la Geografía (el espacio, lo sincrónico) que demuestra cómo la sociedad actúa sobre su medio. Por lo tanto la Geohistoria conforma el análisis y a la vez la síntesis de la organización y de la estructura del espacio. Los autores vienen a coincidir en la definición de Geohistoria. Para R. Tovar la Geohistoria es la geografía humana que estudia el espacio creado por la sociedad con un análisis interdisciplinar y entendiendo el espacio como producto social. Para este autor la dirección metodológica propuesta es la de partir del presente llegando al pasado porque el presente es la síntesis del proceso histórico. Usando palabras textuales nuestro autor afirma que “la Geohistoria es en términos del conocimiento, una representación de la realidad a la cual tratamos de dar respuesta, donde se integran, por una parte el espacio y por la otra el tiempo: las dos grandes variables del conocimiento científico social”. El estudio del espacio desde el enfoque geohistórico conduce a su análisis objetivo, estableciendo correlaciones en las diferentes escalas con lo local, regional, nacional, internacional y/o mundial. Por su parte para R. Santaella la Geohistoria es la relación entre la geografía y la historia con metodología interdisciplinar. La geografía necesita de la historia para ser explicada socialmente. Para este autor la Geohistoria nos descubre las relaciones entre la estructura socioeconómica dominante y la estructura del espacio. La Geohistoria asume en paridad y sin sumisión de una a otra, las metodologías geográficas e históricas. Sin embargo añadimos nosotros la geografía histórica lo mismo que el derecho histórico no son verdaderas ciencias históricas ya que explican el presente con respecto a las raíces del pasado. La Geohistoria nos permite comprender, ordenar y sistematizar los sucesos del JOSÉ LUIS ORELLA UNZUÉ Lurralde : inves. espac. 33 (2010), p. 233-310; ISSN 0211-5891 ISSN 1697-3070 (e) 241 pasado que marcan el presente y no debe ser herramienta de justificación ni para políticos ni para diplomáticos. La Geohistoria busca establecer modelos de actuación que sean mixtos y fruto de la observación espacio-temporal. No se contenta con explicar los cambios de los medios o sistemas de producción en razón de la actuación tecnológica del momento. Trata de estudiar en cada época histórica el contraste de las opciones humanas y los determinismos naturales. Por su parte Ceballos García2 , afirma que “la información que nos puede dar un diagnóstico de Geohistoria es principalmente geográfica pero desde una perspectiva muy particular, donde estamos buscando datos de geografía en relación con información sociológica, histórica, antropológica e incluso con la economía. Con estas relaciones se busca identificar la estructura y la dinámica de las comunidades como producto de las condiciones geohistóricas”. 3.2 Analisis geohistórico del espacio y del tiempo. 3.2.1 El espacio y el tiempo como referentes filosóficos. Pero antes de pasar a presentar las ciencias sociales que se basan en el espacio (Geografía) y en el tiempo (Historia), tenemos que presentar el perfil ideológico tradicional y filosófico del espacio y del tiempo. En un sentido filosófico más abstracto y por lo tanto de menor utilidad para los geógrafos e historiadores, el espacio y el tiempo eran considerados en la forma más radical como ontoentes necesarios para todo conocimiento. Kant los denominaba formas sintéticas a priori. Otros autores los conocían como coordenadas del ser. Sin llegar a estas disquisiciones los historiadores de todos los tiempos han considerado al espacio y al tiempo como los ojos de la historia. En cuanto a los objetivos y métodos se diferenciaban estas ciencias. Al principio la división entre la Geografía y la Historia fue temática: los historiadores se inclinaban a la historia política, mientras que los geógrafos ocupaban el terreno económico y social. El geógrafo aparecía como el mejor historiador de las masas trabajadoras mientras que el historiador se interesaba por los reyes y los príncipes. De esta manera la Geografía no tenía un concepto fijo y unívoco del espacio sino que se partía de una grave disparidad de escuelas dentro de la misma Geografía. Así según Vidal de La Blache la geografía era la “ciencia de los lugares, no de los hombres”. Esta geografía podía ser estudiada dinámicamente, pero, aun así, no formaba parte sino de la Geografía histórica. 3.2.2 El espacio y el tiempo en la Escuela de los Anales. Sin embargo a partir de Ferdinand Braudel cambió la acepción de estas dos ciencias. Braudel creía que “la geografía era el estudio espacial de la sociedad o, mejor aún, el estudio de la sociedad en el espacio”. Según el mismo Braudel la Geohistoria es una verdadera geografía humana retrospectiva que tiene como objeto el que los geógrafos tengan más en cuenta al tiempo y el que los historiadores se inspiren ante el espacio, ya que el espacio y el tiempo son medios para el conocimiento de los hombres. 2 Docente universitaria de grado y posgrado en la Universidad Pedagógico Experimental Libertador de Caracas. 242 Lurralde : inves. espac. 33 (2010), p. 233-310; ISSN 0211-5891 ISSN 1697-3070 (e) JOSÉ LUIS ORELLA UNZUÉ En Braudel encontramos un historiador que, a la vez, es economista, sociólogo, antropólogo y hasta geógrafo, presentando superpuestas 1º.- Una historia inmóvil, la historia del hombre en sus relaciones con el medio que lo rodea; 2º.- Una historia de ritmo lento, la historia estructural y social; 3º.