Variabilidad Morfofisiológica Dental
Daniel_O2117 de Abril de 2014
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Los dientes en la historia
Introducción:
Los dientes son de gran importancia para el hombre ya que forman parte importante de la alimentación. De igual manera tiene una función estética y fonética, a lo anterior se debe el interés de los investigadores hacía estos órganos. El interés sobre las variaciones dentales se remonta a la antigüedad ya existen evidencias tanto científicas como empíricas sobre este interés. Con lo anterior nos podemos percatar de la importancia que se le daba a los órganos dentarios y a las enfermedades prevalentes en la cavidad oral, gracias a esta importancia que se le dio condujeron al desarrollo de una mejor práctica odontológica. Mediante el desarrollo de varias disciplinas fue que nació la antropología dental, esta nueva disciplina nos brindó nueva información sobre nuestros orígenes.
Los investigadores han clasificado a las poblaciones humanas de acuerdo a la anatomía de los dientes, estos han sido objeto de estudio debido a que nos pueden dar datos muy importantes acerca del estilo de vida del ser humano en la antigüedad. Este sistema dentario ha sufrido muchas modificaciones, estas modificaciones son resultado de un proceso llamado evolución. La evolución del ser humano es resultado del adaptamiento a nuevas costumbres, como la creación de herramientas y el cambio de dieta. La antropología dental se centra en el estudio de los órganos dentarios para obtener datos sobre la evolución del hombre.
Desarrollo:
La antropología dental es resultado del estudio de biólogos y paleontólogos. Tiene como objeto de estudio al diente, estos nos brindan mucha información debido a que son el tejido con mayor dureza del cuerpo humano; en muchas ocasiones representan el único testimonio fósil de la evolución y nuestros orígenes. Por lo anterior es que los evolucionistas de siglo XIX decidieron investigar más sobre la evolución de la dentición humana y con ello la evolución de la humanidad misma a través del tiempo. Nos podemos percatar de la importancia que los órganos dentarios tienen debido a que nos ofrecen información muy valiosa que no se podría obtener de otro lugar, las investigaciones siguen hasta el día de hoy porque no se conoce todo de nuestra evolución.
A finales del siglo XIX H. W. Flower clasificó a las razas humanas de acuerdo al tamaño de los dientes en megalodontes, mesodontes y microdontes, esta medición tomaba en cuenta la relación entre la longitud del arco alveolar entre el primer y tercer molar, respecto a la longitud de la base del cráneo. Años más tarde se encontraron algunas excepciones a esta escala de medición, lo que causo cierta incredulidad hacia sí misma; la situación tuvo una mayor incredulidad cuando P de Terra publicó “Ensayos para una odontografía de las razas humanas”, en el que Terra afirmaba que el tamaño de los dientes así como el número de raíces y cúspides no eran importantes para la clasificación de una población. Años más tarde se demostró que las conclusiones de Terra eran totalmente erróneas debido a que estas carecían de evidencias y de igual manera empleaba una mala metodología para su análisis. Hoy en día se sabe que la cantidad de raíces y cúspides como el tamaño de los órganos dentarios son muy importantes para el análisis de la evolución humana, más adelante se tratará sobre la importancia de estos.
Los aportes de Zuckerkandl, Topinard, Bolk, G. V. Black, G. Fisher y hasta del mismo P. de Terra en conjunto con el desarrollo de nuevas tecnologías permitieron una mejor comprensión sobre la variabilidad morfofisiológica dental. Esto fue posible gracias a la estimulación hacia nuevas investigaciones en las escuelas y laboratorios de odontología. Años más tarde, aproximadamente en los 20, las diferencias descubiertas en incisivos y molares inferiores estimularon las investigaciones dentales basadas en las razas. Otra aportación importante fue la de Ales Hrdlicka fundador de la AAPA, ya que durante sus investigaciones comprendió la relación entre las diferencias dentarias y la evolución del hombre, este se enfocó en la fase Neanderthal y las diferencias que representaba de una fase a otra. Los estudios de Ales Hrdlicka lo dirigieron al descubrimiento de los incisivos en pala, este descubrimiento lo llevo a la conclusión de que los indígenas americanos tenían un origen asiático. Fue hacia los años 40 que A. A Dahlberg inició sus estudios sobre las poblaciones de los indígenas americanos y con esto da comienzo a las bases para el registro y análisis de los estándares dentarios. Mientras que en Latinoamérica los estudios sobre los órganos dentarios se centraron en las mutilaciones en relación con ciertas prácticas culturales, como por ejemplo las piedras que se colocaban los mayas en los dientes como símbolo de belleza.
