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Los Virus


Enviado por   •  20 de Octubre de 2014  •  5.427 Palabras (22 Páginas)  •  259 Visitas

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DESARROLLO

LOS VIRUS

es un agente infeccioso microscópico acelular que solo puede multiplicarse dentro de las células de otros organismos. Los virus son demasiado pequeños para poder ser observados con la ayuda de un microscopio óptico, por lo que se dice que son submicroscópicos; aunque existen excepciones entre los Virus nucleocitoplasmáticos de ADN de gran tamaño, tales como el Megavirus chilensis, el cual se logra ver a través de microscopía óptica.

La virología es una ciencia que abarca el estudio de los virus y que constituye en laactualidad una disciplina que se ha enriquecido a través de los conocimientosadquiridos en la interacción con otras disciplinas como la biología molecular, lagenética, la fisiología, la inmunología, entre otras. Los Virus (en latín, ‘veneno’), sonentidades compuestas tan sólo de material genético, rodeado por una envolturaprotectora.

El término virus se utilizó para describir a los agentes causantes deenfermedades más pequeños que las bacterias. Carecen de vida independiente, pero sepueden replicar en el interior de las células vivas, perjudicando en muchos casos a suhuésped en este proceso. Los cientos de virus conocidos son causa de muchasenfermedades distintas en los seres humanos, animales, bacterias, plantas, entre otros.

DEFINICIONES DE VIRUS

A lo largo del desarrollo de la virología se han enunciado varias definiciones de virus, tres de ellas se exponen a continuación: 1- Según Lwoff (1957) un virus es una entidad estrictamente intracelular y

potencialmente patógena, caracterizada por una fase infectiva y con las

siguientes propiedades: poseen un solo tipo de ácido nucleico (ADN ó ARN),

se multiplican bajo forma de material genético, son incapaces de crecer ydividirse por fisión binaria y no poseen un sistema de enzimas para laproducción de energía.

2- Según Luria (1959) los virus son elementos de material genético que puedenutilizar la maquinaria enzimática de la célula para la síntesis de partículasespecializadas que contienen el genoma viral y lo transportan a otras células.

3- Según Fields (1996) un virus es un organelo extracelular encargado detransferir material genético de una célula a otra.

LOS VIRUS EN LA MEDICINA

Los virus representan un reto importante para la ciencia médica en su combate contra las enfermedades infecciosas. Muchos virus causan enfermedades humanas de gran importancia y diversidad.

Entre las enfermedades virales se incluye el resfriado común, que afecta a millones de personas cada año. Otras enfermedades tienen graves consecuencias. Entre éstas se encuentra la rabia, las fiebres hemorrágicas, la encefalitis, la poliomielitis y la fiebre amarilla. Sin embargo, la mayoría de los virus causan enfermedades que sólo producen un intenso malestar, siempre que al paciente no se le presenten complicaciones serias.

Algunos de éstos son la gripe, el sarampión, las paperas, la fiebre con calenturas (herpes simple), la varicela, los herpes (también conocidos como herpes zóster), enfermedades respiratorias, diarreas agudas, verrugas y la hepatitis. Otros agentes virales, como los causantes de la rubéola (el sarampión alemán) y los citomegalovirus, pueden provocar anomalías serias o abortos.

El síndrome de inmunodeficiencia adquirida (SIDA), está causado por un retrovirus. Se conocen dos retrovirus ligados con ciertos cánceres humanos, y se sospecha de algunas formas de papilomavirus. Hay evidencias, cada vez mayores, de virus que podrían estar implicados en algunos tipos de cáncer, en enfermedades crónicas, como la esclerosis múltiple, y en otras enfermedades degenerativas.

Algunos virus tardan mucho tiempo en originar síntomas, y producen las llamadas enfermedades víricas lentas, como la enfermedad de Creutzfeldt-Jacob y el kuru, en las que se destruye el cerebro gradualmente.

Todavía hoy se descubren virus responsables de enfermedades humanas importantes.

La mayoría pueden aislarse e identificarse con los métodos actuales de laboratorio, aunque el proceso suele tardar varios días. Uno de ellos es el rotavirus que causa la gastroenteritis infantil.

