Los Cultivos Transgénicos En México.

En México como en ninguno otro lugar del mundo las leyes se han politizado y cada vez más privatizado. La justicia quizá sea ciega, pero lo que realmente importa es quien le dirige la mano en la carga la espada, en México quienes dirigen esa espada y determinan que pesas se van a utilizar para la báscula son los particulares.

En el año 2000, durante la administración del presidente Ernesto Zedillo se creó la Comisión Intersecretarial de Bioseguridad (Cibiogem) por presiones de un grupo de científicos mexicanos preocupados por el futuro de los transgénicos en México. Parecía haber esperanza para el campo mexicano pues si desde presidencia de la república se apoyaba el control de esta tecnología emergente quería decir que la lucha había ganado un fuerte aliado, sin embargo en el 2003 el consejo consultivo renunció en masa porque se sintieron ignorados, sus recomendaciones no eran escuchadas. Debería de indignarnos pero en México esto es cosa de todos los días. Una cosa es la creación de instancias para aplacar las presiones y salir como héroe en la foto y otra cosa muy distinta es que se tome en serio comités como este. Este hecho en realidad es un claro ejemplo de como se está enfrentando el problema de los transgénicos en México.

Grupos como Greenpeace ha hecho diferentes advertencias sobre los efectos del cultivo y consumo de transgénicos, ellos afirman que se pueden generar problemas ambientales a mediano y largo plazo, además de los ya existentes. Advierten que sus efectos probablemente no se van a percibir inmediatamente pero que van afectar la diversidad genética de las especies criollas erosionando el patrimonio genético. Los promotores de los transgénicos afirman que no hay efectos visibles, que no hay nada de que preocuparse. En marzo de este año el investigador del Centro de Ciencias Aplicadas y Desarrollo Tecnológico de la UNAM, José Luis Solleiro, presentó el libro: “Introducción al ambiente del maíz transgénico, análisis de ocho casos en Iberoamérica”. Este es un esfuerzo por convencer con “bases” científicas de que los cultivos transgénicos son inofensivos. El doctor Solleiro es director técnico de AgroBio que es el consorcio que aglutina a las empresas dedicadas a los cultivos transgénicos en México(Monsanto, Dupont, Bayer, Syngenta y Dow Agroscience), no es posible ser juez y parte, pero en México sí se puede.

El gobierno mexicano está en una actitud de pasividad, cuando hay muchas presiones internacionales o de la opinión pública elaboran alguna legislación peo con la intención de buscar la manera de seguir beneficiando a particulares que los benefician a ellos. El 29 de enero de 1992 firmó en Montreal, Canadá, el Protocolo de Bioseguridad. Este protocolo es un logro para la mayoría de países y un fuerte golpe para Estados Unidos –líder del Grupo Miami, conformado por cinco países productores de transgénicos–, pues establece las reglas internacionales que obligarán a los países a adoptar el principio precautorio como base para las decisiones

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