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ORÍGENES DEL FILOSOFAR


Enviado por   •  30 de Agosto de 2014  •  2.362 Palabras (10 Páginas)  •  242 Visitas

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1) Describir un relato donde se detallen aquellos ORÍGENES del filosofar.

Puede hablarse de un “origen existencial de la filosofía” dónde el asombro, la duda y las situaciones límites constituyen los disparadores del cuestionamiento, de la búsqueda del sentido de la existencia.

 El asombro es una apertura al misterio, a lo inesperado, a lo profundo del ser. Motiva al planteamiento de la pregunta filosófica.

 La duda es la suspensión del conocimiento, el cuestionamiento de nuestras certezas. Dudar es una posibilidad de preguntarnos sobre la realidad.

 Las situaciones límites (muerte, dolor, enfermedad, abandono, angustia, etc.) nos permite tomar conciencia de nuestras propias limitaciones, finitud y fragilidad. Nos permite impulsarnos por la búsqueda del enigma del hombre, su origen y su fin, los secretos del mundo y el misterio de Dios.

Existe además un “origen histórico-cronológico”, que se divide en:

a) Paso del mito al logos.

b) Diferentes cosmovisiones.

a) Paso del mito al logos: algunos historiadores opinan que el filosofar se produce a través de un salto mítico y el modo lógico de interpretar la realidad; otros opinan que hay continuidad entre el mito y la reflexión filosófica.

El mito y el logos se complementan, representando cada uno una lógica diferente.

El filosofar no es sólo fruto de la especulación racional pura, es una actitud vital impulsada y sostenida por el amor.

b) Diferentes cosmovisiones: Aquí se caracteriza el pensamiento filosófico en diferentes épocas históricas, como en la Edad Antigua: el Cosmocentrismo; en la Edad Media: el Teocentrismo; Edad Moderna: el Antropocentrismo; Edad Contemporánea: Existencialismo, Positivismo y Materialismo.

2) Analizar la pintura “El Grito” de Munch.

Para poder analizar esta pintura es preciso conocer un poco más de la situación que vivía el autor, que constituyó su marco de inspiración para crear su obra.

La vida de Munch se encuentra en todo momento envuelto en un ambiente perturbador. Su niñez se desarrolla marcada por un padre excesivamente severo, con fuertes creencias religiosas y por la presencia de la muerte de su madre y de su hermana que le traumatiza y es lo que le lleva a sufrir serios problemas mentales. Él mismo lo explica: “La enfermedad, la locura y la muerte fueron los ángeles que rodearon mi cuna y me siguieron durante toda mi vida”. .

Pero no es el único de su familia que tiene problemas mentales, ya que una de sus hermanas presentaba trastornos mentales y por ello se encontraba en un centro psiquiátrico en Oslo. Psiquiátrico que se encontraba en el valle que se forma entre las colinas que se ven representadas en el cuadro y que se podían divisar desde el sendero donde Munch ambienta su cuadro. Además se cuenta que también entre las colinas, se encontraba un matadero, creando un ambiente terrorífico cuando el silencio inundaba Oslo, pues se podían oír los sonidos ensordecedores, junto con los gritos de las personas internas en el psiquiátrico. Terror y angustia que se palpan en estas palabras del autor: “Paseaba por un sendero con dos amigos – el sol se puso – de repente el cielo se tiñó de rojo sangre, me detuve y me apoyé en una valla muerto de cansancio – sangre y lenguas de fuego acechaban sobre el azul oscuro del fiordo y de la ciudad – mis amigos continuaron y yo me quedé quieto, temblando de ansiedad, sentí un grito infinito que atravesaba la naturaleza”.

A su vez este sendero se encuentra vinculado con la muerte, debido a que termina en un acantilado y por tanto, fue lugar de numerosos suicidios, entre ellos el de unos de sus mejores amigos. Como podemos apreciar el cuadro recoge todos estos sucesos que oprimen al artista de tal manera, que la única manera de expresarlo es mediante un grito que le deja sacar toda el dolor que lleva dentro.

Por otra parte, Munch fue una persona que se movió por Europa, pasando por Francia, Alemania e Italia. Principalmente sus visitas a Francia y sus estancias en París le marcaran en su estilo artístico, ya que es aquí donde toma su primer contacto con la pintura impresionista.

El siglo XIX conoce el auge de la Revolución Industrial. La maquinaria a vapor sustituye a la herramienta tradicional, y las fábricas, a la producción artesanal. Con estas nuevas bases se cambia el sistema de producción y aparecen dos clases antagónicas entre sí. Por un lado, la burguesía que toma el poder político y el control de los nuevos medios de producción, llevada por el afán de la ganancia a la máxima expresión de la explotación por los capitalistas, con su política conocida como liberalismo. En el polo opuesto, el proletariado, que vende su fuerza de trabajo al capital. Fueron tiempos difíciles para los cientos de miles de obreros. La jornada de trabajo se prolongaba día y noche, sin límite de horario para hombres, mujeres y niños, y sin ninguna prestación social. Los obreros eran llevados a la muerte prematura en medio del hambre y la miseria. Eran hombres que no veían la luz del sol, porque la jornada comenzaba en la madrugada y terminaba cerca de la medianoche.

Todo este apogeo de industrialización, fundamentalmente en Inglaterra, no sólo lleva a la producción de grandes cantidades de artículos manufacturados, sino también a gigantescos avances en la ciencia, la tecnología y también cambios en la organización social.

En el siglo XIX, el triunfo de la burguesía, en el plano económico, fue acompañado por la difusión en la sociedad europea de los valores burgueses.

La doble revolución -la Revolución Industrial y la Revolución Francesa- provocó la ruptura de la sociedad feudal tradicional. La idea de una sociedad inmutable y jerarquizada creada por Dios, fue reemplazada por la convicción burguesa de que los hombres eran los únicos responsables de su destino. Esta nueva visión del mundo estaba basada en un fuerte optimismo, en una poderosa fe en el progreso material que prometía la industrialización. Los burgueses del siglo XIX tenían la seguridad de que la iniciativa y la ambición individuales eran las únicas garantías para lograr el bienestar económico y social. Creían que con el fin de la sociedad feudal y con el triunfo de la burguesía en las revoluciones industriales se habían abierto las posibilidades para que los hombres progresasen socialmente.

La creación de sindicatos, cooperativas, grupos de agitación y periódicos fueron dando forma a una resistencia organizada frente a la explotación.

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