ASPECTOS DE LA EPIDURIA VIRAL

Algunos virus se propagan en ciertos casos pasando de una persona a otra, causando así nuevos casos de la enfermedad. Muchos de ellos, como los responsables de la gripe y el sarampión, se transmiten por vía respiratoria, debido a su difusión en las gotículas que las personas infectadas emiten al toser y estornudar. Otros, como los que causan diarrea, se propagan por la vía oral-fecal. En otros casos, la propagación se realiza a través de la picadura de insectos, como en el caso de la fiebre amarilla y de los arbovirus. Las enfermedades virales pueden ser

endémicas (propias de una zona), que afectan a las personas susceptibles, o epidémicas, que aparecen en grandes oleadas y atacan a gran parte de la población. Un ejemplo de epidemia es la aparición de la gripe en todo el mundo, casi siempre, una vez al año.

Los virus son parásitos intracelulares submicroscópicos, compuestos por ácido desoxirribonucleico (ADN) o por ácido ribonucleico (ARN), nunca ambos, y una capa protectora de proteína o de proteína combinada con componentes lipídicos o glúcidos. En general, el ácido nucleico es una molécula única de simple o doble cadena; sin embargo, ciertos virus tienen el material genético segmentado en dos o más partes.

Estructura de los virus. Bacteriófago (izquierda). Virus de la gripe (derecha).

La cubierta externa de proteína se llama cápsida, y las subunidades que la componen, capsómeros. Se denomina nucleocápsida al conjunto de todos los elementos anteriores.

Algunos virus poseen una envoltura adicional que suelen adquirir cuando la nucleocápsida sale de la célula huésped. Esta envoltura es fundamentalmente lipídica.

Los virus que la poseen se denominan virus envueltos mientras que aquellos que carecen de dicha envoltura reciben el nombre de virus desnudos. La partícula viral completa e infecciosa se llama virión.

Los virus son parásitos intracelulares obligados, es decir que no tienen metabolismo propio por lo que se replican dentro de células con metabolismo activo. Fuera de ellas se

reducen a macromoléculas inertes.

El tamaño y forma de los virus son muy variables. Hay dos grupos estructurales básicos:

icosaédricos, con forma de varilla o alargados, y virus complejos, con cabeza y cola (como algunos bacteriófagos). Los de mayor tamaño miden varios micrómetros de longitud, pero no suelen medir más de 100 nanómetros de ancho.

Así, los virus más largos tienen una anchura que está por debajo de los límites de resolución del microscopio óptico, utilizado para estudiar bacterias y otros microorganismos.

Muchos virus con estructura helicoidal interna presentan envolturas externas (también llamadas peplos) compuestas de lipoproteínas, glicoproteínas, o ambas.

Estos virus se asemejan a esferas, aunque pueden presentar formas variadas, y su tamaño oscila entre 20

y 300 nanómetros de diámetro.

Los virus complejos, como algunos bacteriófagos (Figura 1.38), tienen cabeza y una cola tubular que le permite unirse a la bacteria huésped. Los poxvirus tienen forma de ladrillo y una composición compleja de proteínas. Sin embargo, estos últimos tipos de virus son excepciones y la mayoría tienen una forma simple.

CADENA EPIDEMIOLÓGICA

Para que una enfermedad aparezca y se difunda deben ocurrir una serie de factores de elementos que interactuando entre si dan lugar a que se produzca y se

desarrolle la enfermedad, a este conjunto de factores se le denomina tríada ecológica.

Esta concepción es importante porque rompiendo la cadena a nivel de cualquiera de los eslabones, se puede interrumpir la trasmisión en el eslabón más débil, es decir, donde sea más económico o más rápido de actuar.

Estos elementos son:

• El agente o los agentes causales.

• El ambiente o las vías de trasmisión.

• El hospedero susceptible o individuo capaz de enfermarse.

En las enfermedades trasmisibles, el agente siempre será biológico y el ambiente puede actuar como una vía de transmisión. Hay salud cuando existe un equilibrio entre los

agentes y los hospederos susceptibles en un ambiente determinado. Si se rompe el equilibrio, se irá pasando al estado de enfermedad. Este proceso es dinámico y se nombra proceso salud – enfermedad.

En las enfermedades trasmisibles se conoce como proceso infeccioso en el cual la ruptura del equilibrio se manifiesta por la llamada infección, o sea, la penetración, desarrollo o

multiplicación del agente infeccioso en el organismo de una persona o animal, que no es sinónimo de una enfermedad infecciosa, pero si el inicio de ella.

