Parasitologia

CAPITULO 1.- Importancia de la parasitología

Hoy en día las enfermedades parasitarías son un problema de salud pública a nivel mundial, tienen gran importancia por su elevada morbilidad.

Existen parásitos que fueron muy importantes durante la primera guerra mundial hoy mantienen gran importancia ya sea como vectores biológicos, mecánicos, parásitos, o provocando envenenamiento. También se les utiliza en terapia “magoterapia” (con larvas de moscas), y en la investigación de las relaciones de agentes vivos con sus hospederos, y así se estudia la función de los simbiontes en el desarrollo de los artrópodos.

La mayoría de las personas parasitadas presentan sólo una infección, y un porcentaje menor enferma. Como ya mencione, su importancia reside en su alta prevalencia y morbilidad en todos los países donde las parasitosis son endémicas.

Las parasitosis son un problema de diagnostico y tratamiento en personas inmunodeprimidas, en estas personas, ciertas parasitosis pueden ocasionarles la muerte. Es probable, que en un futuro ciertos microorganismos que al día de hoy se consideran inocuos surjan como parásitos en estos individuos.

Se han descubierto nuevos procesos inmunológicos que se relacionan con parásitos. Existen ciertos microorganismos que producen daño o lo pueden ocasionar por ser genéticamente predispuestos, que pueden ayudar a mejor ciertas patologías.

Las enfermedades parasitarias afectan a más de la mitad de la población mundial, en especial a personas de bajos recursos, poco instruidos académicamente y altos índices de hacinamientos y promiscuidad. Muchas forman parte de enfermedades olvidadas porque como son frecuentes en personas de bajos recursos, no se venden medicamentos para ellas, así que las grandes compañías dejan de hacerlos debido a que no les deja la ganancia esperada.

CAPITULO 2.- Generalidades

El estudio comparado de grupos de parásitos que tienen cierta especificidad parasitaria permitió conocer el origen geográfico de sus hospedadores. Así, la parasitología comparada constituye un complemento importante de anatomía comparada y la paleontología. La mayoría de los parásitos humanos fue heredada de otros hospedadores.

Desde siempre, el humano ha debido enfrentar diferentes agresiones del medio ambiente externo e interno que le provocan enfermedades. Todos los agentes biológicos son parásitos en un sentido amplio, ya que cumplen con la definición de construir “seres vivos que viven temporal o permanentemente en la superficie o en el interior de otros seres vivos de otra especie a la cual le producen daño en mayor o menor grado.

Hay una diferencia entre parasitología e infectología. La parasitología se centra en enfermedades causadas por animales, incluyendo protozoos, helmintos y artrópodos. Mientras que la infectología aborda bacterias, hongos y virus.

Se le llama hospedero o mesonero al ser vivo que alberga al parasito, existe una relación negativa-positiva entre el hospedero y el parásito.

Las principales asociaciones biológicas corresponden a:

• Asociaciones entre individuos de la misma especie. Estos se dividen en sociedades, en las cuales los individuos viven juntos pero son independientes; y colonias, en las cuales los individuos son interdependientes.

• Asociaciones biológicas entre individuos de especies distintas. Se dividen en: Mutualismo, en las cuales ambos socios se benefician pero pueden vivir separados; y comensalismo, en el que uno de los socios se beneficia y es llamado comensal.

Definiciones:

• Parasitismo: Se considera parasito a todo ser vivo, animal o vegetal que pasa una parte o la totalidad de su existencia en el interior o en el exterior de otros seres vivos, animales o vegetales de diferente especia, a expensas del cual se nutren, ocasionándole daño aparente o inaparente.

• Simbiosis en sentido estricto: Asociación vital para uno de los socios.

• Zooparasitos: Parásitos que pertenecen al reino animal.

• Fitoparasitos: Parásitos que pertenecen al reino vegetal.

• Endoparásitos: Parásitos que se localizan en el interior de sus hospederos.

