Transtornos Nutricionales
avany3 de Septiembre de 2014
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OBESIDAD
Definición
La obesidad es un trastorno o enfermedad caracterizada por exceso de grasa corporal que altera la salud del individuo y que en muchas oportunidades lo pone en riesgo de desarrollar una enfermedad crónica. Clínicamente se considera a un individuo como obeso cuando su peso total supera en un 20% el peso medio ideal para su edad, talla y sexo y obeso mórbido cuando el P/T es mayor a 150%. Sin embargo, como el coeficiente peso/talla cambia con la edad y con el estado puberal, la Organización Mundial de la Salud recomienda el uso del Indice de Masa Corporal (IMC) para la edad y la estimación del grosor de los pliegues subcutáneos (tricipital y subescapular) para definir sobre peso y obesidad en la adolescencia. El IMC se define como el peso (kilos) dividido por la talla al cuadrado (metros2). Su validez como índice de obesidad, se basa en su alta correlación con la grasa corporal y su baja correlación con la talla. El IMC asume que al normalizar el peso para la talla se puede estimar la grasa corporal independiente del sexo, la edad y el origen étnico del sujeto.
Los criterios sugeridos para definir obesidad en adolescentes son:
• IMC mayor al percentil 85 de las tablas de Must et al, basadas en NHANES I
• Pliegues tricipital y subescapular mayor o igual al percentil 90 de las tablas NHANES I
• IMC mayor al P 95, independiente del grosor de pliegues cutáneos
Los criterios sugeridos para definir sobrepeso en adolescentes son:
• IMC mayor al percentil 85 de las tablas de Must et al.
• Pliegues tricipital y subesacpular menor al percentil 90 de las tablas NCHS.
Etiopatogenia
El desarrollo de la obesidad se debe a una predisposición genética y a un desbalance entre la actividad física y la ingesta calórica. En condiciones de balance energético la ingesta calórica debe ser igual al gasto energético. El gasto energético tiene tres componentes principales, el gasto energético basal, la termogénesis inducida por alimentos y la actividad física. El gasto energético basal depende del peso, de la talla, de la composición corporal (masa magra) y de la edad, y representa entre el 50% y el 60% del gasto energético total. La termogénesis inducida por los alimentos es aproximadamente un 10% del gasto energético diario y por lo general es constante para una gran variedad y cantidad de comidas. El costo energético de la actividad física representa el último componente del gasto energético y depende en forma exclusiva de cada individuo.
Factores genéticos
La obesidad tiene un componente genético. En estudios que comparan la herencia de la grasa corporal y su distribución en mellizos idénticos versus fraternos, con sus padres biológicos versus adoptivos, se ha estimado que el factor hereditario es de un 65% a 75%. Sin embargo, la herencia parece ser mayor para pesos normales que para obesidad, sugiriendo que el ambiente juega un rol importante en el desarrollo de la obesidad. La predisposición genética a la obesidad por lo tanto, puede ser modificada por el ambiente, ya sea aumentando la ingesta calórica o reduciendo el gasto energético.
Factores ambientales
Los factores ambientales pueden influir en el desarrollo de la obesidad tanto en el período postnatal como también durante la gestación. Así los hijos de madres con diabetes gestacional tienen una mayor probabilidad de ser obesos durante la adolescencia, como también los hijos de madres desnutridas durante el embarazo. El rol de las prácticas alimentarias en el período de lactantes y el desarrollo de obesidad en edades más tardías ha sido cuestionado. Los lactantes de 4 a 12 meses de edad alimentados con formula, por lo general tienen un peso mayor que los alimentados con leche materna, sin embargo, estas diferencias desaparecen en edades posteriores. La edad en la cual algunos alimentos son introducidos, o las proporciones de grasas, carbohidratos o proteínas en la dieta, no influyen en forma significativa en el desarrollo de obesidad posterior, si el aporte calórico es adecuado para la edad. El aumento de la ingesta calórica observado en las últimas décadas ha sido facilitado por el incremento total de grasas en la dieta, desde un 32% a un 40% de las calorías totales. Sin embargo, cuando se realizan registros de ingesta en adolescentes obesos, incluso en condiciones óptimas, por lo general, ellos subestiman la ingesta calórica diaria.
Otro factor ambiental que influye en el desarrollo de la obesidad es el sedentarismo. Este estilo de vida que es consecuencia de la industrialización, ha cambiado la naturaleza de los trabajos y de las actividades de recreación.
