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Maternidad Subrogada ¿Derecho o Negocio?


Enviado por   •  12 de Julio de 2020  •  Ensayos  •  1.574 Palabras (7 Páginas)  •  127 Visitas

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Maternidad Subrogada ¿Derecho o Negocio?

Más conocida legalmente como gestión subrogada o por sustitución, este tema ha suscitado una gran discusión seguramente por una falta de conocimiento de lo que con exactitud se trata, porque es muy sencillo pensar en tener un hijo utilizando la subrogación, justificándolo erradamente como una especie de derecho de ser padre o madre relacionándolo con el ámbito de los derechos reproductivos, sin tener en cuenta las implicaciones que constituye una violación a los derechos y a la dignidad tanto de las mujeres como de los menores, ahora bien, ¿hasta qué punto consideran que estos derechos reproductivos son lícitos, desde el punto de vista moral, cuando se ejercen utilizando los servicios de una madre de alquiler?. ¿Por qué en vez de darle un nombre que oculte lo que de por sí es, de una manera más formal como “maternidad subrogada”, no lo llamamos como realmente es un “vientre de alquiler”?.

Es por eso que Amelia Valcarce rechaza usar el tabú de gestación subrogada para referirse a los vientres de alquiler y los ha comparado con “prácticas comerciales abusivas que obtienen de la debilidad del otro un si forzado por la necesidad”, puesto que siempre nos lo han vendido como un acto altruista, es decir, a dar una ayuda desinteresada a quien o quienes desean tener un hijo, ya sea de una pareja con problemas de fertilidad, una mujer sola, un varón solo o una pareja del mismo sexo, pero lo cierto es que se trata de un negocio millonario sobre los cuerpos de las mujeres, que son sometidas y controladas desde incluso antes de la contratación del servicio, porque viven en una situación de pobreza y se ven obligadas a esta práctica como un medio para sobrevivir, poniendo en peligro su salud. Por tanto, ¿No se está hablando de un falso altruismo a cambio de dinero para personas desconocidas?.

De hecho, quien desee realizar este supuesto acto de altruismo para “familiares o amigos”, pueden hacerlo sin ningún tipo de problema. Pero lo que pretenden este tipo de legalización es borrar a la mujer gestante, despojarla de su derecho y ejercer su presión como consumidores a la devolución del producto en caso de que el “producto final” no corresponda a lo acordado, como el caso de la pareja española que compró un niño y una niña pero el embarazo fue de dos niños, que dejaron a la mujer que contrataron con preclamsia al borde de la muerte y 5.500€ de facturas médicas sin pagar, de las que no se hace cargo ni la empresa intermediaria ni el abogado que trabaja para la compañía; obligarla a abortar incluso en contra de su voluntad si el producto final es considerado mercancía defectuosa, como el caso de la pareja australiana que se quedó con el bebé sano y dejó a la madre de alquiler el otro bebé con síndrome de down y una afección cardíaca, Así que ¿No es esto una situación de explotación de mujeres de menores recursos?.

Cabe señalar, que todos los principios que están en juego se deben tener cuenta, pese a que consideren el concepto de libertad como “Yo esto lo hago, porque yo con mi cuerpo hago lo que quiera”, así que, como la libertad Kantiana que es la actuación de acuerdo a una serie de principios racionales, aceptados por uno mismo, que son conforme a los criterios que mi conciencia ha identificado, de modo que hay una implicación de un concepto clásico de la moral, como son la dignidad o el bien en sentido kantiano, por ello, si aceptamos la maternidad subrogada ¿Lo tendríamos que aceptar como un principio universalmente valido?, porque no puede ser un criterio de “como a mi si me sirve, lo hago”, asimismo, se debe pensar si es algo positivo o negativo para la sociedad, que no entre en los límites o en los derechos de los demás, por esta razón no es tan positivo hacer lo que se te antoja si se denigra la dignidad de la mujer y más aún si la desigualdad predomina.

Es más, pretenden convertir la procreación en un tipo de derecho, pero no obstante el deseo de ser padres es muy legítimo, pero no es un derecho. Ser padres de unos hijos con los propios genes además, es un deseo pero no constituye ningún derecho que se pueda legitimar utilizando para ello los cuerpos de las mujeres. Y desde luego no, el deseo de ser padres no está por encima del derecho a las mujeres sobre su cuerpo, y el dinero no debería dar derecho a poder esclavizar a alguien  “por propia voluntad”. Porque mientras no hablemos de igualdad real, no podemos estimar que el derecho de las mujeres a vender sus cuerpos, no enmascara el deseo de los hombres a comprarlos.

Además los estados ¿pueden asumir y aceptar que hayan prácticas que exijan la renuncia a los derechos fundamentales?, excusándose diciendo que “solo han gestado”, ese solo, como si esos 9 meses de embarazo no tuvieran trascendencia a futuro, como si realmente una mujer solo se dedicase esos 9 meses a tener un embarazo y a parir, sin mayores consecuencias, cuando realmente sabemos que si las hay, porque durante la gestación la mujer puede desarrollar vínculos con el embrión, a pesar de que no sean vínculos genéticos como sucede en la gestación por sustitución, porque de todas maneras en relación a la simbiosis que se establece entre él bebe y la mujer, hay muchas implicaciones psicológicas, por el trasiego de células del feto a muchos organismos de la mujer y esta sufre grandes trasformaciones para llevar a cabo el embarazo, porque se disparan hormonas que van preparando a la madre lo que vendrá después del parto, de modo que ¿no se está involucrando en la gestación del niño? y esto se rompe con la maternidad subrogada.

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