Los límites Eticos En Proyectos De Ingeniería Genetics

José Carlos Hernandez Hernández

Introducción

La relación entre la naturaleza y el ser humano está estrechamente ligada a la capacidad que tiene este último para manipular su entorno y satisfacer sus propias necesidades (alimento, vestido, seguridad, etc.) con el fin de asegurar su propia supervivencia. Esto ha traído como consecuencia que en ocasiones el hombre sobrepase a la propia naturaleza al tratar de modificar las leyes que la rigen, lo cual se ha visto reflejado en las últimas décadas en los proyectos de investigación científica que involucran la manipulación genética de los seres vivos con el objetivo de mejorar determinados atributos que le pueden ser útiles al ser humano, tales como la creación de plantas resistentes a plagas o el aumento de la calidad nutricional de algunas especies para consumo humano.

Las limitaciones que se plantean respecto a la modificación de la estructura genética de un individuo han pasado de ser puramente técnicas y se han convertido en dilemas morales: ¿Hasta qué punto tiene derecho el ser humano de manipular la naturaleza en beneficio propio?, ¿Qué validez tienen los criterios éticos y morales al momento de tratar temas de carácter científico? El propósito de este ensayo es orientar estos cuestionamientos en torno a la premisa fundamental de que los seres vivientes son sujetos de derecho, esto es, que se debe reconocer su derecho a la vida, la seguridad, la libertad, entre otros.

Desarrollo

El tema de los derechos animales ha sido objeto de debate a lo largo de los años. Existen diversas posturas, tanto filosóficas como teológicas, que defienden o rechazan el reconocimiento de los animales como seres que piensan y sienten. Se ha demostrado, sin embargo, que los animales son capaces de sentir dolor (Esto podría parecer demasiado obvio, pero algunas corrientes de pensamiento versan sobre la imposibilidad del sufrimiento en seres vivos no-humanos). Si la Declaración Universal de los Derechos Humanos reconoce en el hombre el derecho a no sufrir y no ser expuesto a tratos crueles, ¿Cómo podríamos negar este derecho a otros, solo por pertenecer a diferentes especies? En este sentido, todo ser viviente tendría los mismos derechos que el hombre

La cuestión se vuelve problemática cuando reconocemos la enorme importancia que han tenido los avances científicos en los campos de la biología y la medicina en el mejoramiento de la calidad de vida humana. Distintas ciencias se han desarrollado con el solo propósito de aprovechar los recursos naturales de forma eficiente y poner a la naturaleza de nuestro lado. La bioingeniería, por ejemplo, estudia la aplicación de las técnicas e ideas de la ingeniería en los problemas de la medicina y la biología, apoyándose en la biotecnología. Algunas de las sus principales aportaciones han sido la creación de equipo médico avanzado, los biomateriales y órganos artificiales. La rama de la bioingeniería que se encarga de las transformaciones de los organismos a nivel celular es la ingeniería genética; la comprensión de la estructura genómica en los organismos nos ha dado la capacidad de manipularlos de acuerdo a nuestra voluntad y en relación a nuestras necesidades, ya sean de alimentación, salud, o incluso placeres estéticos. Es innegable que el ser humano requiere de los animales para sobrevivir y progresar, pero ¿Hasta qué punto se justifica nuestra intervención en el reino de la naturaleza? Esto puede ejemplificarse de diversas maneras, y cada una tiene diversos matices de índole moral y pragmática que deben ser considerados en justa proporción.

El proceso que hace posible la transformación genética es muy complejo, pero puede explicarse de manera relativamente sencilla: Todo ser viviente está formado por tejido orgánico, el cual se encuentra organizado de manera que diferentes células cumplen diferentes funciones, las cuales están marcadas por los genes. Al conjunto de genes procedentes de organismos de una misma especie se le llama genoma . Existen diferentes tipos de genes y cada uno se expresa de manera distinta y posee diferentes funciones, lo cual hace posible el funcionamiento de los diferentes sistemas que componen a un organismo. La identificación de funciones específicas en un gen abre la posibilidad de removerlo o reemplazarlo por uno mejor, lo cual se vería reflejado en su expresión fenotípica (En la forma o función en el animal). Esto ha tenido diversas aplicaciones que pueden ser benéficas tanto para los seres humanos como para los organismos involucrados, como la creación de perros y gatos que no producen las glicoproteínas responsables de la mayoría de las respuestas alérgicas . Sin embargo, no podemos dejar de lado el hecho de que modificaciones que podrían beneficiar a los seres humanos podrían ser perjudiciales para los animales, o para los ecosistemas en los que viven. Aunado a esto, los animales utilizados en las investigaciones científicas suelen estar sometidos a tratamientos invasivos o que cambian de manera drástica su morfología, lo cual tiene serias implicaciones que no deben ser tomadas a la ligera.

En la historia de las ciencias genómicas han ocurrido episodios que merecen ser mencionados por el enorme impacto que tuvieron en comunidad científica y en la opinión pública. Uno de los casos más

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