Existe un modelo epidemiológico que se representa generalmente en forma de cadena y se denomina cadena epidemiológica o de trasmisión, en este modelo se resumen las etapas del proceso infeccioso, ellas son: agente, reservorio, puerta de salida, vía de trasmisión, puerta de entrada y hospedero susceptible.

TRATAMIENTO Los tratamientos que existen contra las infecciones virales no suelen ser del todosatisfactorios, ya que la mayoría de las drogas que destruyen los virus también afectan alas células en las que se reproducen.

La alfa-adamantanamina se utiliza en algunos países para tratar las infecciones respiratorias causadas por la gripe de

tipo A, y la isatin-beta-tiosemicarbazona es efectiva contra la viruela. Ciertas sustancias análogas a los precursores de los ácidos nucleicos pueden ser útiles contra las infecciones graves porherpes. Un agente antiviral prometedor es el interferón, que es una proteína no tóxica producida por algunas células animales infectadas con virus y que puede proteger a otros tipos de

células contra tales infecciones. En la actualidad se está estudiando la eficacia de esta sustancia para combatir el cáncer. Hasta hace poco, estos estudios estaban limitados por su escasa disponibilidad, pero las nuevas técnicas de clonación del material genético permiten obtener grandes cantidades de esta proteína.El único medio efectivo para prevenir las infecciones virales es la utilización de vacunas.

Una vacuna es un preparado de antígenos y proteínas procedentes del virus en cuestión cuya finalidad es la creación de anticuerpos que reconozcan y ataquen a la infección y, por lo tanto, produzcan la inmunidad del organismo inmunizado.

La primera vacuna fue descubierta por el médico inglés Edward Jenner en 1798, cuando observó que los humanos quedaban inmunizados frente al virus de la viruela humana si se les inoculaba con un preparado del virus de la viruela vacuna. El término vacuna procede del latín vacca, y Jenner denominó al proceso descrito vacunación.

La vacunación contra la viruela a escala mundial en la década de 1970 erradicó esta enfermedad. Se han producido muchas vacunas contra virus humanos y de otros animales. Entre las infecciones que padecen las personas se incluyen la del sarampión, rubéola, poliomielitis y gripe.

POLIOMIELITIS

Es una enfermedad causada por un grupo de virus que constituye la familia Picornaviridae, cuyo genoma está formado por ácido ribonucleico (ARN) monocatenario. Estos virus son causantes de la poliomielitis, enfermedad infecciosa viral que en muchos casos provoca afectación del sistema nervioso central y como secuela, una parálisis.

La mayor incidencia se produce en los niños entre los 5 y los 10 años, denominándose en este caso parálisis infantil. En climas templados su incidencia es mayor. La enfermedad fue descrita por el ortopeda alemán Jacob Von Heine en 1840.

El virus penetra en el organismo por vía digestiva y puede extenderse por el sistema nervioso afectando a varias partes del sistema nervioso central. El periodo de incubación oscila entre 4 y 35 días. Los primeros síntomas incluyen astenia, cefaleas, fiebre, vómitos, estreñimiento, rigidez cervical y, en menor medida, diarrea y dolor en las

extremidades. Como las células nerviosas destruidas no se reparan ni se reemplazan, la lesión de las que controlan los movimientos musculares puede producir una parálisis permanente. Cuando las células nerviosas afectadas son las de los centros respiratorios hay que aplicar al paciente respiración artificial. Sólo 1 de cada 100 casos de infección aguda de poliomielitis acaba en parálisis. No se ha descubierto ningún fármaco eficaz frente a los poliovirus, por lo que el tratamiento debe ser exclusivamente sintomático. Se debe utilizar calor húmedo y fisioterapia para estimular la musculatura, tratamientos iniciados por la enfermera australiana Elizabeth Kenny; además, son necesarios los fármacos antiespasmódicos para conseguir relajación muscular. Durante la convalecencia debe usarse terapia ocupacional.

RABIA

Enfermedad contagiosa, aguda, del sistema nervioso central, producida por un virus perteneciente a la familia Rhabdoviridae el cual que penetra en el organismo a través de la mordedura de un animal.Todos los animales de sangre caliente son susceptibles de padecerla. En los seres

humanos el periodo de incubación varía desde tres semanas a 120 días con una media de entre cuatro y seis semanas. La rabia es siempre mortal cuando no se administra la vacuna o el suero hiperinmune contra este agente, o ambos a la vez.