Diagnóstico Diferencial
Existen patologías poco frecuentes que se asocian a obesidad (1% de las causas de obesidad) y por lo general estas presentan además, talla baja, retraso de la edad ósea y del desarrollo de las características sexuales secundarias. En contraste, la obesidad primaria se asocia con talla alta, un avance en la edad ósea y una menarquia precoz.
Evaluación
La anamnesis, en la obesidad, requiere bastante tiempo para poder concretar muchos aspectos de la vida del adolescente y de su familia, que tienen una gran influencia en la génesis de la obesidad y en la respuesta terapéutica.
Antecedentes familiares (padres, abuelos, tíos y hermanos):
• Obesidad
• Dislipidemia
• Diabetes mellitus
• Hipertensión arterial
Historia personal
• Antecedentes de madre con bajo peso o con diabetes gestacional durante la gestación.
• Comienzo de la obesidad: no es infrecuente encontrar el antecedente de alteraciones del comportamiento alimentario. Por ejemplo, el lactante que es forzado a comer por una presunta anorexia, o en el caso de inicio de la obesidad durante la adolescencia, la presencia de episodios de atracones.
• Hábitos alimentarios: apetencia por alimentos especialmente calóricos, hábitos de picar entre horas, consumo de jugos o bebidas gaseosas, lugar donde come.
• Menarquia y ciclos menstruales.
• Estilos de vida: ejercicio físico y deportes realizados habitualmente, tiempo dedicado a actividades sedentarias como mirar televisión o jugar en la computadora.
• Comportamiento habitual y actividades sociales. El aislamiento social o el bajo rendimiento escolar pueden sugerir trastornos psicológicos que estén incidiendo en la obesidad. También es importante explorar la motivación del adolescente y su familia para bajar de peso.
• Tabaquismo, aumenta el riesgo de desarrollar una enfermedad cardiovascular.
• Consumo de alcohol: cuando este antecedente está presente, es necesario precisar la cantidad y frecuencia de consumo por su contribución a la ingesta energética (7 cal / gramo de alcohol)
Examen físico
El examen físico del adolescente debe orientarse a:
• Peso y talla. Una talla baja hace sospechar una causa secundaria de obesidad.
• Pliegues tricipital y subescapular.
• Presión arterial.
• Desarrollo puberal.
• Distribución de grasa, es habitualmente homogénea y en los varones la grasa púbica puede dar la apariencia de un micropene. La obesidad troncal sugiere mayor riesgo de enfermedad cardiovascular o enfermedad de Cushing.
• Presencia de estrías rosadas (violáceas son sugerentes de enfermedad de Cushing)
• Presencia de acantosis nigricans (sugiere intolerancia a la glucosa)
• Hirsutismo (síndrome de ovario poliquistico, enfermedad de Cushing)
• Adipomastia, por lo general empeora el aspecto estético de la ginecomastia puberal.
• Alteraciones ortopédicas, tales como genu valgo y pie plano.
Exámenes de laboratorio
En todo adolescente obeso es necesario solicitar un estudio de lípidos. En aquellos con una obesidad mórbida o cuando existen antecedentes familiares de diabetes mellitus tipo II y/o presencia de acantosis nigricans es recomendable solicitar una glicemia. Las pruebas hepáticas para descartar un hígado graso también son necesarias en los adolescentes con una obesidad mórbida. Si se sospecha una obesidad secundaria es necesario derivar a un especialista para diagnóstico y manejo.
Complicaciones
La obesidad en la adolescencia se asocia con un aumento en la mortalidad y morbilidad. Sin embargo, el riesgo de que el sobrepeso del adolescente se mantenga en el adulto es el problema más relevante, ya que la obesidad constituye un factor de riesgo independiente para el desarrollo de enfermedades cardiovasculares. Estudios longitudinales hechos en niños con sobrepeso indican que ellos tienen una mayor probabilidad que sus pares de pesos normales, de ser adultos obesos y esta probabilidad aumenta con la edad y con el sexo femenino. Aproximadamente un 25% de los niños obesos serán adultos obesos, mientras que el 75% de los adolescentes obesos serán adultos obesos.
Las complicaciones de la obesidad en el adolescente se pueden dividir en aquellas que ocurren a corto y largo plazo. A corto plazo la psicomorbilidad representa la consecuencia más prevalente de la obesidad en el adolescente. El aislamiento social y los problemas con sus pares son frecuentes. Los mensajes culturales sobre la obesidad son internalizados por los adolescentes y pueden resultar en una distorsión permanente de su autoimagen y en baja autoestima Los adolescentes obesos tienen una mayor incidencia de síntomas depresivos o de trastornos del apetito. El rechazo social al cual están sujetos se refleja en una menor admisión a la educación superior, tasas de matrimonios más bajas y mayor pobreza
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