SECUENCIA E IMPORTANCIA DEL CONTROL DE CUELLO

10.1   ETAPA  I  CONTROL DE CUELLO

SECUENCIA E IMPORTANCIA DEL CONTROL DE CUELLO

En el transcurso del primer mes de nacido, el bebé se inicia en el proceso de uno de sus primeros retos físicos más importantes: fortalecer los músculos de su cuello para lograr el control de su cabeza; en este momento, el bebé abre el paso al camino de su independencia.

          Es importante que el bebé logre el control de la cabeza para sentar las bases para próximas habilidades: darse vuelta, sentarse, gatear y caminar. Además será necesario para la futura alimentación con sólidos, así podrá masticar y tragar los alimentos adecuadamente.

           Todos los bebés desarrollan sus habilidades en tiempos diferentes pero es  necesario conocer el desarrollo del control del cuello para detectar a tiempo posibles atrasos en el aspecto motor.

Al mes de nacido, el bebé comenzará a levantar su cabeza por períodos cortos y girarla para ver a su alrededor si está recostado boca arriba.

Alrededor de los 2 meses sus músculos estarán lo suficientemente desarrollados como para levantar su cabeza cuando esté recostado de espalda, siempre por períodos cortos. Además puede mantener erguida su cabeza, también por un corto lapso, mientras se le alza y se sitúa al niño cargándolo sobre los hombros. No se debe forzar al bebé a que mantenga erguida su cabeza sin apoyo.

Entre los 3 y los 4 meses podrá levantar su cabeza a 45 grados mientras esté boca abajo y además podrá mantenerla erguida. También mantendrá erguida su cabeza cuando se le levanta, y alineada con el resto de cuerpo.

[pic 1]

[pic 2]

        45 grados                [pic 3]

A los 6 meses será cuando los músculos del cuello llegan a ser lo suficientemente fuertes para tener el control total de su cabeza.

CÓMO ESTIMULAR EL CONTROL DEL CUELLO

 Se debe colocar al bebé boca abajo y le pasaremos la mano por la espalda, ya que los estímulos en la espalda les hacen levantar la cabeza.

Con el bebé boca abajo, ubíquese frente a él y muéstrele un objeto que llame su atención. El bebé intentará levantar su cabeza para mirar lo que tiene enfrente; el bebé levanta la cabeza unos segundos estando boca abajo.

A la edad de 2 meses, el bebé puede levantar su cabeza estando boca arriba y también puede mantenerla erguida, por poco tiempo, cuando se le coloca en posición sentado.  

Mayor a los 2 o 3 meses el bebé habrá adquirido un mejor control sobre su cuello, sin embargo aún se debe continuar estimulándole, pero podrá hacerse utilizando ahora una cuña a la cual se sujetara con una de sus manos para que apoyado su cuerpo en la cuña,  pueda levantar más la cabeza para seguir el juguete,  que le ha sido mostrado para llamar su atención, ahora el bebé intentará cogerlo con una mano sosteniéndose con la otra. Repetir el ejercicio con el otro lado del cuerpo.

        Para ayudarle a desarrollar el control del cuello cuando esta boca arriba, se le debe tomar un poco por debajo de los hombros, e irlo levantando despacio hasta que la cabeza le cuelgue hacia atrás un poco, luego se le acuesta otra vez.

Se debe tener precaución si al comenzar a levantar al niño, le cuelga mucho la cabeza, y se debe observar si aprieta los músculos del cuello, pues si esto ocurre no debe ser levantado con el ejercicio, así como tampoco debe ser levantado si se nota que las piernas se le endurecen rígidamente al intentar levantarlo (puede ser un indicio de parálisis cerebral).  

[pic 4][pic 5]

                CORRECTO                                                INCORRECTO

Si un niño con parálisis cerebral se entiesa cuando le son  ligeramente jalados los brazos, debe empujársele las paletillas hacia adelante para levantarlo.

10.2   ETAPA II CONTROL DE TRONCO

        Luego de que el niño adquiere un  buen control del cuello, el siguiente paso es el control del tronco, con el cual aprenderá a girarse, y le involucra el torcer el cuerpo y la cabeza a un lado. Normalmente los bebés aprenden a voltearse solos, pero los bebes de lento desarrollo, necesitarán un poco más de ayuda y estímulos especiales.

