Teoria de la anomia. Ideas de DURKHEIM

TEORIA DE LA ANOMIA:

El desarrollo de esta teoría ha encontrado bastante eco en la evolución de la criminología, en especial, por los planteamientos de DURKHEIM Y MERTON, que se explica así:

De acuerdo con una de las ideas de DURKHEIM, anomia es el estado de desintegración social originado por el hecho de que la creciente división del trabajo obstaculiza cada vez más un contacto lo suficientemente eficaz entre los obreros, circunstancia que produce una relación social insatisfactoria.

La afirmación es consecuencia de comprar las primeras sociedades con las industrializadas capitalistas. Aquellas se caracterizaban por la cohesión y la solidaridad entre sus miembros, lo que las hacia semejantes, pares, unidas y muy poco diferenciadas. Uno de los rasgos de las modernas o avanzadas en el progreso y aumento de lo cultural, social, político y económico,  fenómenos que llevan a que los hombres se separen, alejen, en razón de las variadísimas formas de trabajo, lo que, como es lógico, hace que vallan desapareciendo la cohesión y la solidaridad que los une. La conciencia colectiva, así, se debilita mientras que van ahondando las diferencias entre los individuos.

En sus estudios sobre el suicidio, DURKHEIM continua desarrollando su concepto de anomia, que ahora relaciona con la insatisfacción de necesidades por creencia de los medios requeridos para colmarlas: cuando los instrumentos disponibles no alcanzan para lograr la gratificación, las personas pueden acudir a la autoeliminación, tanto en épocas de prosperidad como de depresión, puesto que las dos situaciones resultan de condiciones sociales inestables y, por lo mismo, alejadas de las regulaciones normativas.

El suicidio puede provenir tanto del bienestar como los momentos de decaimiento. El primero puede convertirse en causa de la autoeliminación porque en periodos de bonanza las necesidades se vuelven tan ilimitadas que llegan a un punto en que no pueden ser satisfechas; y con mayor razón puede presentarse durante los periodos depresivos.

En este orden de ideas, la anomia es un estado que se caracteriza por el debilitamiento general de la conciencia comunitaria, situación en la que se vuelven poco claras las finalidades que conducen al comportamiento. En esta forma ampliada la anomia es un fracaso o falta de un sistema de convicciones morales arraigadas colectivamente.

Aproximadamente medio siglo después,  R.K. MERTON prosigue el análisis de la anomia, que define como la mala integración de las estructuras social y cultural. Por estructura cultural entiende el conjunto de metas, fines, propósitos, e intereses establecidos como objetivos legítimos para todos los miembros de la sociedad; y por estructura social, el conjunto de medios institucionalizados habilidades para conseguir aquellos objetivos. Es decir, en toda sociedad existen determinadas finalidades que sus miembros pretenden a la vez que maneras aceptadas de obtenerlas. Cuando alguno o algunos de sus miembros se ven animados de unas mismas apariciones pero no tienen como llegar a satisfacerlas, pueden recurrir a medios ilegítimos para lograr los objetivos. Nace así la conducta divergente y, dentro es esta, la delictiva.

Desde esta óptica, entonces, la desviación equivale a la utilización de mecanismos indebidos en aras de los propósitos o metas culturales ante la imposibilidad de usar los medios legítimos. La anomia es, en síntesis, el desequilibrio entre estructura cultural (metas, fines, pautas, etc.) y estructura social (los medios para alcanzar las metas).

No obstante puede suceder que ante la atención que produce el desequilibrio entre una y otra estructura, la reacción del hombre varia, sin que necesariamente se dirija al comportamiento divergente. Por ello MERTON, habla de 5 categorías de respuesta así:

1. La persona conformista acepta tanto los valores generalmente admitidos como los medios convencionales de lograrlos, independientemente de que triunfe o no, como ocurre con la mayor parte de los miembros de la sociedad.
2. El innovador es aquel individuo que al aceptar los valores socialmente compartidos utilizan medios ilegítimos o ilegales para tratar de lograrlos.
3. El ritualista es quien actúa a corde con los estándares socialmente aceptados pero que ha perdido los valores que originalmente han impulsado su actividad; obra de acuerdo con las reglas, porque si, de manera compulsiva, sin una finalidad concreta.
4. El retraído es aquel que abandona por completo el enfoque competitivo y rechaza tanto los valores dominantes como la manera de conseguirlos.
5. El rebelde es quien refuta los valores que existen, así como en los medios normativos establecidos para lograrlos, y que quiere sustituirlos por otros nuevos y reconstruir el sistema social.

RICHARD CLOWARD da un paso más en el tema: al derrumbamiento de valores (DURKHEIM) a la disociación entre lo cultural y social (MERTON) agrega lo relacionado con la oportunidad diferencial.

Desde este punto de vista, se dice que el estudio de la anomia no puede desechar la existencia de las varias clases de subculturas, puesto que estas son las que propician o facilitan la utilización de medios ilegítimos. Es menester entonces, fusionar el estudio para incluir, de un lado, las diferencias entre los hombre; de otro, la diversidad de medios; y, finalmente, la división de la sociedad en estratos o capas. En la actualidad, si se parte siempre de lo normativo, se acude a la anomia para significar varios absolutos de reglas de acción; colisión o incongruencia normativa de la que resultan incertidumbre y desorientación prácticas o conducta desviada; y, por último, falta de asunción, asimilación o reconocimiento de regulaciones legítimas.

TEORIA DE LA ASOCIACION DIFERENCIAL

FUNDAMENTO:

Las denominadas teorías del aprendizaje, que reconocen sus orígenes en el concepto de imitación desarrollado a finales del siglo XIX por el científico GABRIEL TARDE, parten del supuesto de que el crimen no surge necesariamente debido a algún retroceso atávico, a un estado evolutivo anterior, o en virtud de la deficencia mental o biológica o a la anormalidad sicologica, sino que es socialmente causado.

En verdad, fueron las investigaciones realizadas con grupos, las que dieron a EDWIN SUTHERLAND, ya desde el año de 1924, y luego a el mismo en asocio con DONALD CRESSEY en el año de 1978 la oportunidad de desarrollar los principios de aprendizaje, que en gran medida reflejan la tesis de la ingeniería social, según el cual los problemas sociales, y mas exactamente la conducta humana, pueden explicarse de la misma manera en que la ingeniería puede explicar un acontecimiento mecanico o físico.

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