Maquiavelo

Maquiavelo no era maquiavélico, nos dice el autor, después de haber comparado dos de sus principales obras, como lo son, “el príncipe” y “los discursos” y su vida personal, en esta comparación el autor nos muestra las principales tesis de Tufolas Maquiavelo, con las cuales nos permite ver la manera en que el llamado “florentino” percibía el poder en el estado, desde como llegar al mismo, hasta como mantenerlo, valiéndose de medios cuya moral se separa de la política como veremos a continuación.

Primeramente el autor nos presenta a Maquiavelo (1469-1527) como un buen hombre honrado, patriota, buen padre y esposo, buen cristiano, quizá no muy congruente políticamente, fue pensador del renacimiento y escribió una de las obras mas controvertidas en la historia de la humanidad “el príncipe” cuya obra a sido objeto de las mas variadas interpretaciones que van desde considerar a su autor como el mas malévolo y pérfido de los escritores hasta querer ver en su obra un alegato por la libertad. “El príncipe” fue escrito en el año 1513 pero publicado hasta 1532.

Expone Suarez Iñiguez que Maquiavelo está en un error, porque no puede haber una moral para el individuo y otra para el estadista, y otra para el Estado. No puede en aras de la utilidad de conservar el poder, aconsejar las peores atrocidades, al respecto de la siguiente cita;

…”Trate, pues, un príncipe de vencer y conservar el Estado, que los medios siempre serán honorables y loados por todos.”

Maquiavelo prefería el bien como ciudadano, y demuestra que en las acciones de los hombres, y particularmente de los príncipes, donde no hay apelación posible, se atiende a los resultados, dice:

…pues un hombre que en todas partes quiera hacer profesión de bueno es inevitable que se pierda entre tantos que no lo son. Por lo cual es necesario que todo príncipe que quiera mantenerse aprenda a no ser bueno y a practicarlo de acuerdo con la necesidad.

En virtud de lo anteriormente expuesto, se puede afirmar que la necesidad de conservar el poder, en el principado o en la República, justifica las medidas maquiavélicas, sin embargo sabemos que en moral entendida como el conjunto de normas que rigen la conducta del ser humano, el fin nunca justifica los medios, ni para lograr un fin honorable.

La política tiene su propia moral o que es amoral. Maquiavelo considera que la política no está sujeta a la moral, la política es, por tanto, el arte del príncipe o gobernante en cuanto tal. Y el príncipe, en cuanto conquistador y dueño del poder. Lo importante es, que tenga las condiciones naturales como para asegurar la conquista y posesión del poder, como la analogía que utiliza entre el zorro y león, dice que hay que ser zorro para conocer las trampas y león para espantar a los zorros.

En este orden de ideas, un Estado afortunado

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