En el hombre al final del periodo de incubación la zona de la herida ya cicatrizada se inflama y es dolorosa, y los tejidos locales pueden estar entumecidos. La depresión y la

ansiedad son frecuentes. Esta fase inicial dura unos dos días.

En la siguiente fase, el periodo de excitación, el paciente se vuelve irritable e hipersensible; con una actitud general de terror, intensificada por la aparición de dificultad para respirar y tragar, y una sensación de estrangulación, causada por contracciones espasmódicas del diafragma y laringe. El paciente tiene mucha sed pero sufre espasmos de la laringe cuando ve agua o incluso cuando se menciona, de ahí el nombre original de la enfermedad, hidrofobia (del griego, hydor, ‘agua’; phobos, ‘miedo’). Durante esta fase son frecuentes los vómitos, la palidez y

la fiebre de 39 °C. En la boca y garganta se acumula una secreción espesa de moco, y el individuo expectora

con frecuencia o intenta toser. Esta fase dura de tres a cinco días y por lo general finaliza con la muerte por una crisis convulsiva o por insuficiencia cardiaca o respiratoria.

En los animales, la rabia tiene dos formas, la rabia irritable o furiosa y la rabia muda o paralítica. Las fases de la rabia furiosa son las mismas que las de la infección en el hombre; durante la fase de excitación, el animal se vuelve loco mordiendo y apresando a cualquier ser vivo que se encuentre en su camino.

En la rabia sorda, no tan frecuente como la rabia furiosa, la fase de excitación es muy corta o no existe y el estado paralítico surge al principio de la enfermedad; afecta en primer lugar a los músculos de la mandíbula y laringe. Los animales domésticos como los perros y los gatos suelen estar inmunizados contra la rabia. En muchos países la ley

obliga a efectuar esta inmunización. La diseminación de la rabia entre los animales salvajes, como los mapaches, ha impulsado esfuerzos para desarrollar métodos de vacunación de animales que pueden entrar en contacto con animales de compañía o con seres humanos.

La rabia está descrita en los textos médicos de 300 a.C., pero el método de trasmisión o contagio no fue descubierto hasta 1804. En 1884 el bacteriólogo francés Louis Pasteur

produjo una vacuna preventiva contra la rabia y en la actualidad todavía se utilizan los métodos de Pasteur modificados en el tratamiento de la rabia. Los descubrimientos de Pasteur, o sus variantes, han reducido mucho la mortalidad por rabia en el hombre.

El tratamiento actual, tras una mordedura por un animal rabioso o presumiblemente rabioso, consiste en la limpieza inmediata y meticulosa de las lesiones y en la inyección de suero antirrábico hiperinmune en la herida y en otra localización. Después se administra una serie de inyecciones diarias de vacuna antirrábica durante 14 a 30 días. Diez días después se administran dosis de recuerdo y de nuevo 20 días más tarde. La vacuna tradicional contiene virus de la rabia atenuados cultivados en cerebro de ratón lactante. Existe una vacuna nueva para su uso en humanos, que contiene virus obtenidos por cultivo en células humanas en el laboratorio. Ésta es más segura y precisa una cantidad menor de inmunizaciones para lograr la protección del paciente.

INFLUENZA O GRIPE

Enfermedad infecto-contagiosa aguda del tracto respiratorio que afecta de manera especial a la tráquea. Un episodio de gripe no complicada cursa con un cuadro que incluye tos seca, dolor de garganta, taponamiento y secreción nasal abundante e irritación ocular. En los casos más complejos se añaden escalofríos, fiebre de rápida instauración, cefalea, dolores musculares y articulares y, en ocasiones, síntomas digestivos. En el primer caso los síntomas y la fiebre remiten paulatinamente en el transcurso de pocos días. Sin embargo, cuando el proceso se acompaña o va seguido de una neumonía viral o bacteriana, la mortalidad aumenta. Desde el siglo XVI se han descrito más de 31 pandemias (epidemias de amplísima extensión). La epidemia más devastadora de la era moderna tuvo lugar en 1918, y se calcula que provocó la muerte de unos 20 millones de personas. Hay tres virus causales denominados A, B y C, que fueron identificados en 1933, 1940 y 1950 respectivamente; los dos primeros son los causantes de las epidemias. En 1941 se demostró que es

posible controlar esta enfermedad a través de la administración de vacunas virales. Debido a las diferencias antigénicas entre los 3 virus de la gripe, la vacunación no es del todo eficaz porque no se desarrolla inmunidad cruzada; a este problema se añade otro, consecuencia de la propiedad excepcional de los virus de la gripe de mutar sus características antigénicas con cierta periodicidad para eliminar cualquier respuesta inmune por parte del organismo infectado; por ello la eficacia de la vacunación es sólo transitoria.

