Los animales tienen derechos?

En el presente ensayo se planea adentrar en el tema de los derechos de los animales, inicialmente, encontrar respuesta a una pregunta, ¿los animales tienen derechos? Entender las objeciones que ponen muchas personas para negar éste derecho a los animales y dejar un poco de consciencia en las personas respecto a ésta situación.

Se inició la lectura de el libro, “Jaulas Vacías” del escritor Tom Regan, en el cual se señalan los derechos humanos, y se intenta hacer una comparación de ellos con los de los animales, el escritor señala que el ser humano tiene derechos por el simple hecho de ser humano, pero que en éste caso no podría hacerse un contraste con los animales ya que el animal no es ser humano, sino también sujeto de una vida, es decir, que tiene una vida la cual puede disfrutar y vivir plenamente; se toca un tema bastante curioso que jamás creí posible, el cómo una persona está obligada a ayudar a otra, sin importar la circunstancia, y creo que eso no todos lo saben, y si lo saben, lo ignoran, a esto lleva el siguiente punto, en cómo un animal tiene el derecho de ser auxiliado ya que él no tiene la capacidad de pedir ayuda por sí mismo, en éste punto es donde el ser humano entra en juega, es donde la persona podría hacer una simple acción, no debe verse como un acto de bondad, ya que es algo que cualquier persona debe hacer, puesto a que los animales tienen un derecho a la libertad, un derecho a vivir una vida agradable y llena de amor y privilegios, las objeciones sobre muchos filósofos y distintas personas respecto a los derechos de los animales son que ellos no tienen consciencia, que no sienten dolor, que no son humanos y por ende no deben tener derechos, que con el reconocer sus derechos los seres humanos perderían derechos, y la más absurda, que no tienen alma, es increíble el egoísmo del ser humano para compartir algo que no es únicamente suyo, un animal tiene sentimientos, pero claro que los tienen, el escritor Tom, cuenta un anécdota de un perro que él tuvo en su adolescencia, relata cómo es que el perro ladraba cada que él llegaba a casa y creo que muchas personas, si tenemos mascotas, podemos reflejarnos en tan noble y bonita muestra de cariño, se tocó un tema que es un tanto absurdo ya que muchas personas sostienen que un animal no puede tener derechos ya que no los conoce, ¿acaso un niño pierde sus derechos sólo por no conocerlos? El ser humano está tan sumido en su propia idea de que sólo nosotros merecemos tener derechos que aminoran a cualquier otro ser vivo, pero existen personas que están interesadas en la igualdad y en que el mundo tenga una situación de paz y bondad, el ayudar a los animales no te hace menos humano, ni mucho menos te aleja de la empatía con las otras personas, existen personas que han vivido toda su vida apoyando a organizaciones para los animales y para las personas, no es algo que se deba decidir, si quieres ayudar, apoyar, reconocer a cualquier ser vivo, puedes hacerlo, tal cual y cómo lo dice el escritor del mencionado libro, ¿por qué ayudar animales si existen tantos problemas actuales en el mundo? Porque ayudar a un animal no hará que esa situación empeore, y quizá podría hacer que más personas se unan y logren hacer un cambio positivo, la situación en el mundo no es por culpa de los animales, eso es algo que muchas personas deberían de tener sumamente claro ya que justifican su maltrato hacía animales diciendo que de cualquier forma el mundo ya está mal.  El título del libro es muy profundo, verdaderamente lo es, en éste ensayo se decidió centrarse en el segundo capítulo el cual habla sobre el contraste de los derechos humanos y de los animales, pero un libro con un título tan bueno, debe ser mencionado, el escritor habla sobre cómo las jaulas de los lugares en donde tienen encerrados a animales, deben vaciarse, si alguien puede ayudar a un animal, adoptar a algún animal doméstico, debería hacerlo dado a que las jaulas deben vaciarse y no agrandarse.

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