Proceso del olfato

Introducción

Los sentidos proporcionan información vital y pueden conectarse con el entorno en el que vivimos y con otras criaturas. Las personas tienen cinco sentidos: vista, gusto, olfato, oído y tacto. El gusto es una forma de que las personas perciban el gusto y es una función básica necesaria para la supervivencia. El gusto se reconoce en la lengua a través de las papilas gustativas, que han sido indetectables durante muchos años.

Esta sensación juega un papel muy importante en la nutrición, porque gracias al sabor, la comida se selecciona según el placer de comer. En otras palabras, todos forman patrones alimentarios basados en los gustos que más les agradan y eliminan los sabores que no les gustan.

¿Te imaginas no poder usar ningún sentido? Nos gusta más o menos la comida, según su aroma, según el perfume que use la gente, nos sentiremos atraídos por la gente, y según su olor, el lugar está más o menos limpio. Además, el olfato nos hace revivir los sentidos, los momentos e incluso las personas. Sin embargo, también es muy importante que pueda prevenirnos de peligros como incendios, fugas de gas u otras toxinas.

Proceso de captación y desarrollo fisiológico del gusto y el olfato.

El gusto es un sentimiento indispensable en la vida porque puede evaluar el contenido nutricional de los alimentos y prevenir la ingesta de sustancias tóxicas. El gusto es un fenómeno sensorial complejo, generalmente entrelazado con el olfato, que a menudo conduce a la confusión entre los dos sistemas. La vía central del gusto ha sido controvertida durante mucho tiempo. Sin embargo, el uso de diversas tecnologías de imágenes y el progreso de la investigación clínica han hecho que la investigación sobre la vía del gusto sea más completa y mejor comprendida. Aunque son menos comunes que los trastornos del olfato, los trastornos del gusto afectan al 5% de la población total. La etiología es diversa: iatrogénica, postinfección, postraumática, farmacológica, neurológica, etc.

Por tanto, es necesario realizar una valoración completa de estos pacientes (olvido, exploración física, determinación del aliento, exploración por imagen, análisis de sangre, etc.) para determinar la causa y proponer planes de tratamiento adecuados, y asesorar correctamente a los pacientes. La primera parte de este artículo está dedicada a la anatomía y fisiología del gusto, seguida de una descripción de los trastornos del gusto y las actitudes clínicas que se adoptarán al respecto.

Trastornos del gusto y del olfato

Los problemas del gusto pueden tener un gran impacto en la vida. El gusto estimula el apetito de las personas por la comida y, por lo tanto, juega un papel clave en la nutrición. El gusto también puede ayudarnos a encontrar alimentos o bebidas poco saludables, lo que nos ayuda a mantenernos saludables.

Hay cinco sabores diferentes que contribuyen a nuestro sentido del gusto: dulce, ácido (agrio), amargo y salado ("salado" aquí se refiere a dos sabores diferentes: el sabor de la comida salada y el sabor de la comida picante).
La pérdida del gusto puede incluso afectar su salud. Por ejemplo, si su sentido del gusto se deteriora, puede mejorar el sabor agregando demasiada azúcar o sal a la comida, cambiando así sus hábitos alimenticios. También puede comer demasiado o muy poco.

Sin neuronas sensoriales olfativas, será difícil distinguir sabores familiares, como chocolate o naranja. Sin olor, la comida a menudo nos parece insípida e insípida. Algunas personas van al médico porque creen que han perdido el sentido del gusto y se sorprenden al descubrir que en realidad han perdido el sentido del olfato. El sentido del olfato también se ve afectado por el llamado "sentido común químico". En este sentido, están involucradas miles de terminaciones nerviosas, especialmente en las superficies húmedas de los ojos, nariz, boca y garganta. Estas terminaciones nerviosas pueden ayudarnos a detectar sustancias irritantes, como las cebollas, que tienen la capacidad de hacernos llorar o la frescura del mentol. Hay muchas razones para los trastornos del olor, algunas de las cuales son más obvias que otras. La mayoría de las personas que desarrollan trastornos olfatorios han sufrido recientemente una enfermedad o lesión. Las causas más comunes de olor anormal son:

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