La solución a este problema ha sido el desarrollo de vacunas polivalentes: se combinan las vacunas contra los diferentes tipos y subtipos de virus, que se modifican en función de las transformaciones de éstos. Para cumplir estos propósitos tuvo que establecerse un sistema de vigilancia a escala mundial capaz de identificar las nuevas formas virales con rapidez para permitir la preparación de las vacunas adecuadas. Puesto que vacunar al conjunto de la población mundial cada vez que los virus de la gripe sufren una mutación supondría un gasto difícil de asumir, la vacunación se reserva a la población susceptible de padecer otras enfermedades de manera simultánea (ancianos, personas con problemas respiratorios).

Las variantes antigénicas del virus de la gripe aparecen en ciclos: por ejemplo la variante que apareció en 1978-1979 era idéntica al virus más extendido a principios de la década de los años cincuenta y sesenta. Ciertas evidencias que hacen pensar que una misma forma de virus puede provocar epidemias que reaparecen cada 60 o 70 años.

Esta teoría permite frenar mediante campañas masivas de vacunación, determinadas epidemias en el momento en que aparecen los primeros casos. El fármaco hidrocloruro de amantadina, que se administra por vía oral, es eficaz en la prevención, e incluso en el tratamiento de la gripe producida por el tipo A de virus. Se utiliza como tratamiento coadyuvante en los pacientes de riesgo. Sin embargo la vacunación es considerada como el método más eficaz para combatir la enfermedad.

PAROTIDITIS O PAPERAS

Enfermedad infecciosa aguda causada por un virus que afecta sobre todo al tejido glandular y nervioso, y que se caracteriza por tumefacción de las glándulas salivares. La distribución de la enfermedad es mundial y a veces se presenta en brotes epidémicos. La incidencia más elevada

se produce entre los 5 y 9 años, aunque se puede padecer a cualquier edad. Debido a que la glándula a la cual afecta con más frecuencia es la parótida, también se conoce como parotiditis epidémica. Afecta muy pocas veces a las gónadas, las meninges, o el páncreas. Las paperas se trasmiten de persona a persona a través de gotitasdiseminadas a partir deltracto respiratorio de personas infectadas, muy contagiosas. El periodo de incubación varía entre 15 y 21 días. Las complicaciones son raras, y un episodio proporciona por lo general inmunidad total, ya que sólo un tipo antigénico de virus produce la enfermedad.

En los niños, los primeros síntomas suelen ser fiebre moderada, sensación de enfermedad y frío, pérdida de apetito, y sequedad de garganta, seguidos de dolor y tumefacción alrededor de los oídos y fiebre elevada. Estos síntomas suelen desaparecer a los 12 días. En el hombre adulto se produce la inflamación de los testículos en un 20 por ciento de los casos, aunque la esterilidad es rara. En los niños, la infección del nervio auditivo es causa en ocasiones de sordera, aunque esta secuela es también poco frecuente. Quienes sufren paperas se suelen mantener en cuarentena. Sin embargo, muchos padecen

una forma tan leve que no es detectable, aunque sí adquieren inmunidad frente a la enfermedad. A mediados de la década de 1960 se introdujo una vacuna preventiva, y su uso ha reducido mucho el número de casos.

SARAMPIÓN

Enfermedad infecto-contagiosa aguda y febril producida por un virus de la familia Paramyxoviridae que se distingue del virus responsable de la rubéola, una enfermedad menos grave que también produce lesiones cutáneas. El sarampión se caracteriza por la aparición de pequeñas manchas rojas en la superficie de la piel, irritación ocular (sobre todo ante el estímulo luminoso), tos y rinorrea (secreción nasal abundante) (Figura 1.43). A los doce días del contagio, aparecen fiebre, estornudos y rinorrea. Después aparece la tos y la inflamación de los ganglios del cuello. A los cuatro días empiezan a aparecer manchas cutáneas, primero en el cuello y la cara y después en el tronco y las extremidades. En dos o tres días el exantema (o erupción cutánea) va remitiendo, así como la fiebre. Puede haber descamación de la piel afectada por el exantema. También es posible la infección del oído medio.