- Y una historia tradicional, de tiempo corto, a la medida del individuo. Es decir una historia que imbrica la tierra, el mar, el clima y el medio ambiente, (ecológico diríamos en nuestros días), con la concepción braudeliana del tiempo como muy largo (geográfico), largo (social) y corto (individual). Braudel aprovechando las aportaciones de la escuela geográfica de Paul Vidal de la Blache que veía a la Geografía como “verdadera ciencia de las relaciones del hombre y la naturaleza: relaciones presentes o antiguas y pasadas” y su tratamiento de la región y el paisaje, se elevó a niveles superiores y más generales ofreciéndonos una teoría de la Geohistoria que postula la síntesis total de geografía e historia y supera la visión atemporal, y como algo dado, de la primera. En esta síntesis los elementos de la base geográfica se descubren como actores y protagonistas reales, renovando así las explicaciones históricas que habían sido habituales hasta la llegada de la Geohistoria. En efecto, según la escuela de los Annales con Marc Bloch y Lucien Febvre “los hombres y las sociedades construyen diversas “estrategias de respuesta” a las presiones y desafíos de esa base geográfica, estrategias que a la vez delimitan una “elección de civilización” particular dentro de ese campo de posibles y terminan influyendo también activamente sobre el propio juego de combinaciones posibles, y por lo tanto, sobre los mismos límites originales de ese campo de posibilidades”. Se ligaba de esta manera, la síntesis geohistórica a la propia de las civilizaciones que posteriormente desarrollaría ofreciendo claves de una interpretación general de la historia. Al mismo tiempo que la Escuela de los Annales se construían nuevos caminos para la historia y su relación con las otras ciencias sociales, ya que estas ciencias dialogaban entre sí y se cuestionaban bajo diferentes tendencias, perspectivas y escuelas teóricas. Se repiensan en particular, la historia y la geografía al cambiar la reflexión sobre las que se apoyan como son el tiempo y el espacio unidos y constituyendo una sola dimensión. Con el nacimiento de la Escuela de los Annales la historia total se extendió desde la historia económica y la social hasta la historia de las civilizaciones. Por lo que el terreno del historiador se extendió aun a la climatología. Según E. Juillard las relaciones entre la historia y la geografía son tan estrechas que la separación de ambas sólo puede ser mental, ya que una separación física en cualquier tiempo histórico es injustificada. 3.2.3 El espacio y el tiempo en Emmanuel Wallerstein: Las cinco formas de interpretación del binomio espacio-tiempo La perspectiva iniciada por el francés Ferdinand Braudel en “El Mediterráneo y el mundo mediterráneo en la época de Felipe II” y enriquecida por el norteamericano Immanuel Wallerstein nos abre un nuevo camino que es la Geohistoria. Es aquí donde se anuda la reflexión y la propuesta de Immanuel Wallerstein, como un desarrollo, maduración y superación de la propuesta braudelina en la visión de la historia como historia del sistemamundo. Para Wallerstgein el tiempo y el espacio son una invención humana y una creación social rectificando la concepción del espacio y del tiempo de la escuela de los Annales. JOSÉ LUIS ORELLA UNZUÉ Lurralde : inves. espac. 33 (2010), p. 233-310; ISSN 0211-5891 ISSN 1697-3070 (e) 243 El profesor Wallerstein, fundador del “Centre Ferdinand Braudel” de la Universidad de Columbia at Binghamton, N.Y., explica la dificultad metodológica que tienen la Geografía y la Historia como disciplinas científicas y nos presenta una propuesta de categorización de cinco formas de interpretar el binomio tiempoespacio, ligadas al nacimiento, evolución e interés de las ciencias sociales bajo su concepción del desarrollo de nuestro sistema histórico contemporáneo, el sistema-mundo actual y su convicción de que está llegando a su fin. De esta manera abocó como resultado una visión particular de la concepción braudeliana del tiempo muy largo, del largo, del lento y del corto. Habiendo nacido las ciencias sociales bajo el positivismo y el imperialismo, de por sí, se colocaron bajo el proceso de dominación y hegemonía reinante que era el de la sociedad occidental liberal-capitalista con una tendencia a la diferenciación entre ellas y la especialización. Para Wallerstein: “Los conceptos, como herramientas clave que utilizamos para hacer un análisis comparativo, no son eternos, sino que valen en función de las construcciones que hacemos del tiempoespacio. Sí, las explicaciones son posibles desde el punto de vista de las reglas generales del comportamiento, pero solamente dentro del contexto de estructuras específicas del largo plazo, que prefiero llamar sistemas históricos”. 1).- Esto hizo que la concepción tiempo-espacio eterno se ligase a la Economía, a la Sociología y a la Ciencia Política. Y es que para la visión dominante del mundo, la de los imperialistas occidentales, convenía postular la irrelevancia del tiempo y del espacio en las condiciones de dominación de unos países y unas clases sobre otras consideradas como “naturales”. Esta visión dominante occidental sólo consideraba importante el tiempo y el espacio con relación a eventos y acontecimientos individuales e inmediatos, con significado sólo en función de sí mismos y no del contexto general, social e histórico de largo plazo. La historia y la geografía se consideraban como algo dado y externo, en lo general no cambiante y sólo con cambio en lo “evenementielle” y con referencia al “tiempo corto”. “El tiempoespacio eterno nos da un modelo en el cual el comportamiento humano siempre obedece las mismas reglas. Una historia y geografía que nacieron, con su enfermedad de origen: las tendencias deterministas, eran consideradas en la educación primaria y secundaria el pilar de la formación de ciudadanos nacionales y la integración del estado nacional, esto es, una herramienta política, para la creación de las bases de dominación ideológicas. 2).- Tiempo-espacio episódico. Junto a esta primera acepción de tiempo-espacio eterno se admitió un tiempo-espacio geopolítico y episódico que modulaba la Historia, la Antropología y los llamados Estudios Orientales. La geografía, como transitaba entre estas dos concepciones espacio-tiempo, en consecuencia, se vio en dificultades para madurar con un perfil prop
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