SEMIOLOGIA PSIQUIATRICA / EXAMEN MENTAL

1. SEMIOLOGIA PSIQUIATRICA / EXAMEN MENTAL

El examen mental consiste en la observación, exploración y posterior descripción sistematizada de todas las aéreas de la actividad mental del paciente, durante la entrevista. Es la descripción del estado psíquico actual de alguien, se basa en los datos obtenidos mediante la observación de la conducta no verbal y el análisis del contenido verbal de lo expresado por el evaluado. Tiene como propósito obtener evidencias acerca de la presencia de signos y síntomas de algún trastorno mental. Es una herramienta clave en la atención de enfermería, permite hacer una valoración inicial y determinar pautas claras de manejo de acuerdo a la patología de cada usuario. El análisis de la información recibida no se limita exclusivamente al paciente. Es necesario estudiar la información recibida de sus familiares para llegar al diagnóstico del funcionamiento del paciente, de su  familia, de su entorno, lo cual permite un manejo integral del  trastorno y un pronóstico más real, válido y confiable. Por otra parte es necesario hacer énfasis en la visión de conjunto, ningún síntoma aislado puede por sí mismo considerarse anormal o patológico, pues puede hallarse en circunstancias especiales en personas sanas. Los síntomas psicopatológicos han de ser comprendidos en relación con el resto de funciones mentales, en el contexto sociocultural y en conexión con la biografía del paciente. El dialogo es el instrumento que permite obtener la información que se requiere orientar el diagnostico, este debe realizarse de forma abierta, dinámica teniendo el cuenta el principio fundamental de confidencialidad.

1- PORTE Y ACTITUD:

Incluye la descripción global del sujeto, su raza, su género, su talla, su contextura, su edad aparente, su arreglo personal, su actitud frente al entrevistador, su expresividad emocional; es decir, todos los elementos que configuran el componente preverbal del usuario. Los elementos tenidos en cuenta, están constituidos por la expresión facial y corporal, el estilo utilizado para relacionarse con los demás  y las conductas observables de manera inmediata. Es la parte más descriptiva del examen mental. Lo que interesa aquí son los aspectos generales de una persona en el momento de practicarse  la evaluación: el conjunto de manifestaciones no verbales más que el contenido verbal que las acompaña.

2- CONCIENCIA:

Conciencia, se refiere ante todo a la capacidad de conectarse con el entorno. En la práctica clínica, para evaluarla y determinar su estado, se toma como elementos determinantes la presencia o ausencia de sueño. La competencia para recibir estímulos externos y responder ante los mismos y la capacidad de realizar movimientos voluntarios.  

Siendo entonces la percepción y el conocimiento que tiene un individuo del mundo que lo rodea, de su cuerpo y de sus propias vivencias. Implica un adecuado funcionamiento neurológico global. La integridad de la conciencia se demuestra cuando la persona es capaz de reaccionar apropiadamente a estímulos externos e internos.

Alerta

El estado normal de conciencia se denomina alerta o vigilia, caracterizado por que el individuo se encuentra despierta, la persona, no muestra signos de sueño, recibe estímulos externos se percata de la presencia de los mismos y despliega una respuesta conductual apropiada de acuerdo a la interpretación que les confiere.

Somnolencia

Es la tendencia a quedarse dormido. Fácilmente y con estímulos verbales o táctiles corrientes se vuelve a estar alerta. En ocasiones se prefiere denominarla letargo para diferenciarla de la somnolencia que antecede al sueño fisiológico. Suele encontrarse sobre todo como efecto secundario de medicamentos como las benzodiacepinas, algunos antipsicoticos e inductores del sueño.

Obnubilación:  

Aquí la somnolencia es constante, no se llega completamente al estado de alerta mediante estímulos táctiles. La capacidad para captar estímulos externos y desplegar conductas, se compromete seriamente. Debido a ello la persona, no logra ubicarse en tiempo ni lugar, identifica erróneamente lo que sucede a su alrededor, muestra una conducta desordenada y errática y no logra mantener la conversación. Se caracteriza por la falta de interés, de espontaneidad, e iniciativa, están comprometidas la atención, la percepción y hay tendencia a la somnolencia. Se presenta un enturbiamiento leve, fatigabilidad, deterioro de la atención y concentración, descenso de la reactividad ante estímulos externos. El paciente suele estar confuso y desorientado aunque mantenga cierta cooperación; se alternan síntomas de excitación e irritabilidad. Este cuadro es parte importante del estado clínico de delirium. Este trastorno de desarrolla en un lapso de tiempo breve de horas o días y fluctúa a lo largo del día o de la noche. Se acompaña de la disminución de la capacidad de dirigir la atención al entorno y de alteraciones en las funciones cognitivas. Este síntoma se puede observar en los estados confusionales agudos, la demencia, el delirium y algunas intoxicaciones agudas.

Confusión mental:  

Se presenta dificultad para captar el entorno en forma adecuada, usualmente hay desorientación temporoespacial, alteración de las funciones intelectivas y asociativas, falsos reconocimientos, trastornos de la memoria.  Se presenta principalmente en intoxicaciones, estados infecciosos, reacciones disociativas. Se refiere al paciente desorganizado, falto de claridad y de coherencia.

Estado Crepuscular:

Es una variante de la obnubilación pero siendo menor el compromiso de la conciencia, se  puede conservar cierta actividad mental y una vinculación parcial al ambiente.  Su duración es variable y aparece en la epilepsia del lóbulo temporal, reacciones agudas ante traumas o estrés graves. El paciente está confuso, y lento, con expresión de perplejidad en su rostro; no está somnoliento pero tampoco da la impresión de estar del todo despierto.

Delirium:  

Es un estado patológico que se acompaña de una alteración de la conciencia va de periodos de lucidez a periodos de confusión mental, se desarrolla en un breve periodo de tiempo, horas o días y aparece súbitamente.  Consiste en desorientación, obnubilación, inquietud, confusión mental, ilusiones, alucinaciones egodistónicas. Se asocia con estados infecciosos febriles, estados tóxicos, trastornos metabólicos, insuficiencia cardiaca y trauma cráneo- encefálico, sobre todo en el anciano. El paciente puede sufrir una súbita desintegración de la conciencia caracterizada por delirios, alucinaciones y agitación psicomotora. El paciente se observa desconcertado, inquieto, confundido, desorientado y con temor.

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