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Sindrome de abstinencia neonatal

danielagonzlInforme31 de Enero de 2016

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HIPÓTESIS:

Ambientes psicosociales vulnerables aumentan el riesgo de presentar síndrome de abstinencia del neonato, debido al uso y abuso de sustancias.

Objetivos Generales:  

  • Identificar los factores que determinan que en ambientes vulnerables existan más probabilidades de encontrar síndrome de abstinencia en el neonato.

Objetivos específicos:

  • Determinar los factores de riesgo individuales, macrosociales y microsociales principales.
  • Conocer el ambiente en que las embarazadas se desenvuelven.
  • Identificar cuáles son las principales sustancias consumidas por las embarazadas en los entornos vulnerables.
  • Determinar la existencia de sistemas de protección para la embarazada con problemas de abuso de sustancias.

Según un estudio realizado en España 1 de cada 10 neonatos ha sido expuesto a drogas durante su gestación. (Porcel A. M., Ortega S. M., Barrientos S., Ferrinho R. y Martínez C. Síndrome de abstinencia neonatal: evolución en los últimos 10 años. Revista: Scielo. (2014). 13.Recuperado de:  (Mur, López, Paya, 2008, p 146) Indica que Aproximadamente el 70% de los recién nacidos, hijos de mujeres consumidoras habituales de drogas licitas e ilícitas presentan síndrome de abstinencia del neonato (SAN).

El SAN es un síndrome caracterizado por irritabilidad del SNC del recién nacido, signos de afección gastrointestinal, problemas cardio-respiratorios, síntomas neurovegetativos en neonatos que fueron expuestos a drogas durante su desarrollo intrauterino y que aparece luego de su cese. Es importante descartar otras afecciones que pudieran ocasionar signos similares como hipoglucemia, sepsis, meningitis, hipocalcemia.

  • irritabilidad del SNC del recién nacido (Irritabilidad, hipertonía, hiperactividad, temblor, llanto agudo, convulsiones),
  • signos de afección gastrointestinal (regurgitaciones y vómitos, apetito voraz, rechazo al alimento),
  • problemas cardio-respiratorios (taquicardia, congestión nasal y taquipnea.)
  •  síntomas neurovegetativos (sudoración, bostezos, hipersecreción mucosa, hipertermia, exantemas fugaces.) (Mur et al, 2007:146)

El tiempo en que demoran en aparecer los signos de SAN varía, de acuerdo al tipo de droga, en algunos casos estos aparecen a las pocas horas, en su mayoría entre el día 3 y el 5 y algunas incluso después de 7 días. La duración total del cuadro es variable, durando comúnmente entre 8 a 14 días.  (Mur et al, 2007:146)

La gravedad en que se presenta el SAN no depende de la edad de la madre, si no que al periodo de tiempo en el que el feto es expuesto a la sustancia y al grado de dependencia de la mujer, refiriéndonos con esto a la cantidad y a las veces que se consume, además del periodo del embarazo en el que el feto se encuentre expuesto. Mientras más alta sea la dosis a la que el feto se ve expuesto, mayor será la forma en que se desarrolla es SAN. Además son importantes el tipo de droga consumida por la madre, el tiempo transcurrido entre la última dosis materna y el parto, la semivida de eliminación de la droga. (Álvarez, del Viejo, Sayago, Sanguino. (sf), p 2)

Habitualmente cuando se habla de SAV se piensa en opiáceos (heroína, metadona, morfina), pero todas las drogas estimulantes del SNC pueden causar este síndrome como fenciclidina, barbitúricos, benzodiacepinas, clordiacepóxidos, metilfenidato, alcohol, pentazocina y otros. (Mur et al, 2007: 146)                                                                                                                    

Antiguamente se pensaba que la placenta actuaba en forma de barrera, protegiendo al feto de toda sustancia y agente maligno, hoy sabemos que muchas drogas atraviesan fácilmente la placenta.

Que una sustancia alcance o no al embrión va a depender del peso molecular, la afinidad y solubilidad de los lípidos, la polaridad y grado de ionización, la unión de las proteínas y la mediación del receptor. Siendo así los compuestos con bajo peso molecular, alta afinidad a los lípidos, apolares y sin capacidad de unirse a proteínas atraviesan más rápido y fácilmente la membrana.  Un ejemplo de este tipo de sustancias es el alcohol etílico que por su naturaleza química atraviesa fácilmente la placenta, afectando al feto en concentraciones iguales o mayores que la madre. Por lo general una sustancia cuyo peso molecular sea igual o superior a los 1000 daltons no atraviesa con rapidez la placenta, sin embargo uno de 600 daltons si lo hace, y es muy común que las drogas tienen un peso de 250 a 400 daltons. Características que afectan el transporte cuantitativo de sustancias son: el flujo sanguíneo placentario, el gradiente de PH entre el suero y los tejidos de la madre y el feto, el metabolismo placentario de la sustancia química o droga. (Gordon B., Fletcher M. A., MacDonad M. G. (2001). Capítulo 15, Neonatología Fisiopatología y manejo del recién nacido. 5° edición. (pp. 214), Editorial Panamericana.)          