El sarampión ha sido una de las enfermedades más corrientes de la infancia. Con la puesta a punto de una vacuna eficaz en 1963, la incidencia ha disminuido mucho. Se trata de una enfermedad benigna en la mayoría de los casos. Sólo en ocasiones el virus puede alcanzar el tejido cerebral y producir encefalitis o incluso la muerte. El sarampión no tiene tratamiento específico. Se debe mantener al paciente aislado para evitar el contagio de otras personas. Se recomienda el reposo en cama, la administración de paracetamol, jarabes antitusígenos y lociones cutáneas para aliviar la fiebre, la tos y el prurito (picor de la piel), respectivamente. En general, el haber padecido la enfermedad confiere inmunidad y las mujeres embarazadas inmunizadas transfieren anticuerpos (contenidos en la fracción de globulinas del suero sanguíneo) al feto a través de la placenta.

RUBÉOLA

Enfermedad contagiosa de corta duración, causada por una infección viral. La enfermedad se caracteriza por una erupción de color rosado (se llama también sarampión alemán) que con frecuencia se acompaña de otros síntomas leves, como fiebre poco elevada, dolor de garganta, e inflamación de los ganglios linfáticos retroauriculares. La erupción, que dura de uno a cuatro días, aparece primero en la cara y se extiende después con rapidez al tórax, extremidades y abdomen. La rubéola es más frecuente entre adolescentes y adultos jóvenes, y raramente se produce en lactantes o en adultos por encima de los 40 años de edad. Tiene un periodo de incubación de 14 a 21 días, con más frecuencia de 17 a 18 días. Un episodio de esta enfermedad suele proporcionar inmunidad para toda la vida. Aunque la rubéola es un proceso mucho menos grave que el sarampión, tiene a veces consecuencias graves en la mujer gestante. El recién nacido puede verse afectado por varias anomalías congénitas, incluyendo defectos cardiacos, retraso mental, sordera y cataratas. La incidencia de estas malformaciones es tan elevada que muchos médicos recomiendan el aborto terapéutico, si no se ha producido un aborto espontáneo

Como consecuencia de la enfermedad. Es raro que después del cuarto mes de embarazo la rubéola origine anomalías congénitas. A las mujeres embarazadas que han tenido contacto con la rubéola se les administra gammaglobulina (componente de la sangre) en un intento de evitar que contraiga la enfermedad. Se recomienda que las mujeres en edad fértil reciban inmunización con vacunas de virus vivos atenuados varios meses antes de quedar embarazadas.

HERPES

Denominación genérica de varios tipos de erupción cutánea causadas por los virus patógenos humanos de gran relevancia, los que pertenecen a la familia Herpesviridae. Sus principales representantes son: el herpesvirus simple tipo 1, el tipo 2 y el varicela-zóster. Otros herpesvirus importantes son el virus de Epstein-Barr, causante de la mononucleosis infecciosa, y el citomegalovirus, que puede producir anomalías congénitas cuando infecta a mujeres en periodo de gestación.

HERPES SIMPLE

Se conocen dos tipos:

EL HERPESVIRUS TIPO 1: causa ampollas febriles en relación con varias enfermedades infecciosas febriles (catarros, gripe, neumonía). Las ampollas aparecen alrededor de los labios y en la boca (también se llama herpes labial); en la nariz, cara y orejas, y en la mucosa bucal y faríngea. Durante el periodo que existe entre erupciones se ha podido aislar el virus en los cuerpos neuronales del nervio facial: éste es su reservorio. No hay tratamiento curativo; pueden aplicarse fármacos tópicos para aliviar el dolor, el picor y/o la inflamación.

El herpesvirus simple tipo 2 causa el herpes genital. Ésta es una enfermedad de transmisión sexual de importancia creciente. Sólo a veces se acompaña de cefaleas y fiebre. Se inicia con prurito local moderado seguido de erupción progresiva de vesículas.

