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Resumen de el socialismo.


Enviado por   •  2 de Agosto de 2016  •  Resúmenes  •  2.042 Palabras (9 Páginas)  •  334 Visitas

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Resumen del Socialismo de Emile Durkheim

En el presente trabajo, se presenta en un primer momento en torno a la noción que Emile Durkheim elabora acerca del socialismo (en tanto  hecho social orientado hacia el futuro); entendiéndolo como una doctrina científica acerca de la naturaleza y las sociedades modernas más avanzadas.

En un segundo momento, nos aproximamos a la noción durkheimiana de socialismo; nuestro sociólogo francés entiende al socialismo, no como una negación de la propiedad privada o individual, ni como una doctrina que realza a la comunidad en detrimento del individuo; el socialismo, muy por el contrario, tiene como objetivo específico introducir mayor igualdad en las relaciones económicas.

El Estado, finalmente, no es concebido como un mero árbitro o espectador; sino que, persiguiendo un fin moral, debe jugar un papel destacado y activo en la sociedad, procurando construir al individuo una clase, penetrando en la totalidad de los grupos secundarios.

II. Acerca de la pregunta ¿qué es el socialismo?

Durkheim comienza su primera lección sobre el socialismo, afirmando que existen dos modos fuertemente diferenciados de estudiarlo: o bien se lo puede entender como una doctrina científica sobre la naturaleza y las sociedades en general, y especialmente, de las sociedades contemporáneas más avanzadas; o bien, se lo puede considerar en abstracto, al margen del tiempo y el espacio, es decir, al margen del devenir histórico. Como es de suponer, Durkheim no optará por lo segundo de los modelos; ello impediría un análisis científico de los hechos. El método científico debe contar, necesariamente, con un objeto actual, realizado; su meta consiste en traducirlo a un lenguaje inteligible. Debido a que la ciencia no debe especular sobre el futuro, el estudio del socialismo es un caso particular, debido a que está orientado, plenamente, hacia el futuro, es un ideal. Cabe destacar, sin embargo, que el socialismo se ha revestido crecientemente, de un aspecto científico. “Es indudable que al hacerlo así ha presentado más servicios a la ciencia social de los que de ella ha recibido”. Durkheim se confiesa impresionado al observar la enorme desproporción entre los escasos datos que toma prestados de las ciencias, y la amplitud de las conclusiones práctica que de ellos deduce. Para saber en qué pueden y deben convertirse, en el futuro aunque sea próximo, la familia, la propiedad, la organización política, moral y económica de los pueblos europeos, es necesario (más que necesario, imprescindible) haber estudiado el pasado de esa multitud de instituciones y prácticas, investigar las transformaciones que han sufrido a lo largo de la historia, las condiciones que han producido esas variaciones; sólo una vez realizado dicho trabajo, es posible preguntarse en qué deben y pueden convertirse hoy. Esa fundamental herramienta es, justamente, la ciencia. Durkheim hace referencia a El Capital de Karl Marx, debido a que la considera la obra más inteligente, más sistemática, más rica en ideas que ha producido la Escuela. Y afirma: “¡Cuántos datos estadísticos, cuántas comparaciones históricas, cuántos estudios serían indispensables para zanjar una cualquiera de las innumerables cuestiones tratadas por él! ¿Será preciso recordar que toda una teoría del valor es establecida en unas cuantas líneas?”. La doctrina se encuentra, de éste modo y como acabamos de ver, lejos de ser el resultado de la investigación; casi todos sus teóricos tenían tomado su partido antes de recurrir a la ciencia en busca de apoyo.

En palabras de Durkheim: “el socialismo no es una ciencia, una sociología en miniatura: es un grito de dolor y a veces de cólera lanzado por los hombres que sienten con más viveza nuestro malestar colectivo”. Por otra parte, las doctrinas que critican al socialismo, como por ejemplo el laissez fair, tampoco son de una naturaleza científica. Tanto el individualismo como el socialismo, son una pasión.

A pesar de todo, y aunque el socialismo no sea una expresión científica de los hechos sociales, es en sí un hecho social, y de la más alta importancia. Por ello, es interesante estudiarlo desde este punto de vista, por una doble razón. En primer lugar, podemos esperar que nos ayude a entender los estados sociales que lo han suscitado; por otro lado, es sumamente importante determinar la época en que empezó a producirse el socialismo. Debido a que éste es definido por Durkheim como “un grito de angustia colectivo”, es preciso determinar el momento en que ese grito fue lanzado por primera vez; es preciso comprender las causas que lo posibilitaron. Lo anterior implica no realizar una consideración del socialismo en abstracto, sino ubicarlo en el tiempo y espacio, hacer su historia. Lo que se propone Durkheim, de éste modo, es estudiar el socialismo como lo había hecho ya con el suicidio, la familia, el matrimonio, la pena, la responsabilidad, la religión. En el caso del socialismo, antes de considerarlo como una cosa, será preciso definirlo, aclarar de qué hablamos cuando hablamos de socialismo.

I

Las consideraciones preliminares no especifican, empero, lo central de la problemática, es decir, la respuesta a la pregunta ¿qué es el socialismo? Antes de llevar a cabo su historización, será preciso definirlo, conceptualizar el hecho social a analizar. Para saber lo que se pretende significar con la palabra socialismo, Durkheim no tiene en cuenta la idea media que de él tienen los hombres de su tiempo; tampoco interesa definirlo basándose en la opinión de una persona en particular.

Existen muchas creencias infundadas a la hora de hablar de socialismo; veamos algunas de ellas. Se suele suponer que el socialismo es una negación pura y simple de la propiedad individual, sin embargo, en ningún pasaje de algún autor autorizado, se hace referencia a ello. Por otro lado, existe otra concepción según la cual el socialismo consiste en una estrecha subordinación del individuo a la colectividad; sin embargo, no ha existido ninguna sociedad en la que los bienes privados no hayan estado subordinados a los fines sociales.

El socialismo surgió, según Durkheim, del individualismo revolucionario, del mismo modo que las ideas del siglo XIX, brotaron de las del XVIII. La finalidad principal del socialismo ha sido mejorar la condición de las clases laboriosas e introducir mayor igualdad en las relaciones económicas. Es decir, mientras que el socialismo supera la cuestión obrera, el comunismo, por su parte, es una doctrina que aspira a realizar, de una manera más radical, la igualdad social, pues niega toda propiedad individual y toda desigualdad económica.

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