• Ectoparásitos: Se localizan en el exterior de sus hospederos.

• Parásitos temporarios: Cuando el ectoparasitismo se produce durante el corto tiempo que necesitan para extraer sangre (hematófagos).

• Estacionario: Cuando pasan la totalidad de su existencia en la superficie de la piel, sus anexos, debajo de ella, o tendido en el pelo.

• Parásitos periódicos: Cuando son animales de vida libre en su forma adulta y de vida parasitaria en su forma larvaria.

• Parásitos obligados: Cuando no pueden vivir sin hacer parte de su vida o el total de ella en condiciones parasitarias.

• Parasitalismo accidental o causal: Lo realizan algunos seres de vida libre que, de manera fortuita o causal, penetraron en el organismo, donde viven algunas horas o días y son expulsados de forma espontanea.

• Parasitismo extraviado: Cuando los parásitos se encuentran albergados en hospedero que no es el habitual para ellos.

• Parasitismo errático: Cuando el parasito se encuentra en el hospedero habitual, pero está fuera de su localización normal.

• Parasito monoxenico: Aquel que todo su desarrollo se realiza en un solo hospedero.

• Parasito heteroxenico: Cuando el ciclo de vida del parasito se realiza en dos o más hospederos.

• Hospedero definitivo: Alberga la vida adulta sexuada del parasito.

• Hospedero intermediario: Alberga las formas larvarias del parásito.

• Hospedero paraténico o transportador: Organismo que transporta al parasito, pero sin que este se reproduzca o evolucione.

• Hospedero accidental: Organismo que circunstancialmente alberga al parasito.

• Vector: Aquel que lleva un organismo desde un hospedero infectado a uno susceptible, por lo general se trata de artrópodos.

• Vector biológico: Aquel en el que se desarrolla una parte esencial del ciclo biológico del parasito.

• Vector mecánico: Lleva en la superficie exterior o interior organismos que no se desarrollan en el vector.

• Infestación: Se refiere a ectoparásitos o a macroparásitos helmintos en el ambiente exterior; por lo regular no hay reproducción de los parásitos, salvo que se produzca una nueva infección.

CAPITULO 3.- Adaptación a la vida parasitaria

Los parásitos han tenido que experimentar procesos de preadaptación que les permiten adquirir características bioquímicas y morfológicas que les permiten sobrevivir en diferentes ambientes.

La gran mayoría de los protozoos parásitos tienen metabolismo anaerobio, ya que carecen de mitocondrias. Los parásitos pueden perder diversas capacidades que tenían como organismos de vida libre pero esto se compensa con nuevas capacidades para sobrevivir en su vida parasitaria.

Las adaptaciones son tróficas, fisiológicas, morfológicas y evolutivas.

Pierden parte del sistema enzimático y dejan de metabolizar y sintetizar ciertos elementos que se pueden obtener con facilidad del hospedero.

La adaptación trófica nos habla de modificaciones morfológicas, como ejemplo están los artrópodos hematófagos que tienen una probóscide que facilita la obtención de sangre, aparte de que producen sustancias anticoagulantes. También desarrollan órganos nuevos que les permite mantenerse en el hábitat intestinal del hospedero, por ejemplo, las ventosas, ganchos y botrias en los cestodos.

La adaptación evolutiva más importante es el desarrollo de sistemas de reproducción efectivos que permitan su manutención.

También los ritmos circadianos son adaptados para que los parásitos estén presentes en el momento más adecuado para obtener lo que necesitan para sobrevivir.

Algunos son atraídos por el calor del hospedero (termotactismo), otras por estímulos oculares (fototsctismo) y algunos responden a estímulos químicos (quimiotactismo).

Los parásitos reducen su virulencia para prolongar la vida de su hospedero y así prolongar su propia vida.

También, el parasito produce cambios en el comportamiento del hospedero, estos dependen de la regulación

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