Un Nuevo Paradigma (2005) - Sintesis.

UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DE BAJA CALIFORNIA

FACULTAD DE CIENCIAS HUMANAS

NOMBRE:

CARRILLO ESPARZA ANGEL YAHEL

GRUPO:

412

MATERIA:

DESAFIOS CONTEMPORANEOS

TEMA:

REPORTE DE LECTURA DE “UN NUEVO PARADIGMA (2005)”

FECHA:

26 DE NOVIEMBRE DE 2015.

UN NUEVO PARADIGMA: PARA COMPRENDER EL MUNDO DE HOY (2005)

La llegada del nuevo milenio y del nuevo siglo (XXI) trajo consigo uno de los cambios globales más impactantes en la historia de la sociedad moderna, donde influye la adopción tan arraigada del capitalismo en el siglo XX, la transformación económica, la política y la modernización. Las consecuencias que esto generará de manera global, formando así un nuevo paradigma.

Se inicia con el día 11 de septiembre de 2001, el día en que la vida de los estadounidenses y del mundo quedó marcada en la historia moderna. El ataque aéreo a las torres gemelas del World Trade Center y el Pentágono de Washington dejaron una cicatriz en el corazón de la nación, con numerosos heridos y muertos.

El representante de Estados Unidos el presidente George Bush rápidamente busca una respuesta a estos ataques y rápidamente ubica al responsable de este denominado ataque terrorista del yihadista Osama bin Laden y la red Al Qaeda en Afganistán. Posterior a esto, en seguida se discute una guerra en contra de Irak y encontrar un motivo para arrebatar el petróleo, con una justificación justiciera bélica de una lucha del bien contra el mal., dejando de lado la aprobación del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas. Estados Unidos estaba convencido de que era el representante supremo del Bien, a golpe de mentiras y falsedades, que por medio de la publicidad manipulaban a la población en atacar al Mal a toda costa, es decir, a Irak.

Se observa desde la caída del Estado y el imperio comunistas, de lo único que se hablaba era de la sociedad civil y de debilitamiento de normas. Se ve reflejado durante el siglo XXI la vida de las sociedades, inclusive de las más enriquecidas económicamente, se encuentran dominadas por el miedo, la violencia y la guerra.

Y en aquellas naciones donde se encuentran millones de seres humanos que anhelan escapar de la miseria, la violencia y las guerras, se ven obligados a migrar a otros puntos del mundo. Una parte de ellos, principalmente de China, se encuentran con las grandes ciudades donde se ven obligados a adaptarse a un cambio estructural en su vida social para subsistir y lograr el obstáculo de día a día que es vivir.

Desafortunadamente, estos “campesinos descampesinados” como los denomina Farhad Khosrokhavar, sufren un desplazamiento en las zonas urbanas, principalmente por ser foráneos, no logran integrarse a la clase media activa que se encuentra protegida por el Estado, son personas desempleadas que solo buscan una oportunidad, pero las divisiones sociales solo hacen más difícil su integración, más en la actualidad que se sufren cambios geográficos y socioculturales muy importantes, independientemente de ser un país de primer o tercer mundo; solo los destruyen más que abrirles las puertas a la modernidad.

Se estaba acostumbrado a que, el progreso del nivel de vida y las políticas de solidaridad social reducían y controlaban la miseria e incertidumbre de los ciudadanos, esto cuando se daban los primeros pasos de la industrialización. Las esperanzas por tener una mejor calidad de vida en el futuro se vieron destrozadas con el tiempo por la clase obrera, inclusive los ciudadanos de países ricos, mostraban una negatividad en su calidad de vida, principalmente por las desigualdades sociales, con escalas cada vez más cortas.

Ante esta situación, las conquistas del movimiento obrero y la fuerza del sindicalismo permitieron al Estado-providencia crear en aquellos países industrializados notables sistemas de protección social, que fue perdiendo fuerza, esto para salvaguardar la cobertura aceptable de enfermedad, pago de pensiones y servicios médicos, que se volvían cada vez más costosos, y les era muy difícil a las clases obreras acceder a ellos. La presión directa sobre el estado que tienen las clases medias y bajas, constantemente amenazadas y alejadas de un respiro de tranquilidad, que caen en la marginación o la ilegalidad.

Se muestra un emprendimiento normativo, basado en la idea de una sociedad en la que se divide la sociedad actual, que son las fuerzas de destrucción de los actores sociales que siguen invocando la necesidad natural, y frente a ellas, figuras del sujeto que resisten a lo que amenaza a la libertad, como son las figuras religiosas, políticas, sociales y morales.

Tras la Segunda Guerra Mundial, se presentan Estados voluntaristas que se esforzaban por crear una nueva nación, estructurar una economía destruida producto de las guerras o también de mejorar las condiciones de vida de los trabajadores.