Éstas se rompen, forman costras y por último se secan. Todo este proceso puede durar de una a tres semanas. Muchas veces aparecen nuevas erupciones de vesículas cuando se está secando la erupción anterior. Otra vía de

transmisión es connatal: el recién nacido deuna madre enferma se infecta a su paso por el canal del parto, contrayendo la enfermedadsistémica, que suele ser mortal. Este grave riesgo obliga a que estos niños nazcan por cesárea. El herpes genital se trata en forma tópica desde 1982 y como tratamiento sistémico desde 1984.

EL HERPESVIRUS TIPO 2: es el asociado al cáncer de cérvix (cuello uterino): los virus se acantonan en las células de la mucosa y acaban produciendo, años después, la transformación, cancerosa en ocasiones, de estas células. Los virus también pueden infectar el sistema nervioso central, sobre todo en pacientes debilitados o inmunodeprimidos, como los que padecen cáncer, ocasionando una grave encefalitis. El tratamiento precoz puede prevenir la muerte o las graves secuelas cerebrales.

HERPESVIRUS ZÓSTER

Recurrencia del virus de la varicela-zóster, que no fue erradicado en su totalidad por el sistema inmune durante la varicela infantil y quedó acantonado en los ganglios nerviosos; ante situaciones de inmunodeficiencia el virus se reactiva y ocasiona la infección conocida como herpes zóster o zona. La piel inervada que contiene el virus sufre una erupción de vesículas, acompañada de intenso dolor y alteraciones de la sensibilidad. Al principio las vesículas están rellenas de líquido claro, después se enturbiay por último se rompen y forman costras que se secan después de 5-10 días.

El dolor producido por el herpesvirus zóster puede ser intenso y durar varias semanas. Tras la recuperación, puede persistir una neuralgia en el área afectada. El tratamiento en dosis altas puede disminuir los síntomas, y además debe aplicarse un tratamiento analgésico correcto. Los casos graves pueden tratarse con corticoides (cortisona). La neuralgia persistente se puede tratar con bloqueo del tronco nervioso o con cirugía.

En pacientes sometidos a quimioterapia por enfermedades neoplásicas el desarrollo de un herpes zóster puede ser mortal. En Japón se ensayan vacunas para niños tratados por leucemia; los resultados preliminares parecen esperanzadores.

HEPATITIS

Es una inflamación aguda del hígado. Puede ser producida por una infección, habitualmente viral o por sustancias tóxicas. En cuanto a los virus que infectan el hígado estos pertenecen a diversas familias como Picornaviridae (virus de laHepatitis A) y Hepadnaviridae (virus de la Hepatitis B).

Algunos de ellos inducen (no en todos los pacientes) inmunidad para toda la vida, pero sólo para ese tipo de virus.

LA HEPATITIS A

Se transmite por vía digestiva (manos, alimentos, agua o excreciones contaminadas). Sus brotes se suelen producir en comedores públicos, en especial durante la infancia. En algunos países (por ejemplo, en América Central) es endémica: la padece toda la población (que por tanto está inmunizada a partir de la infección aguda) y el visitante corre grave riesgo de contraer la enfermedad. Los individuos con hepatitis A pueden contagiar la enfermedad a otras personas hasta dos semanas antes de que aparezcan los síntomas. Además de las manifestaciones generales propias de una hepatitis, como náuseas, fatiga e ictericia, la hepatitis A puede cursar también con diarrea. No existe un tratamiento efectivo frente a la hepatitis A. La mayoría de los enfermos se recuperan de la enfermedad sin secuelas, aunque algunos pocos casos pueden requerir un transplante hepático.

LA HEPATITIS B

Que constituye la causa de más de 250.000 muertes al año en todo el mundo, en especial en África, el Sureste asiático, Alaska, China y el Amazonas, se transmite por contacto sexual y por vía placentaria (de la madre al feto). También se transmite por sangre contaminada con el virus de la hepatitis o productos que han estado en contacto con ella: transfusiones con sangre no analizada (en la mayoría de los países es obligatorio comprobar la ausencia del virus en la sangre), jeringas y agujas no estériles (debe usarse material desechable), navajas de afeitar o rasurar, cepillos de dientes, y material odontológico o quirúrgico no estéril. El virus se halla en casi todos los fluidos corporales de las personas infectadas: saliva, lágrimas, semen, leche, líquido sinovial, etc. Todos estos líquidos podrían llegar a ser infecciosos aunque mucho menos que el suero sanguíneo; así, la saliva podría ser una vía de transmisión del virus de la hepatitis B, aunque de escasa eficacia.