Es necesario poner mucha atención para identificar a aquellos neonatos que estén  en peligro de desarrollar SAN y que  no lo hayan manifestado en las primeras horas, ya que por lo general estos bebes pertenecen a ambientes en donde no se le brindarán los cuidados requeridos, pudiendo encontrarse con un daño mayor.

Marco Teórico.

El consumo de drogas, de cualquier índole, es una situación observable a lo largo de nuestro desarrollo, pero debemos de distinguir los limites desde el uso hasta la dependencia, cuando hablamos de drogas nos referimos a diferentes sustancias, ya sean licitas o ilícitas, como por ejemplo el tabaco o la cocaína respectivamente, en general se reconoce la definición de la Organización Mundial de la Salud, “Toda sustancia que, introducida en un organismo vivo, puede modificar una o varias de sus funciones” (OMS, 1969), también se hace una distinción entre droga farmacológica y de abuso, esta última siendo definida como “aquella de uso no medico con efectos psicoactivos (capaz de producir cambios en la percepción, el estado de ánimo, la conciencia y el comportamiento) y susceptibilidad de ser autoadministrada” (OMS). Actualmente el uso es definido como “sin ninguna significación clínica ni social, es decir, termino uso indica, sencillamente, consumo, utilización, gasto de una sustancia sin que se produzcan efectos médicos, sociales, familiares, etc.” (P. Lorenzo et al, 2009, p. 4).En conclusión se entiende el uso de drogas como ocasional, que no causa dependencia y no afecta al consumidor. El hábito por su lado es definido como la costumbre de consumir una sustancia por habernos adaptado a sus efectos, por ende no produce una dependencia, aun cuando se desea el producto. El abuso se define por el Real Colegio de Psiquiatras Británico como “cualquier consumo de droga que dañe o amenace dañar, la salud física, mental o el bienestar social de un individuo, de diversos individuos o de la sociedad en general”, por lo tanto es un consumo que, ya sea por su frecuencia, cantidad o propósito, es contraproducente, Según la OMS se describen cuatro criterios diferentes:

  • Uso no aprobado: cuando el consumo está legalmente sancionado. 
  • Uso peligroso: indica el consumo  de una sustancia cuando se está en situación de riesgo orgánico o el momento es inoportuno.
  • Uso dañino: se refiere al consumo de sustancias por personas en situaciones vitales que conllevan una disminución importante o total de la tolerancia a las mismas; por ejemplo en ancianos, niños, mujeres embarazadas, mujeres en periodo de lactancia, etc.
  • Uso que provoca una disfunción: describe un “patrón desadaptativo de consumo”, ya sea por la prioridad que toma la administración de sustancia y/o por los excesos cuantitativos puntuales que se realizan, todo lo cual significa una alteración del funcionamiento personal: psicológico y social.  (P.Lorenzo,2009,p.4)

La drogodependencia fue definida como “estado de intoxicación periódica o crónica producida por el consumo repetido de una droga natural o sintética” (OMS, 1964). Se caracteriza por cuatro factores: 1) deseo dominante para continuar tomando la droga y obtenerla por cualquier medio; 2) tendencia a incrementar la dosis; 3) dependencia física y, generalmente, psicológica, con síndrome de abstinencia por retirada de droga; 4) efectos nocivos para el individuo y para la sociedad. Es 1969 la OMS la cataloga como una enfermedad maligna, progresiva y transmisible. Finalmente se define la dependencia como “síndrome caracterizado por un esquema de comportamiento en el que se establece una gran prioridad para el uso de una o varias sustancia(s) psicoactiva(s) determinada(s) frente a otros comportamientos considerados habitualmente como más importantes” (OMS, 1982)

Se distinguen dos conjuntos de criterios de diagnóstico en cuanto al abuso y dependencia de drogas, el primero por parte de la OMS y otro por APA, CIE-10 y DSM-IV-TR respectivamente como se muestra en la tabla.[pic 1]

Ambos manuales de criterios coinciden en las dependencias fisiológicas, contando con tolerancia y síndrome de abstinencia. Debemos de tener en cuenta que no solo contamos con una dependencia de tipo fisiológica, sino que también de índole psicológico y social. Nos centraremos en síndrome de abstinencia comenzando por definirlo como uno de los componentes principal de la dependencia física o neuroadaptación, que está caracterizado por “la necesidad de mantener unos niveles determinados de una droga en el organismo, desarrollándose un vínculo droga-organismo” (P. Lorenzo, 2009), cuando se realiza un tratamiento de desintoxicación o en el caso del feto la suspensión brusca de la sustancia al momento de nacer, se puede hablar de un síndrome de abstinencia, ya que se produce una especie de “rebote a nivel fisiológico”, por lo tanto y dependiendo de la droga utilizada, el tipo, vía de administración, frecuencia de administración, velocidad de absorción y eliminación, existencia de metabolitos activos, etc., será la intensidad y efectos de este síndrome.

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