El Wellfare State, instituido en Gran Bretaña en 1943 por el plan Beveridge, que era totalmente diferente a la Seguridad Social francesa, que fue creada en 1945, pero en el cual la figura central de la vida económica y social siempre fue el Estado, por tener los recursos suficientes para poder mantener y sustentar una economía política donde, posterior a la guerra, los trastornos sociales y nacionales exigían cambios profundos en las leyes y la definición misma de la vida política.

El Estado intervino, pues los dominios económico, social y cultural, por lo regular de manera autoritaria, pero, en el caso de la mayor parte de los países occidentales, con la voluntad de asociar a la reconstrucción económica profundas reformas sociales y una transformación de la conciencia nacional. En Europa, se mantendrá durante mucho tiempo la esperanza de crear y lograr un desarrollo económico más preocupado por los conflictos sociales. Michel Albert ha opuesto así el capitalismo renano, un capitalismo en el que la cogestión y los sindicatos toman una postura importante, al capitalismo anglosajón, cuyos objetivos son fijamente económicos. Es sólo a final de siglo cuando el capitalismo renano aparecerá como un obstáculo más que como un potencial motriz frente al triunfo de los mercados internacionales.

Inclusive, todos los aspectos económicos de esta intervención del Estado entraron de alguna manera en decadencia, principalmente en aquellos países que no contaban una administración pública eficiente y predominaba una corrupción activa. Pero hasta principios del siglo XXI, se mantuvo en algunos países la idea de que la nacionalización de las actividades económicas es de una gran importancia vital para el progreso del estado en Francia, principalmente, se ha generado una concepción porcentualmente religiosa de las nacionalizaciones y, cuando se presenta la huelga de 1995, entre los ferroviarios se mencionaba exaltar al Estado como un buen portador de valores versales comparado con la burguesía que solo se preocupaba por cubrir sus necesidades particulares.

Los hechos o comportamientos sociales deben ser definidos por su efecto o su razón de ser objetiva en el funcionamiento de un sistema social y no por su subjetividad.

El tema de la globalización ha adquirido una importancia política central por una razón meramente ideológica: en efecto, todos aquellos que han mencionado y glorificado la globalización han querido imponer la idea de que ningún modo de regulación social o política de una economía mundializada era ni posible ni deseable, puesto que la economía se situaba en un nivel mundial y no existía autoridad capaz de imponer limitaciones a la actividad económica en ese nivel.

La idea misma de globalización conllevaba, en efecto, la voluntad de construir un capitalismo extremo, liberado de toda influencia exterior, que ejercería su poder sobre el conjunto de la sociedad. Es esta ideología de un capitalismo sin límites lo que ha suscitado tanto entusiasmo y tanta protesta.

La larga historia de los capitalismos nacionales está profundamente ligada a la historia general de cada país. Ya no es lo mismo hoy, pues las únicas instituciones poderosas a nivel mundial, los bancos y sobre todo Fondo Monetario Internacional o la Organización Mundial del Comercio, tratan de imponer una lógica económica a los Estados y no objetivos sociales o políticos a los actores económicos. Durante largos años, el entusiasmo por la globalización ha sido contestado sobre todo por los defensores de intereses locales o nacionales y de producciones que tenían necesidad de la protección nacional para garantizar su existencia en competencia mundial: los agricultores europeos y norteamericanos, por ejemplo. A pesar de todo, la Organización Mundial del Comercio se ha reforzado de manera decisiva cuando China ha llegado a ser miembro ella. Y las resistencias locales se han fundido ampliamente en un movimiento planetario de oposición al capitalismo «global» y a la potencia norteamericana que es su principal apoyo. El foro de Porto Alegre ha sido el punto culminante.

La globalización no es definición de una etapa de modernidad, una nueva Revolución industrial interviene en el nivel de los modos de la gestión del cambio que se hizo histórico. Esto corresponde a un modo capitalista enfatizado en modernidad, que no se debe confundir con una sociedad. La guerra pertenece a un universo de competencias de enfrentamientos e imperios, descartando totalmente a las sociedades y sus problemas internos.

Se hace una definición de la Caída del Muro de Berlín a la destrucción del World Trade Center, a una ruptura que le ha puesto fin y que ha hecho triunfar el espíritu de la guerra. El periodo de la globalización ha quedado marcado por la circulación de bienes y servicios, también de obras y prácticas culturales, al igual que de representaciones sociales y políticas. El capital financiero ha tomado dominio ante la globalización, más que por el capital industrial, lo que condujo al estallido de la burbuja tecnológica, pero a su vez a conocido un modo de transformación del mundo de carácter multilateral. Estados Unidos aún no se sentía con el honor de salvar al mundo. Y aquellos que se oponían a la globalización, aun formulando justas críticas, no se percatan que durante ese periodo cuando se afirma la sensibilidad multicultural. Posteriormente en la fase de la política norteamericana, el multiculturalismo es abandonado.

...