Primero se le debe de ayudar al niño a aprender a levantar y voltear la cabeza hacia los lados, después ejercitarle para que haga girar todo el tronco (y por consecuencia todo el cuerpo)

Se debe comenzar llamando la atención del niño mostrándole un juguete o sonaja.

[pic 6]

Luego mueva el juguete hacia un lado para que el niño voltee la cabeza y los hombros. Debe de animársele a que trate de alcanzar el juguete a su lado, para entonces moverle el juguete hacia arriba, lo cual hará que el niño se voltee hasta quedar boca arriba. Si no logra voltearse después de varios intentos, habrá que ayudarlo levantándole la pierna. Es importante mencionar que si el niño tiene espasticidad, quizás se le tenga que acomodar el brazo para voltearse.

Una vez que logra voltearse, también se le debe enseñara a girarse hacia un lado pero  ahora partiendo de que esta boca arriba; se le muestra un juguete por un lado y animarlo a que lo tome.

Si el niño está muy rígido antes de hacer éste ejercicio, debe de dársele un pequeño “calentamiento”, de la siguiente manera:

[pic 7]

        Cuando el niño logra girarse, se puede decir que comienza el control de tronco, pero lo que buscara hacer enseguida es permanecer sentado por sí mismo; para lo cual se le debe estimular debidamente a fin de fortalecerle los músculos del tronco que le permiten llegar a hacerlo.

[pic 8]

El niño de inicio se sienta si se le sostiene y se le acomoda …..

[pic 9]

Después se sienta y se balancea con los brazos  

[pic 10]

Cuando esta a punto de hacerlo solo,                 

se sienta balanceándose con el cuerpo y usa las manos para jugar. 

[pic 11]

Logra sentarse cuando da muestras de que estando

 acostado, se incorpora sin ayuda hasta sentarse.      

Un ejercicio para aprender a sentarse consiste en sostener el brazo sobre el que se va a inclinar un poco doblado y ayudarle a sentarse apoyando el codo en el suelo y voltearle un poco hasta sentarle.

10.3   ETAPA III  ARRASTRE

        IMPORTANCIA DEL ARRASTRE

        El arrastre propiamente dicho (es decir, desplazarse rozando con el cuerpo en el suelo) habitualmente inicia alrededor de los 6-7 meses y debe considerarse el mayor logro en el área de la movilidad ya que, gracias a él, el bebé deja de ser dependiente del entorno para alcanzar objetos y buscar nuevos estímulos por sí mismo.

El arrastre ayuda en la coordinación de los hemisferios cerebrales, ya que la posición típica del arrastre le facilitará desarrollar y muscular la zona cervical al intentar levantar la cabeza y apoyarse sobre sus manos con los brazos estirados o sobre los codos cuando tiene los brazos flexionados en ángulo recto (ésta es la posición más cómoda para ellos y la que les facilita manipular los objetos que están al alcance de sus manos mientras mantienen la cabeza erguida sin cansarse).  

[pic 12]

Posición típica del arrastre

Así mismo al llevarse a cabo la estimulación del arrastre, implica para su cuerpo el avance en patrón cruzado, esto es cuando se mueve utilizando su brazo derecho y su pierna izquierda para empujarse hacia delante; simultáneamente mueve el brazo izquierdo y la pierna derecha hacia delante para soportar su peso sobre ellos como preparación para el siguiente movimiento; y a la vez ejercita, la coordinación entre los dos hemisferios cerebrales. El hemisferio derecho controla los movimientos y sensaciones de las extremidades izquierdas y el hemisferio izquierdo controla los movimientos y sensaciones del lado derecho de nuestro cuerpo. Cuando los dos hemisferios trabajan de manera coordinada quiere decir que su mano izquierda (hemisferio derecho) sabe lo que hace su mano derecha (hemisferio izquierdo) y por tanto puede, por ejemplo, pasarse cosas de una mano a otra sin que se caigan.

...