Rusia en el siglo XXI, un enfoque a su política exterior.

Rusia en el siglo XXI, un enfoque a su política exterior.

Palabras Claves: Política Exterior, Rusia, Putin, Medvédev, Hegemonía, Potencia.

I

Rusia y su política exterior en pleno siglo XXI, han creado una compleja perspectiva a nivel mundial. Una perspectiva que ha generado, que la naciente Rusia del siglo XXI se evolucione en el aspecto económico, político, social, laboral, tecnológico, armamentístico, nuclear, territorial, militar e ideológico. Dándonos así el siglo XXI, a una Rusia que en comparación de la Rusia Zarista del Siglo XX, esta se ha visto desarrollada en todos los aspectos ya mencionados.

Rusia ha ido teniendo un notable desarrollo con la primera llegada de Vladimir Putin a la presidencia (2000-2008). Dando de esta manera a Rusia, bases sólidas que llevaron a  levantar y reforzar, al entonces decaído Coloso de Pies de Barro (Rusia). Haciendo que de esta forma Rusia vuelva a recuperar aquella gran hegemonía mundial, ubicándose así entre las potencias más notales de la nueva era, ya que legítimamente este coloso volvió a estar.

Uno de los fuertes estratégicos más hegemónicos de Rusia, es que esta potencia, es el principal suministrador energético de toda Europa y de una parte de Asia, ubicándose atrás de Arabia Saudita. Dentro de la presente indagación, podemos hacer énfasis en otro aspecto que vuelve a Rusia, aún más hegemónico, podemos ver que también tiene una envidiada y notable influencia en todo el espacio post-soviético y finalmente, considerado uno de los fuertes aspectos que posee Rusia, es que podemos observar la posición de Putin como miembro legítimo del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas. Pero también en la Rusia del Siglo XXI se ha dado a notar el Ex presidente Dmitri Medvédev, el mismo que no descuidó en ningún momento de los intereses rusos, sacó buen provecho de la política exterior de su país, para potenciar en el proceso de modernización económica rusa, buscando de esta manera continuar con el proceso de  hegemonizar a Rusia en el aspecto económico, político, tecnológico, comercial, social y espacial, frente a sus principales competidores a nivel internacional. Vladimir Putin centró su política interior y exterior en una democracia soberana, la misma que hace énfasis en que un país siga su propio proceso de democratización, sin que tener que replicar el modelo occidental. Teniendo así como consecuencia, a una política exterior rusa que empezó a situarse progresivamente dentro de un margen bien respetado a nivel global.

La política exterior de Rusia y los aliados Occidentales, han ido teniendo grandes episodios de tensión, como en el año 2008 cuando Rusia entro en un conflicto armado contra Georgia,  en la cual se dijo que Rusia tenía vínculos bien estrechos en los intentos secesionistas de Abjasia y Osetia del Sur. Tocando así temas bien fuertes con Estados Unidos, como el de la ampliación geopolítica de la OTAN. Surgiendo así en la presidencia de Putin una vieja rivalidad con Estados Unidos, solo que esta vez no era una lucha ideológica como lo fue en la Guerra Fría, sino que acababa de nacer un planeamiento fuertemente nacionalista que aglutinaba a los ciudadanos rusos a favor de Putin. La política exterior rusa también se puso como objetivo principal, el de mantener una posición hegemónica global, tras alcanzar la igualdad en medio los altas potencias del poder mundial (Estados Unidos, la unión Europea y China).

Por otra parte Medvédev, tras cruzar una fuerte crisis económica durante los años 2008 y 2009, este propuso que Rusia debía de Modernizarse, no solo en el aspecto de infraestructura, sino que Rusia debía de diversificar la economía, la tecnología, los avances institucionales, haciendo que de esta manera deje de ser un país independiente, para que así empiece a generar nuevos lazos y continúe con su lucha democrática para eliminar la corrupción y la burocracia rusa. Haciendo que de esta manera a diferencia de su predecesor (Putin), Medvédev, reduzca tensiones con Estados Unidos, con la Unión Europea, la alianza atlántica. También dio visto bueno para la aprobación de nuevas sanciones a Irán por parte del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, haciendo que de esta manera Rusia paralice la entrega de un complejo sistema de misiles tierra-aire S300 que mantenía con Irán.

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