Saponificación
Letskilltonight14 de Mayo de 2015
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SAPONIFICACIÓN.
- ¿Qué es saponificación?
Es la reacción que produce la formación de jabones. La principal causa es la disociación (separación) de las grasas en un medio alcalino, separándose glicerina y ácidos grasos. Estos últimos se asocian inmediatamente con los álcalis constituyendo las sales sódicas de los ácidos grasos: el jabón. Esta reacción se denomina también desdoblamiento hidrolítico y es una reacción exotérmica.
Es el proceso por el cual, un aceite o una grasa se transforma en jabón, a partir de una reacción química con una solución alcalina, habitualmente, de hidróxido de sodio.
- Índice de saponificación.
Es la cantidad en miligramos de un álcali, específicamente de hidróxido de potasio, que se necesita para saponificar un gramo de determinado aceite o grasa.
Sin embargo, habitualmente en la fabricación de jabones, el álcali que se utiliza es el hidróxido de sodio. Por otra parte, este índice de saponificación varía para cada grasa o aceite en particular. Para conocer estas cantidades habría que realizar complejos cálculos, que se simplifican con las tablas de saponificación existentes.
Estas tablas de saponificación, registran cual es el índice de saponificación adecuado, es decir la cantidad en miligramos de hidróxido de sodio que se necesita para saponificar cada grasa o aceite, con la que se vaya a fabricar el jabón.
Tabla de índice de saponificación: mg. de hidróxido de sodio por gr. de grasa:
• 0,134 Aceite de oliva
• 0,190 Aceite de coco
• 0,141 Aceite de palma
• 0,134 Aceite de girasol
• 0,128 Aceite de ricino
• 0,136 Aceite de almendras
• 0,133 Aceite de aguacate
• 0,135 Aceite de soja
• 0,136 Aceite de maiz
• 0,133 Aceite de sésamo
• 0,069 Aceite de jojoba
• 0,156 Aceite de palmiste
• 0,132 Aceite de germen de trigo
• 0,069 Cera de abeja
• 0,137 Manteca de cacao
• 0,128 Manteca de karité
- Proceso de saponificación.
Podríamos definir la saponificación como el proceso que convierte "mágicamente" la grasa o el aceite, en jabón limpiador. Esta transformación mágica no es otra cosa que una reacción química muy común, y que consiste básicamente en:
ÁCIDOS GRASOS + SOLUCIÓN ALCALINA = JABÓN + GLICERINA
Así es como al mezclar los ácidos grasos (principales componentes de las grasas animales y de los aceites vegetales) con una solución alcalina (hecha a partir de una mezcla de agua y un álcali, como por ejemplo la sosa), se obtiene el jabón (que será realmente suave, porque además el otro subproducto que se obtiene de esta reacción es la glicerina).
El álcali es imprescindible para que se produzca esa reacción, pero hay que tener en cuenta que por sí solo es un elemento cáustico muy peligroso, cuyo manejo implica tomar una serie de precauciones muy importantes para manipularlo con seguridad. Los álcalis más utilizados en la fabricación del jabón son la sosa (hidróxido sódico, NaOH) y la potasa (hidróxido potásico, KOH).
Por eso, es necesario tener mucha experiencia y unos conocimientos muy amplios sobre los álcalis y sus reacciones químicas, para proceder a realizar una saponificación que ofrezca totales garantías de que el producto final obtenido no entrañe riesgo alguno para la piel.
Esto no significa que la saponificación sea un proceso terriblemente peligroso, sino más bien muy delicado de realizar: Así, por ejemplo, si en la reacción anterior hay un exceso de sosa, el producto resultante será una masa cáustica inservible; mientras que si por el contrario, la cantidad de sosa es insuficiente, el producto resultante será una mezcla grumosa de aceites, que en nada se parecerá tampoco al jabón.
Es
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