ODS 13

Las emisiones mundiales de dióxido de carbono han aumentado casi un 50% desde 1990.

En la última década han sido superiores a las emisiones conjuntas de las tres décadas anteriores.

Entre 1980 y 2020 la temperatura media mundial ha aumentado en casi 1 grado centígrado, con consecuencias devastadoras como el calentamiento de los océanos, la disminución de la cantidad de nieve y de hielo y el aumento del nivel del mar.

El 91% de las catástrofes geofísicas están relacionadas con el clima y en los últimos 20 años, han costado la vida de 1,3 millones de personas y han dejado a 4.500 millones de ellas enfermas.

No hay país en el mundo que no haya experimentado los dramáticos efectos del cambio climático.

El aumento del nivel del mar, fenómenos meteorológicos extremos, olas de calor, sequías e inundaciones son algunas de sus consecuencias.

Por eso, el Objetivo 13: Acción por el clima, es sin duda uno de los más importantes.

La lucha contra el cambio climático, tanto en la reducción de emisiones de gases de efecto invernadero como la adaptación al cambio climático, debe ser una prioridad para todos los que habitamos este planeta.

Se trata de una cuestión urgente para la que no deben existir excusas o fronteras.

Las emisiones de gases de efecto invernadero continúan aumentando y hoy son un 50% superior al nivel de 1990.

Además, el calentamiento global está provocando cambios permanentes en el sistema climático, cuyas consecuencias pueden ser irreversibles, si no se toman medidas urgentes ahora.

Puede parecernos que tenemos tiempo, que algunos de sus efectos están muy lejos, pero la naturaleza no es lineal y el clima es un sistema extremadamente complejo.

Afecta a los ecosistemas terrestres y submarinos, promueve la aparición de plagas, la emergencia climática es cada vez mayor, porque las consecuencias son exponenciales.

Para limitar el calentamiento a 1,5 grados centígrados, las emisiones mundiales de CO2 deben disminuir en un 45% entre 2010 y 2030 y alcanzar el nivel 0, alrededor del 2060.

El deshielo de los polos, por ejemplo, ya no solo eleva el nivel del mar, también lo enfría el agua fría es más densa y termina en el fondo afectando a la vida submarina y cambiando la intensidad de las corrientes oceánicas claves para el clima de todo el planeta.

Además, el hielo y la nieve reflejan la luz solar y si se derriten y dejan de hacerlo la temperatura del planeta aumenta al ser mayor la cantidad de energía que absorbe la tierra.

El simple aumento del nivel del mar de 1 centímetro, por el deshielo de los casquetes polares en los Árticos puede ser la consecuencia de graves sequías, incendios o inundaciones en cualquier lugar del mundo.

A nivel mundial, el nivel del mar promedio aumentó 20 centímetros desde 1880 y se proyecta que aumentará entre 24 y 30 centímetros para el 2065.

Desde 1979, la pérdida de hielo del Ártico de 1,7 millones de kilómetros cuadrados cada década.

Y no solo hablamos de catástrofes.

La agricultura, el turismo, el agua o la energía. También se ven afectadas.

Entre 1880 y 2012, la temperatura media mundial aumentó 0,85 grados centígrados

reduciéndose la producción de cereales casi un 5%. La economía mundial pierde cientos de miles de millones de dólares.

Afecta a la vida de las personas, sobre todo en los países más desfavorecidos y vulnerables.

Por eso, ya que hablamos de dinero, el fondo verde para el clima, promovido por la ONU agrupa a 34 miembros que se comprometieron a movilizar, atención cien mil millones de dólares para el 2020. Destinados a luchar contra el cambio climático.

Solo el sector energético (obj 7 energía asequible y no contaminante), creará alrededor de más de 18 millones de puestos de trabajo, enfocados, específicamente, en energía sostenible. Con imaginación, compromiso y valentía se pueden generar puestos de trabajo, crear nuevas oportunidades y mercados.

Es hora de invertir en investigación y desarrollo, infraestructuras, (obj 9 industria, innovación e infraestructura) apostar por el uso de energías limpias y renovables, y la producción y el consumo responsable (obj 12 producción y consumo responsables).

Las promesas climáticas bajo el acuerdo de París, cubren solo un tercio las reducciones en las emisiones necesarias para mantener el mundo con un aumento menor a 2 grados centígrados.

¿Podemos hacer algo? ¡Por supuesto!

Necesitamos incorporar medidas relativas al cambio climático en las políticas, estrategias y planes nacionales y exigir a todos los países desarrollados que cumplan con su compromiso.

También podemos fortalecer la resiliencia y la capacidad de adaptación a los riesgos relacionados con el clima y los desastres naturales.

Mejorar la educación, la sensibilización y nuestras capacidades respecto a la emergencia climática, la reducción de sus efectos y la alerta temprana de todos sus efectos y consecuencias.

Y, por supuesto, promover también mecanismos para aumentar la capacidad para la planificación y gestión eficaces en relación con el cambio climático en los países más vulnerables. Haciendo, particular hincapié, en las mujeres, los jóvenes y los más desfavorecidos.

Por nuestra parte, como siempre, el simple hecho de que consumamos con responsabilidad, solo conduzcamos lo imprescindible o vigilemos el consumo de luz y de gas vigilando la temperatura de la calefacción o el aire acondicionado, podría ser suficiente.

Cualquier cosa que hagamos es insignificante, pero es muy importante que la hagamos.

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Objetivo 13: Adoptar medidas urgentes para combatir el cambio climático y sus efectos

Las emisiones mundiales de dióxido de carbono han aumentado casi un 50% desde 1990.

En la última década han sido superiores a las emisiones conjuntas de las tres décadas anteriores.

Entre 1980 y 2020 la temperatura media mundial ha aumentado en casi 1 grado centígrado, con consecuencias devastadoras como el calentamiento de los océanos, la disminución de la cantidad de nieve y de hielo y el aumento del nivel del mar.

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