Si la contaminación por el virus es reciente, se debe administrar gammaglobulina con anticuerpos específicos: el riesgo de contraer la enfermedad disminuye de forma drástica. Un 1% de los individuos infectados desarrollan una necrosis hepática aguda y masiva queproduce la muerte sin remedio. Un 20% de los infectados desarrolla una hepatitis crónica clínica que provoca una cirrosis. En otro 20%, la infección hepática es silente, pero también se acaba desarrollando cirrosis. Un porcentaje de los pacientes con cirrosis o hepatopatía crónica terminan padeciendo cáncer de hígado. El resto de los pacientes desarrollan anticuerpos protectores frente al virus y se curan de la enfermedad. En 1965 el médico estadounidense Baruch Blumberg, Premio Nobel en 1976, identificó en la sangre infectada un componente proteico de la cubierta del virus que fue denominado antígeno Australia (Au) y que se corresponde con los denominados antígenos de superficie o HbsAg de este virus. Hoy en día se analiza esta proteína en todas las bolsas de sangre para transfusión.

En 1977 el médico italiano Mario Rizzetto identificó el virus de la hepatitis delta. Es un virus que no puede replicarse por sí mismo (se considera defectivo), pues requiere la presencia de una infección por virus del tipo B para poder transmitirse. Produce la hepatitis D (por tanto, siempre asociada a la B), que también puede hacerse crónica y terminar en cirrosis. La hepatitis D se transmite por las mismas vías que la hepatitis B, es decir, mediante relaciones sexuales o por contacto con sangre contaminada.

El virus de la hepatitis C fue identificado en la década de 1980. Su vía de transmisión es igual que la de la hepatitis B y hasta que fueron descubiertos sus anticuerpos no fue posible detectar el virus en la sangre, por lo que su principal mecanismo de contagio fue a través de transfusiones de sangre. Hoy en día todas las bolsas de sangre se comprueban para rechazar las que están infectadas por hepatitis C. Algunos casos de hepatitis C se resuelven espontáneamente, pero el 80-85% de los casos progresan a una hepatitis crónica, que en muchos casos no cursa con síntomas por lo que la infección pasa inadvertida y sólo es detectada en un análisis de rutina.

El virus de la hepatitis E se encuentra en las heces y se transmite por vía digestiva, a través del agua o alimentos contaminados, como la hepatitis A, pero, a diferencia de ésta, no causa epidemias. El virus de la hepatitis G también ha sido identificado y en la actualidad se están realizando investigaciones sobre esta hepatitis.

Los síntomas de todas las hepatitis víricas son similares: comienzan con fiebre, debilidad, postración, anorexia, trastornos digestivos y mialgias. El hemiabdomen superior es doloroso a la palpación. En el curso de la enfermedad aparece ictericia, alcanzando sumáxima intensidad a las dos semanas. La convalecencia puede durar hasta 6 meses.

Cuando existe un cuadro clínico compatible con hepatitis (aumento de tamaño del hígado, ictericia y fatiga) se realiza un análisis de sangre para valorar la función hepática del paciente. Si se confirma una disfunción en este sentido, existen una variedad de pruebas para confirmar el diagnóstico que incluyen pruebas serológicas para diferenciar los distintos tipo de hepatitis, ecografía digestiva e incluso una biopsia hepática para recoger una muestra de tejido y determinar el daño existente.

Existe una vacuna para prevenir la infección por el virus de la hepatitis A, que es recomendable en aquellas personas que viajan a un país de bajo nivel higiénico sanitario.

En 1982 se obtuvo una vacuna efectiva para prevenir la hepatitis B, pero su uso estuvo limitado por el alto costo. En 1986 se desarrolló una vacuna fabricada mediante ingeniería genética; por el momento se está inmunizando a todo el personal sanitario, a los enfermos sometidos a múltiples tratamientos con hemoderivados (hemofílicos), y en algunos países a los recién nacidos. Para tratar a los pacientes con hepatitis C crónica es útil el interferón alfa,

una sustancia antiviral natural producida por el organismo humano que se obtiene actualmente mediante ingeniería genética. El interferón también es útil en algunas hepatitis B. No existe tratamiento para las hepatitis agudas.

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