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PSICOPATOLOGÍA Y SOCIEDAD


Enviado por   •  24 de Noviembre de 2013  •  3.545 Palabras (15 Páginas)  •  398 Visitas

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PSICOPATOLOGÍA Y SOCIEDAD.

Patología social. Sordera, ceguera, ancianidad, prostitución, trastornos mentales, delincuencia, toxicomanías.

PATOLOGÍA SOCIAL.

La patología social se refiere a la conducta anormal dentro de la sociedad. Por tanto el individuo que no actúa de acuerdo a las formas de conducta repetidas en una sociedad se le llamara anormal o desviado.

Entre los factores que propician la inestabilidad mental y emocional se señalan:

1. El exceso de trabajo y la fatiga mental.

2. La frecuente tensión nerviosa.

3. El excesivo ruido en los centros urbanos la desintegración familiar y a falta de convivencia humana.

4. La asistencia frecuente a diversiones excitantes e impresionantes.

5. El uso inmoderado de estimulantes y sedantes.

Ref. Bibliográfica: PSICOLOGÍA Y CONDUCTA SOCIAL, Autor: Mc. David, John, Edit. Limusa 1ª. México, 19791.

LAS PATOLOGÍAS SOCIALES.

LA SORDERA, LA CEGUERA Y LA ANCIANIDAD COMO PATOLOGÍAS SOCIALES Y NO COMO RESULTADO DE UN PROCESO BIOLÓGICO O NATURAL.

SORDERA.

La sordera no afecta a la capacidad intelectual del individuo ni a su habilidad para aprender. No obstante, un niño sordo pierde la estimulación lingüística de los niños normales y el retraso en el aprendizaje del lenguaje puede causarle retraso escolar. Este retraso tiende a ser acumulativo y el adolescente sordo puede llegar a sumar 4 o más años escolares de retraso. Pero si el niño sordo recibe una estimulación lingüística precoz mediante el lenguaje de signos tendrá un rendimiento escolar normal.

Un número creciente de estudiantes sordos sigue programas de enseñanza superior en establecimientos de educación terciaria especialmente preparados, tanto por su dotación como por sus programas.

Hoy en día los sordos pueden desempeñar casi cualquier trabajo, excepto aquellas profesiones en que una buena audición es condición indispensable (piloto de aviones, director de orquesta, ...), entre los sordos hay médicos, abogados, maestros, religiosos, secretarias, químicos, agricultores, jornaleros...

La discriminación existe, como para otras minorías, pero los empresarios contratan sordos en número creciente e instalan dispositivos telefónicos especiales o secretarias-intérpretes u otros instrumentos que les permiten rendir de forma adecuada en su trabajo. Sin embargo, si se comparan con la población general, un gran porcentaje de sordos continúa desempleado o subempleado.

CEGUERA.

Hasta el final del siglo XVIII no se proporcionó a los invidentes un sistema organizado de educación, libros, rehabilitación y formación profesional adecuada. La primera escuela para invidentes fue fundada en París en 1785 por el educador francés Valentín Haüy, con el nombre de Institución Nacionales, y todavía hoy existe.

En 1790 se abrieron escuelas para ciegos necesitados en Inglaterra y Escocia. Su propósito original era la formación de estas personas en oficios manuales, pero, unos años después, se adoptó un sistema de educación general.

En 1806 Haüy fundó una escuela en Rusia y participó en el establecimiento de otra en Berlín. Estas escuelas tuvieron tanto éxito que hacia 1811 existían instituciones similares en toda Europa. Las oportunidades laborales para los invidentes están muy limitadas tanto por el defecto visual como por la falta de confianza en sí mismos. Muchos se manejan a la perfección en sus negocios o en su profesión; otros compiten de forma satisfactoria en tiendas y fábricas con los otros. Los recientes avances en sinterización de voz mediante equipos informáticos han empezado a hacer más accesibles a los invidentes los procesadores de texto y otros programas. En la mayoría de las grandes ciudades americanas y europeas existen agencias públicas y privadas que les proporcionan oportunidades de empleo adecuadas, bien en empresas o bien en el propio domicilio.

ANCIANIDAD.

El problema de la ancianidad es grave en una sociedad que ha establecido un culto a la juventud. Para algunas comunidades, el anciano es considerado como una carga económica para la familia por que ocasiona gastos y no produce ningún ingreso. Hasta hace algunos años la familia la integraban tres generaciones: abuelos, padres e hijos. En ella el anciano tenia un lugar de respeto y preferencia. Hoy solo persiste ese núcleo familiar en algunos países de Latinoamérica y su tendencia es a desaparecer.

Es característico de la ancianidad la tendencia conservadora, el prejuicio, el afán de seguridad. Hay ancianos que viviendo dentro del núcleo familiar se sienten infelices por el sentimiento de inferioridad que les origina su dependencia económica de la familia.

LA PROSTITUCIÓN.

NECESIDAD O PATOLOGÍA SOCIAL.

En Occidente, hasta la década de 1960 la actitud hacia la prostitución estaba basada en la idea judeocristiana de la inmoralidad. En los últimos tiempos los investigadores han intentado separar la cuestión moral de la realidad de la prostitución.

El mantenimiento de su ilegalidad en muchos países se basa en tres ideas: que la prostitución está ligada al delito organizado, que es responsable de gran parte del delito menor y que es la causa del aumento de las enfermedades venéreas. Hoy estas opiniones están siendo muy criticadas.

Expertos de reconocido prestigio han destacado que esta actividad ha dejado de ser una buena inversión para el delito organizado, ya que es difícil de controlar, demasiado visible y produce unos ingresos insignificantes en comparación con los fuertes castigos que conlleva. Está claro que el delito menor (robo, asalto y consumo de drogas) está unido a la prostitución, pero habría que pensar seriamente si es racional tachar una actividad de delictiva con el fin de reducir o controlar otra. Además, las autoridades sanitarias han comprobado que las prostitutas sólo son responsables de un pequeño porcentaje de los casos de enfermedades venéreas.

Las prostitutas abogan por la legalización de su actividad con diferentes argumentos. La legalización liberaría a los tribunales y a la policía de tratar estos casos, dejándoles más tiempo para casos más graves. Otro argumento es la cuestión

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