Como podemos observar, conforme las nuevas tecnologías se desarrollaban, propiciaban el desarrollo de la antropología dental. Algunas de las razones por las que esta se desarrolló son: la alta heredabilidad de los rasgos dentales de padres a hijos, la posibilidad de poder comparar los dientes de la antigüedad con los actuales y el grado de conservación de los dientes con el paso del tiempo.
Debido a la necesidad de adaptación del hombre en distintos ambientes, se llevó a cabo la evolución del sistema masticatorio. La masticación es un proceso en el que se ven involucrados los dientes, así como los músculos masticatorios (temporal, masetero, pterigoideos). El maxilar y la mandíbula han sufrido grandes modificaciones durante el proceso evolutivo; filogenéticamente se dice que los dientes provienen de las escamas de los peces desarrolladas al borde de la mandíbula, debido al desgaste por el uso que estos sufren, han dado paso a la dentición permanente y a la decidua.
El desarrollo de distintas variedades estructurales de los dientes ha permitido el desarrollo de los mamíferos. La función especializada de cada tipo de dientes es lo que ha permitido la increíble adaptación de estos seres. Investigaciones demuestran que los mamíferos más primitivos y sus ancestros, los cinodontos, dieron paso a la doble articulación mandibular.
Durante la evolución, los peces y reptiles pierden los dientes puntiagudos y monotuberculados por formas multituberculadas. Se habla de la posibilidad de que esta adaptación es lo que permitió ampliar su dieta. Se puede decir que los dientes jugaron un papel sumamente importante en la adaptación de los mamíferos. Los verdaderos mamíferos aparecieron hace cerca de 210 millones de años. Su mandíbula era más estrecha que el maxilar, permitiendo un movimiento de masticación hacia arriba y ligeramente hacia dentro. Los carnívoros cuentan con unas piezas llamadas carnasiales, con filo muy cortante, actúan como tijeras entre sí, lo que aumenta su eficacia. Sus incisivos son pequeños rodeados de grandes diastemas para su encaje. Por otro lado, los herbívoros cuentan con crestas en las coronas de los grandes molares, aumentando la eficacia de la trituración de estos, asegurando así una predigestión bucal, para una mejor asimilación de la celulosa. Los omnívoros como los chimpancés y nosotros mismos cuentan con la forma básica del diente, que es aplanada y cuadrada con el fin de facilitar la trituración de los alimentos. Todos los simios de la actualidad poseen grandes colmillos que les sirven para abrir la cáscara de frutos.
Nuestros primeros antepasados homínidos, bípedos y bimanos carecían de colmillos y también por una gran sexualidad, las hembras poseían grandes senos, que indican una carga de energía extra durante la lactancia, la cual obtenían de la recolección de frutos e insectos a cambio de trozos de carne que los machos obtenían de su actividad carroñera. Como resultado de lo anterior surge la familia, una estructura social como se observa en varios primates de ahora.
La estructura determina la función y está relacionada con hábitos de conducta. Un claro ejemplo de la evolución de la morfología dental es la similitud que se encuentra en los babuinos gelada y lo homínidos que pudieron haberse adaptado a ambientes y dietas similares.
El estudio del microdesgaste de los dientes mediante la microscopia electrónica de barrido, ha permitido observar pequeñas huellas que dejan los alimentos en el esmalte y la dentina. Lo anterior proporciona una idea de la dieta y así clasificarlos según esta. Los estudios de estos desgastes muestran que el patrón de desgaste de nuestros antepasados homínidos como el Ramapithecus, Paranthropus robustus y Homo habilis es similar al del chimpancé, es decir, se alimentaba de frutos duros, hormigas, savia, larvas, huevos de aves y animales pequeños; mientras que el del homo erectus es igual al del jabalí de río, omnívoro, devora casi todo lo que se encuentra en su camino, raíces, hierba, frutos, semillas, huevos, reptiles y carroña.
Debido a la dieta omnívora que el ser humano tiene, tuvo que desarrollar diferentes tipos de dientes o también se dice que debido al desarrollo de diferentes morfologías dentarias el hombre pudo desarrollar una dieta omnívora. Lo cierto es que tanto el fenómeno fisiológico como el ambiental se
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