Un ensayo sobre la diferencia entre individuo y persona en Brasil

Da Matta, R. (2002). ¿Sabe con quién está hablando? Un ensayo sobre la diferencia entre individuo y persona en Brasil. En Carnavales, malandros y héroes. Hacia una sociología del dilema brasileño (pp. 185-254). México: Fondo De Cultura Económica.

LUIS FELIPE ORTIZ TOVAR*

El autor, Roberto Da Matta, presenta un análisis de la vida social brasileña a través de varios elementos representativos del orden social, a saber, el ritual del “¿Sabe con quién está hablando?”. Esta expresión denota aspectos que van desde el recurso ilegítimo de autoridad que ésta manifiesta, como la extensión a campos de conflicto y crisis que, para ambos casos, se convierten en constituyentes de una sociedad la cual está inmersa entre la paradoja de una abstracción igualitarista individual, como también, de una especificidad de la autoridad y la jerarquía; una sociedad que establece sistemas de integración e igualación, y a su vez, sistemas de clasifica y subordinación. Son, entonces, estas características las que le permitirán al autor entender las maneras posibles en que una sociedad llega a construir unas formas de identidad, unas formas de dar a conocer y reconocer aspectos que le son propios.
De esa manera, se establece una preocupación constante sobre el hecho de comprender las formas y el contenido del universo social del cual se hace parte, entendiendo los códigos y valores que componen a la estructura social. Es en la toma de conciencia de posición social, y sus respectivos límites, que se pone de manifiesto la necesidad de eludir aquellas formas de desaprobación, o incluso, de descalificación social, que surgen ante el desconocimiento de una determinada situación. Sin embargo, el recurso de actualización del “¿Sabe con quién está hablando?” no está absuelto de un desconocimiento de su uso, pues lo que el marco de la expresión sustenta es un posicionamiento superior en la estructura social. Aquí, la desviación se presenta por una identificación social vertical del inferior que emite una identificación con la altura social del dominante, encontrando como foco principal el encubrimiento de la posición más baja de él o más individuos.
En lo anterior, se comprende la existencia de un sistema multiclasificatorio que no se reduce en una relación de los opuestos, sino que permite diferenciar a los iguales dentro de la escala jerárquica. Es a partir de la relación de dos opuestos que se puede distinguir grados diversos de distinción entre cada uno de ellos. Así, el autor pone como escena la igualación y la jerarquización dinámica de las posiciones y un complejo grado de individualización, donde el instrumento “¿Sabe con quién está hablando?” posibilita a la dimensión de las relaciones personales constituirse como centro de gravedad para la estructura. Un establecer relaciones personalizadas en actividades impersonalizadas.
De esa forma, Da Matta va establecer, para el sistema de clasificación por categorías extensivas, un carácter moral que no corresponde a una diferenciación de lo concreto, sino, por el contrario, una diferenciación de los caracteres. Esto le permite, dentro del marco moral, resaltar aspectos de cristalización personal sobre un determinado dominio social que, a partir de Machado de Assis  y su “teoría del medallón”, se manifiestan en aquellas figuras de relevancia. Los medallones como aquellos que posibilitan la vinculación de los distintos círculos sociales.
Ahora, la reflexión del autor conlleva a plantear varios matices fundamentales para la composición del ritual  “¿Sabe con quién está hablando?” y sus condiciones de emergencia, donde el carácter autoritario se construye en base a ejes fundamentales que van desde; la composición económica; vínculos políticos; relaciones sociales o de parentesco. Estas variables facultan a un actor determinado, dada la amenaza sentida por su estatus social, a recurrir a mecanismos que reestablezcan su superioridad sobre la de los demás. Para este aspecto, el actor se enfrenta a una situación de confrontación, de conflicto con relación a otro, y por lo general, a un público espectador, cuya dinámica implica una dramatización de identidades; un pasar de un sistema de referentes universales a una revelación representativa del orden y la autoridad; de la abstracción del individuo al establecimiento de la persona. El “¿Sabe con quién está hablando?” agota la condición de anonimato de los interlocutores y evidencia las posiciones dentro de la estructura jerárquica a la que pertenecen, donde la distinción entre individuo y persona determina no la relación con la normalidad de la vida cotidiana, pues esta ha quedado suspendida, sino la relación con la normalidad del sistema, o sea, la ley.
Es así, que el componente analítico que el autor plantea permite cuestionar, de alguna manera, el alcance pretendido de un sistema sobre una organización social. Esto es pensar sobre las limitaciones de la estructura en términos de organización y conformación del orden social con relación al surgimiento de prácticas cotidianas que sustentan dicho orden. Por ello, el recurso “¿Sabe con quién está hablando?” evidencia la posibilidad de regulación por parte de la vida social cotidiana como una expresión de control no institucional.      

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